Capítulo No. 13

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Sí, lo tenía, pero no me hacía sentir deseada, al menos, no como el extraño que anoche me había mirado de una forma que me hizo temblar, que me hizo sentir deseada como nunca antes, con un fuego incesante en sus ojos. Tenía que hablar de esto con alguien, no podía seguir manteniéndolo en secreto, me estaba carcomiendo por dentro y necesitaba que alguien me escuchara, pero Jade no era opción, seguramente me regañaría por engañar al perfecto novio que al menos yo sí tengo, entonces pensé en Victoria y recordé que me había platicado del pequeño desliz que había tenido en aquella reunión de ex compañeros de la preparatoria, sí, ella era la ideal para escucharme y quizá hasta aconsejarme. Entonces tomé el teléfono y le marqué, afortunadamente su oficina estaba a tres cuadras de la mía y la invité a almorzar, de inmediato notó mi tono de angustia en la voz y me dijo que nos veíamos a la una en punto en un restaurante que estaba en contra esquina de mi oficina.

Cuando llegué, ella ya estaba ahí, se levantó, nos saludamos de beso en la mejilla y después ella me dio un abrazo de consuelo.

- A ver ___, ¿qué es lo que te sucede?
- No sé por dónde empezar, es complicado.
- De eso me puedo dar cuenta en seguida, traes una cara como si hubieras cometido un delito - dijo colocando su mano en mi mentón y me movió la cabeza.
- ¿Le ofrezco algo de tomar? - interrumpió el camarero.
- Sí, un agua mineral y una ensalada de atún, pero por favor ponga el atún a un lado, no encima de la lechuga.
- Enseguida, con permiso.
- A ver ahora sí, cuéntame.
- Engañé a Alan- solté sin siquiera prepararla para la noticia.
- ¿Qué hiciste qué? - exclamó abriendo los ojos como platos.
- Lo que oíste, me acosté con otro hombre - acepté avergonzada.
- Pero, ¿cuándo?, ¿quién es?, ¿dónde lo conociste?
- El día de mi cumpleaños... y ayer - dije jugando con el tenedor para evitar mirarla.
- ¡___!, te desconozco, no te estoy criticando, soy la menos indicaba para eso, simplemente no doy crédito, tú siempre has sido tan... correcta.
- Lo sé, lo sé, yo tampoco doy crédito, pero - suspiré sin poder evitarlo - Victoria, no tienes idea de las miles de sensaciones que me hace sentir, ha descubierto partes tan sensibles en mi cuerpo que yo ni siquiera sabía que tenía.
- Wow, amiga, pocos hombres tienen ese don, pero aún no me has respondido quién es ni de dónde lo conoces.

Pasé saliva, una cosa era contarle el desliz y otra muy diferente decirle que no tenía ni la más remota idea de quién era en realidad el implicado, además supuse que no debería propagar eso de las reglas. Afortunadamente, en ese momento llegó el mesero y colocó el plato frente a mí, lo cual me permitió pensar por unos segundos e inventar una historia, sólo esperaba sonar convincente.

Ardiente Tentación. ∆HOT∆ Jos Canela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora