;two;

32 7 0
                                    

Los estudiantes caminaban amontonados provocando que Ariel suspire de manera exagerada –pero fuerte–, irritada.

Miró por los costados observando la seriedad de los estudiantes mientras subían las enormes escaleras. "¿Por qué no hay un ascensor solo para mi?," Ariel dijo, susurrando en un tono no muy audible.

Cuando el montón de gente se esparció por distintos lugares, Ariel suspiró aliviada y subió rápidamente hacia su clase.

Su mochila pesaba mas de lo normal y solo quería sentarse.

"Buenos días, Ariel," saludó su profesora, dándole una cálida sonrisa, "toma asiento por favor."

Al ver con quién se sentaba, cerró sus ojos con fuerza para no enojarse o gritarle al estudiante que tenía enfrente.

De todos los estudiantes, él.

"Vas a estar todo el día mirando tu asiento?," preguntó el chico mirando hacia al frente, "por lo que yo veo, ya empezaron las clases, Ariel."

La pelirroja decidió ignorar el comentario de su compañero por completo y se sentó como si nada. Apoyó la palma de su mano al costado de su cabeza y cerró los ojos.

Hoy definitivamente no es mi día. nunca lo es, pensó ella.

La hora pasaba y Ariel se había quedado completamente distraída, luego dándose cuenta que no sabía nada del nuevo tema.

Vio la hoja de su moreno compañero toda escrita y largó un largo suspiro al darse cuenta que iba a tener que copiar todo eso.

"Veo que te has quedado completamente distraída," comenzó el moreno, "¿qué pasó Ariel, nuevamente estás debajo del mar con tus amigos marinos?," largó una risa mientras se levantaba para irse al receso, "¡recuerda que luego tenemos un examen!," gritó su compañero para luego salir por las puertas.

Ariel gruñó por debajo, quedándose parada mirando el piso.

No es mi día, pensó, definitivamente, no.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 31, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ariel; calumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora