HARD YAOI LEMON BOKU NO PICO LEVEL

Pяóℓσgσ

ℓα нιѕтσяια qυє нιzσ ƒυη∂αѕнι α ѕтєνєη ѕριєℓвєяg

Iba caminando por la calle, como buen hetero que soy. El cielo estaba despejado, salvo por aquellas nubes que tenían forma de "ge", "a" e "i griega". Eran curiosas, formaban un mensaje celestial muy bonito, aunque no sabía muy bien qué querían decir.

Los pájaros cantaban y los pétalos de las flores de cerezo volaban gentilmente al son de la brisa del mediodía. La naturaleza era hermosa, cual carita de osa.

Qué bien se sentía notar como cada uno de esos pétalos se posaba sobre cualquier parte de tu cuerpo mientras eras hetero. Disfrutar de tu sexualidad fija en un día tan bonito de primavera era perfecto.

Cerré los ojos y continué caminando. ¿Adónde me llevaría el destino? Tal vez a algún sitio chulo como... Un Starbucks en el que escriban tu nombre bien en el vaso... Estaría muy guay...

Entonces me choqué con algo. Más bien alguien. Ambos caímos al suelo, ahí fue cuando abrí los ojos.

—¡Oye tú! ¡Pedazo de gilipollas! —Gritó el chico con el que me había chocado—. ¿¡Pero quién te crees que eres, uke de mierda, para ir con los ojos cerrados por la puta calle!?

Una ráfaga de viento cruzó en dirección oeste. Mi pelo y el del otro tío se movieron junto al viento, y varios pétalos se quedaron enredados entre los mechones.

El otro chico se levantó rápidamente del suelo, me cogió por el cuello de mi camisa recién planchada y me estampó contra un coche. Fui violado en mitad de la calle aquel mismo día.

Pero eso fue imposible, porque yo soy el más hetero del mundo. Aunque devolverle el beso fue realmente divertido.

Entonces me di cuenta, me di cuenta que desde que me había dejado llevar por el destino bajo los árboles de cerezo, mi vida realmente había cambiado para siempre.