Equipo

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Me quede admirando el objeto en su mano, era un medallón de plata con una gran gema azul en el frente, dentro de ella se podía observar una imagen un poco distorsionada, me era muy difícil distinguir la figura por la completa oscuridad, a excepción de los tenues rayos de luz que lograban traspasarse a través de unos huecos en el techo, probablemente ocasionados por la antigüedad de la casa.
- Katherine Hexe, hija de Matter y Vater Hexe - me interrumpió mientras intentaba averiguar qué era lo que se veía en la gema, pero al mismo tiempo me hizo reaccionar, era una imagen de mis padres, por sus rostros, debió de haber sido durante su juventud, solo unos años mayores que yo. - Se me ah encomendado una misión - Porque este chico tenía una foto de mis padres? Quería que fuera lo último que viera antes que morir? Como tenía la insolencia de llevar eso consigo? - Vendrás conmigo al Instituto Venedrine, la escuela de brujos - Porque me pediría que fuera? Serían mis crímenes tan graves para tener que ser juzgada frente a los altos cargos de la escuela? Bueno, mientras más tiempo se retrasará mi ejecución mayor sería mi oportunidad de escapar.
   El chico dio unos pasos acercándose a mí y me tomo las manos, las cuales hasta hace unos segundos tenía aferrando con todas mis fuerzas el libro, el cual había puesto entre mis piernas para que no pudiera tocarlo, me puso el medallón alrededor del cuello mientras me abrazaba , no sabía lo que estaba pensando, sentí que mi cara se calentaba y mi cuerpo no podría moverse, debía ser una maldición del chico o sería, ese sentimiento que mi madre describía del momento en el que conoció a papá? A-Amor!? No, no podía serlo, no podía caer enamorada en un momento como este. -Landen- pronunció el chico sacándome de mi burbuja de pensamientos y de un segundo a otro haciéndonos desaparecer de esa vieja casa en la que nos encontrábamos y apareciendo en una habitación con paredes de un color muy similar a los pétalos de un girasol, pero de alguna manera más metálico, además bajo mis rodillas podía sentir tela que era de un color rojizo.
- Hemos llegado - dijo el chico soltándome y levantándose inmediatamente - Sígueme.... Y, no trates de huir - su voz nuevamente se escuchaba con la seriedad con la que había escuchado sus primeras palabras, su advertencia sonaba muy en serio, y aunque no lo fuera, no había ninguna puerta a la vista , solo un pasillo por el que comenzamos a caminar. En las paredes habían cortinas rojas como la tela del suelo, junto con algunas pinturas muy bien echas de personas vestidas de una manera muy elegante - Pasa por aquí - Cuando reaccione, el chico estaba frente a mí, abriendo una gran puerta de un color lila que daba a una habitación muy iluminada con grandes ventanas, frente a la que se encontraba una mujer de alrededor de unos sesenta años sentada en un escritorio.
- Señor Zauberer, veo que ya ah vuelto - dijo la mujer mientras se levantaba del escritorio. Estaba vestida con un traje parecido al de un general. - Ella es la Señorita Hexe? - preguntó poniéndose delante de nosotros, a lo que el chico simplemente respondió asintiendo para expresar que estaba en lo correcto - Mis más cordiales saludos y mis más sinceras disculpas por haberla traído hasta aquí sin ningún tipo de explicación - nos dimos un apretón de manos mientras me mostraba una sonrisa que me daba a entender que nada malo estaba sucediendo.
- N... No van a matarme? - pregunté aún algo dudosa, pero la mujer inmediatamente reaccionó poniendo una cara de sorpresa.
- No, por supuesto que no - me respondió rápidamente poniendo su mano en su barbilla - La hemos traído aquí para poder cumplir con la última voluntad de sus padres- se quedo un segundo en silencio - La cual era que usted pudiera estudiar aquí como lo hicieron ellos y convertirse en una gran bruja para perseguir sus sueños - la mujer hablaba con una voz algo temblorosa, mientras yo estaba completamente en shock, no sólo no iba a morir, sino que también iba a estudiar en el Instituto Venedrine y todo había sido por mis padres, no entendía nada, me había quedado sin palabras - Puede que esto le parezca completamente extraño, pero, se lo explicaré lo mejor que pueda - Me invitó a sentarme en una pequeña mesa con dos sillas con una tela que una vez había visto en el mercado del pueblo, creo que su nombre era terciopelo. - Hace doce años recibimos un mensaje de emergencia de su padre, Vater Hexe, en el que nos informó que habían sido atacados por la hechicera maligna Gemtta Veil... - con solo escuchar su nombre, mi piel se erizo y cerré mis puños apretando la tela del short que llevaba puesto en ese momento y creo que la mujer se dio cuanta por el cambio en su voz -... Y que él y su esposa, tú madre, estaban muy débiles, pero que, de alguna manera, tú habías salido ilesa durante la batalla. En la carta nos dijo muchas cosas utilizando su último aliento, entre ellas, se encontraba su última voluntad, nos pidió que el día de tu cumpleaños número quince, el día de hoy, comenzaras a estudiar en el instituto. Por más que intentamos salvar a tus padres, no pudimos hacer nada, recibimos el mensaje a la mañana siguiente y llegamos ahí lo más rápido que pudimos, pero, ya era demasiado tarde...- al parecer no puedo acabar de hablar, en su voz se escuchaba la verdad de sus palabras, podía confiar en todo lo que me decía.
