ςαρíтυℓσ 2

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ℓα мαƒια у єℓ уασι, мυη∂σѕ ραяαℓєℓσѕ єη єℓ єѕρα¢ισ-тιємρσ

—¿Sabes una cosa? —Me puso una mano en el hombro, me estremecí ante aquel gesto—. Lo que vas a oír no es algo que haya escuchado mucha gente.

No me salían las palabras, su mano bloqueaba la conexión directa a mi cerebro.

Giré mi cabeza hasta encararle, estaba muy cerca, demasiado.

—Toda mi familia está relacionada con la mafia.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Incluso tus hermanos pequeños?

—Los que más.

Volví la cabeza hacia otro lado. No me creía lo que estaba diciendo.

—Pero no creo que importe mucho, tampoco creo que vaya a estar mucho más aquí. —Se levantó de la cama y se dirigió hacia la ventana—. ¡Oye! ¿Has visto qué hora es, imbécil? Vaya, no hay tiempo para violaciones, será mejor que te vayas a casa antes de que tus amables padres se pregunten dónde estás.

—S-Sí...

Me dirigí hacia la puerta cuando aquel chico de nombre totalmente desconocido para mí porque realmente, a nadie le importaba, me paró.

—¡Qué sepas que nunca conseguirás librarte de mí!

Salí corriendo de la casa como nunca antes había corrido. Sólo llegué hasta la acera de enfrente antes de desfallecer de cansancio. Estúpidas piernas de uke.

Cuando llegué a casa mis padres me recibieron con una buena fabada y un abrazo cálido y reconfortante. Eran un poco molestos, pero la autora sabe bien que son los personajes más amables que ha creado jamás, sería una pena si murieran.

(N/A: Vale, probablemente nadie entienda esta broma, pero si me conocieras bien, sabrías que me encanta matar a personajes. Es un hobbie muy reconfortante, deberíais probarlo algún día).

Después de romper un par de muros más, subí a mi cuarto. Preparé la mochila para el día siguiente e hice un montón de cosas cotidianas más que al parecer a la gente le gusta leerlas. 

Tras la visita a la casa de aquel violador, no me había dado cuenta siquiera de que me había olvidado de mi móvil. El LED de notificaciones iba a estallar por la gran cantidad de mensajes que me habían llegado. Por un momento me sentí muy popular, pero la mayoría eran de mi madre pidiéndome que comprara pan para cuando volviera a casa, había otro de el matón de clase que decía que me iba a partir la puta cara a la salida del instituto porque se aburría y otro de mi mejor amigo de la infancia que decía que tenía algo muy importante que decirme a la salida del instituto porque no tenía agallas suficientes para contármelo en una maldita hora decente. 

Borré todos los mensajes sin darles mucha importancia y me tumbé en la cama. Poco a poco el sueño me fue venciendo, hasta que me quedé profundamente dormido.

Probablemente fuera estaba pasando algo realmente hermoso con algún árbol de cerezo, pero supongo que a la enferma mental que escribió esto no le da la gana de ponerlo, pero sí, probablemente estuviera pasando algo muy guay y bonico. Algo así como el nacimiento de un bebé arrugado y cubierto de líquido amniótico o alguien tropezando en la calle con alguien y siendo violado en ese mismo instante. Bajo unos preciosos árboles de flores rosas.

HARD YAOI LEMON BOKU NO PICO LEVELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora