ѕυςєѕσѕ ιиєѕρєяα∂σѕ ѕє αρяσאָιмαи
—¡Adiós mamá! ¡Adiós papá! —me despedí de mis padres mientras salía de casa para ir al instituto.
—¡Adiós bollito de canela! ¡Qué te vaya bien en el colegio!
Cerré la puerta de un portazo y saludé a mi mejor amigo, que estaba sentado en el bordillo de enfrente de mi casa.
—¿Llevas mucho tiempo esperando aquí fuera? —pregunté al observar su estado de estatua prematura.
—No mucho, bollito de canela —soltó una pequeña risa y se levantó del suelo.
—¡Cállate! —obviamente me sonrojé un poco, porque siempre es un gesto adorable en una novela yaoi. Luego venía el sexo duro contra el muro, pero primero el sonrojo.
Fueron como veinte mil horas aburridas, pesadas y estúpidas en el colegio. Por fin sonó la alarma del fin de clases y bajé corriendo hasta la puerta principal para enfrentarme a una de las decisiones más importantes en mi vida; ir a que me peguen, o hablar con mi amigo.
¿Hostias o charla? ¿Hostias o charla? ¿Hostias o charla...? ¡Dios! ¿¡Por qué no podría ser al mismo tiempo y todos felices!?
Comencé a caminar con la mirada fija en una línea recta perfecta, con suerte, el destino me llevaría por sí solo al camino de las hostias o la charla. O tal vez a chocar con alguien, que eso fue lo que pasó. El caso es que la figura que me ayudó a levantarme me resultaba extrañamente familiar.
—Con que este es tu instituto de mierda, ¿no?
Ah, claro, era el, qué inesperado.
—¿Q-qué haces aquí? ¿Y podrías decirme un maldito nombre con el que pueda dirigirme a ti?
—¿Miras a tu madre a los ojos con esa boca? —soltó un sonoro suspiro—. Llámame Rayajo si quieres.
—Vale, mi nombre...
—Sé cómo te llamas —me interrumpió—, Rayita.
Preferí no hacer ningún comentario respecto a eso.
—Oye, ¿dónde hay unos baños por aquí? ¿O todo el instituto mea en los arbustos de allí?
—Sígueme...
Me puse por delante de él y le guié hasta el baño más cercano de la planta baja, aún no habían cerrado las puertas. Rayajo sonreía maliciosamente mientras caminábamos, pero yo no pude verle la cara, y aunque la hubiese visto, no sabría decir el por qué de esa sonrisa.
—Aquí es. —Señalé una puerta pintada de color azul. Rayajo me cogió del brazo y me empujó al interior del baño, y entonces pasó lo que pasó.
Unos minutos más tarde, Don Seme salió del baño, despidiéndose jovialmente y dejándome ahí tirado.
Iba a llegar tarde a que me pegaran y a hablar con Raya. Mierda... Tener la agenda tan apretada no era bueno para un de mente... Demente, sí, eso.
Salí de la escena del crimen lo más rápido que pude y cuando por fin me encontré de nuevo en el exterior, lo que recibí en la cara no fue una agradable brisa de radiante y soleada primavera, no, fue una lluvia de hostias que ni siquiera sabía de dónde venían.
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HARD YAOI LEMON BOKU NO PICO LEVEL
HumorHarta del yaoi y del mundo de fujoshis y fundashis, Agnès Howards publica una nueva e inédita novela para aprender a como pasear entre unos árboles de cerezo, y ser violado en el intento. (En realidad esto es una parodia a todas las historias yaoi q...