- Entonces.... Usted conoció a mis padres? - pregunté calmándome un poco, al parecer, logrando el mismo efecto en la mujer.
- En efecto. Yo fui su institutriz durante su estancia en el Instituto... - En el instituto, se formaban equipos de tres personas, dos aprendices y un alumno ya experimentados para vigilarlos y ayudarlos a controlar sus poderes- ...Viví muchos años a su lado, hasta que decidieron dejar a un lado la magia y tener una vida normal en un pueblo lejano y cuidar de su hija que estaban esperando en ese entonces, no los culpo, eran una pareja que demostraba como era el amor verdadero y yo estaba muy feliz por ellos, aunque, en ese momento nuestros caminos se separaron, ellos tuvieron que irse lejos y yo me quede aquí ascendiendo de rango, hasta llegar a donde estoy, siendo la directora de este Instituto en el que espero que muchas historias como las que vici con tus padres se escriban - Solté algunas lágrimas, escuchar sobre mis padres, sobre como eran, sobre su amor mutuo y su amor hacia mí, el cual era tan grande como para dejar atrás lo que los unió para cuidarme, era algo que yo no conocía hasta el momento y que le dio un giro de 360 grados a mi corazón.
- Y..yo, no sé qué pensar, discúlpeme - seque mis lagrimas con unos de mis brazos mientras con el otro sostenía con gran fuerza el libro contra mi pecho.
- Señor Zauberer, por favor traiga a la Señorita Magie aquí y déjeme unos minutos a solas con la Señorita Hexe - el chico que estaba parado detrás de mí salió de la habitación por la misma puerta por la que habíamos entrado - No tienes que decir nada más, no puedo decirte nada que te quite ese sentimiento de pérdida, porque por más que lo eh intentado, ni yo misma logró apaciguarlo - se levanto y se puso a mi lado tomándome de las manos para levantarme - Pero, aunque no sea mucho, aquí estoy para usted Señorita Hexe,  para ayudarla en todo lo que necesite, no tiene que preocuparse por nada, la dejaré a cargo del hombre más capacitado para ayudarla - después de que me dijo esto, me dio un pequeño abrazo y me llevó a una habitación que se encontraba al otro lado de la que habíamos entrado.
   Dentro de esa habitación habían trajes con sacos como el que ella estaba usando, pero en vez de un pantalón, con faldas del mismo color, esa era la única diferencia, además de las franjas que tenían, las cuales al parecer variaban según el rango, las suyas era del color de las paredes de afuera, doradas.
   Tomó un traje que era más o menos de mi talla, el cual tenía franjas blancas. - Por favor Señorita Hexe, déjeme ayudar a ponérselo - estaba algo confundida, pero acepte y unos segundos después, me encontraba frente a un gran espejo viéndome con el traje puesto, no me quedaba nada mal, me gustaba como me veía - Le queda muy bien, bueno, ya deben de estar por llegar, sígame - Volvimos a la habitación en la que estábamos anteriormente y como si todo estuviera sincronizado, se oyó un toque en la puerta - Adelante - respondió la mujer y la puerta se abrió dejando a la vista al chico de antes y a una chica que se encontraba detrás de él.
- Con su permiso mi señora, eh traído a la Señorita Magie como me lo ha ordenado- dijo con una pequeña reverencia mientras la chica de a un lado hacia lo mismo.
   La chica tenía un hermoso cabello violeta como nunca antes había visto, era algo fuerte, pero se veía claro al mismo tiempo, era hermoso, tanto que la palabra se me escapo de la boca, haciendo que la mujer, que aún se encontraba a mi lado mostrará una pequeña sonrisa.
- Ya que están aquí reunidos, los presentaré, Señorita Hexe, ellos son Sorcier Zauberer y Vettel Magie, muchachos, ella es Katherine Hexe, estudiará en esta escuela desde el día de hoy. Ustedes tres serán un equipo, liderado por usted Señor Zauberer - Estaba sin palabras, un equipo!? Hace apenas un rato estaba robando pan de una tienda y ahora estaba estudiando en el Instituto Venedrine haciendo equipo con dos desconocidos, no entendía nada. Siento que se dieron cuenta de mi extrañeza ente la situación, pero ambos simplemente asintieron. - Bueno, si no hay más que decir, Señorita Magie, por favor lleve a la Señorita Hexe al dormitorio de las chicas, ya que por el momento usted tiene habitación para usted sola, la compartirá con ella, espero que se lleven muy bien - No sabía qué hacer, así que simplemente hizo lo que había dicho.
   Ella y yo salimos al pasillo por el que había entrado, al parecer era una chica sería porque iba concentrada en su camino sin dirigirme ninguna palabra, no sabía qué hacer ni qué decir, esto era completamente nuevo para mí, así fue por un corto rato hasta que se detuvo en seco y volteo a verme.
- Te diré algo desde este momento, no me agradas... -

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2015 ⏰

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