capitulo 28

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-¿Qué?

-¡Siéntate! -suplicó, al ver que el color de la cara de andrea se desvanecía. samuel se

acercó y la ayudó a sentarse en la cama.

-¡Dios, nunca pensé que una mujer tan fuerte pudiera ser físicamente tan frágil!

-No soy frágil -dijo en un murmullo rotoSimplemente me sorprende que hayas

dicho tal cosa.

-Es cierto. La ecografía que te hiciste la semana pasada dice que es una niña.

-Pero... pero si tu familia sólo tiene hijos varones.

-Esta vez parece ser que no -dijo, con una mueca.

-¡No! No te creo. Ni siquiera viste la foto.

-Tu médico me mandó un fax con la fotocopia. , «¿Lo hizo?», se preguntó ella,

con los ojos sorprendidos por que samuel se hubiera tomado tanto interés en su

embarazo. Entonces recordó que ella también tenía su propia fotocopia y estaba

segura de que no había ninguna indicación sobre el sexo del bebé.

andrea comenzó a mirar a su alrededor con impaciencia, buscando su bolso. samuel le

dio la pequeña fotografía en blanco y negro con dedos temblorosos. Después de ello,

andrea no se movió. Esa fotografía era diferente de la suya. El bebé se había movido y

demostraba claramente que samuel decía la verdad.

-¡Dios mío! ¿Cómo ha podido ocurrir?

Era una pregunta estúpida para cualquiera que no conociera la situación.

-Por los métodos habituales -contestó con ironía samuel-. Me imagino.

Entonces lo entendió todo de golpe. Supo lo que samuel había ganado y lo que había

perdido, así como la carga de la que se había hecho responsable.

-¡Oh, samuel , lo siento muchísimo-¿Por qué te disculpas? Los dos corríamos un riesgo.

-¡Pero perderás tu preciosa isla! -continuó ella, sin hacer caso de lo que él decía.

De repente él estaba agachado frente a ella de nuevo. -¿Crees que parezco un

hombre que necesita compasión? Mírame, andrea -insistió, al ver que ella bajaba los ojos.

samuel tomó la barbilla de ella y andrea se quedó mirándolo fijamente a los ojos. No

sonreían, pero tampoco parecían tristes. Y su boca estaba relajada.-Tengo que confesar que me complace ser el primer miembro de la familia

Doumas que es padre de una hija -confesó sumisamente, casi-. También me complace

que este inesperado hecho me ha ahorrado tener que buscar otra manera de hacer que tu padre salga de nuestras vidas.

-No te olvides de que todavía sigue afectando a mi vida y a la de Suzanna -le

recordó temerosa andrea . -Pero pronto saldrá de vuestras vidas para siempre.

-Vendrá detrás de ella, lo sabes.

-Quiero que lo haga -asintió gravemente, luego levantó las manos y las puso sobre

los hombros de ella-. Suzanna está aquí a salvo. No podrá tocarla, lo sé con certeza. Y

cuando llegue aquí, se lo dejaré claro.

andrea deseó poder estar segura de ello. Conocía a su padre, sabía cómo respondía a

una desobediencia de cualquier tipo y se estremeció.

Fuera, se oyó la risa de una niña feliz.

Un gemido escapó de los labios de andreay las manos que había sobre sus hombros

la apretaron con fuerza. -Te prometo en este momento que nadie, nunca, borrará esa

risa de ella de nuevo Las lágrimas humedecieron los ojos de andrea . samuel observó cómo la boca de ella

comenzaba a temblar y se emocionó.

-Eres tan frágil a veces que me duele el corazón de verte.

Y era cierto. andrea se dio cuenta sorprendida. ¡Se veía a samuel tan indefenso ante

su fragilidad... !

-¡Oh!

No supo cómo, pero de repente estaba en los brazos de él, y lo agarraba por el

cuello como había hecho en el pasado. Y sin avisar, enterró el rostro en el cuello de él y se abrazó como si de ello dependiera su vida.

pasion ocultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora