shameless (camren)

Capitulo XX

Capítulo XX

Lauren POV

"Lauren..." A lo lejos escuche la voz de Camila. Sus llamados incrementaron y me desperté, mire mi reloj y eran las dos treinta de la mañana.

"Mhmm... ¿Qué pasa, Camz?" Me senté en la cama y me sobe los ojos, tratando de quitar un poco el sueño.

"Amor, <tigesito> tiene antojo de fresas con crema batida y Nutella" La mire y sonreí un poco. Suspire y bese sus labios.

Salí de la cama, me puse unos pantalones de deporte y una camisa. Tome las llaves del auto y trate de salir del cuarto cuando sentí las manos de mi novia dentro de mi camisa blanca.

"Camz..." Me beso la nuca, justo donde estaba el tatuaje en honor a mi abuela Grace.

"Te amo, mi amor" sonreí, me di la vuelta y la bese delicadamente tomando el tiempo para saborear el sabor de sus labios. Baje mis manos a su ahora abultado estómago de tres meses y medio.

"El montón de trabajo que nos das, latosin" le hablé a mi pequeño bebe "No tardo, nena"

Camila asintió y salí del departamento en busca de un local abierto en donde pueda conseguir fresas con crema batida y nutella.

Esta no era la primera vez que Camila me despertaba en medio de la madrugada para que fuera a cumplirle alguno de sus antojos. Desde qué nos dio la noticia, como que sus antojos de desataron, cuando no era una cosa asquerosa como carne en jalea de fresa con pedazos de brocoli y queso fundido, hasta lo más simple como fresas con crema.

Pero no me importaba por que yo era feliz, Camila era feliz y haría lo que fuera necesario para que la bolita de arme que mi novia lleva en su vientre, también lo fuera.

Veinte minutos después, encuentro un lugar de antojos, bendito sea Miami y sus puestos fuera de lugar, y me pido las fresas con crema y Nutella. Por demás esta decir la congratulación por parte del despachador y un pequeño pin que decía: La mejor mama del mundo.

Camino de regreso al departamento recibí un mensaje por parte de Cara, quien ya había regresado a Londres, no iba a mentir, no habíamos pasado mucho tiempo dado que ella venía a trabajar y yo todavía tenía mis problemas con Camila, además que en las dos semanas que se había quedado en Miami, sólo dos días había dormido en mi departamento dado que no podía dormir, digamos que Camila no tenía silenciador y a mi no me molestaba en lo más mínimo escucharla.

De Cara: FELICIDADES, PEQUEÑA MIERDA. AL FIN SALES DEL MERCADO OFICIALMENTE. Me pone muy feliz saber que vas a tener a un trigresito o culonsita. Recuerda que espero la invitación a la boda y espero ir a conocer al heredero de una belleza indeterminable.

Cuando termine de leer el mensaje me solté a las carcajadas. Subí hasta mi piso y vi a mi novia en la sala viendo la tv, sobando su pequeña abultara panza.

"Bebe, llegaste" sonrió al verme. Me quite la blusa, el pantalón y me senté juntó a ella entregándole el pote con su antojo.

Y allí, viendo a mi chica comiendo sus fresas, con su abultada pancita, vi que no había mejor lugar que con ella y mi bebe.

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Sabía que en algún momento el bebe iba a nacer, también sabía que necesitaba muchas cosas, sin embargo un pony y un carro a control remoto, era mucho. Pero, Claro. Tratar de mantener en cuerda a mi mama con respecto a los regalos para su futuro nieto, era simplemente imposible. Y no hablar de Sinu, quien ya le había traído al bebe una silla para sentarla a comer con varias funciones de sonidos, música y grabadora de sonidos así como también un parque de juegos en miniatura fuera del jardín de la residencia de los Cabello.