яαуαѕ qυє ¢αмвιαη єℓ ∂єѕтιησDolía, dolía mucho. Mi integridad moral de uke había sido trastornada del todo. Intenté mirar arriba —la lluvia de golpes me tiró al suelo—, todo lo que la luz y el mareo me permitieron, y sólo conseguí ver a Rayón. Claro, llegaba tarde a que me pegaran, y cuando llegas tarde, te toca lo que te toca.
Probablemente me hubiese dado un golpe en el encéfalo al caer, porque me quedé parcialmente paralítico y sin poder hablar. Pero nada grave, se solucionó al siguiente párrafo.
—¡Oh, por Kamisama, las bolas de dragón y la reencarnación de Freezer! ¡Rayita! ¿Estás bien? —al menos, no era ni Rayajo ni Rayón. Era sólo Raya.
(N/A: Quiero dejar totalmente claro que no me gusta Dragon Ball).
—Sí, de puta madre.
—Ah, guay. Espera, tu no sueles decir palabrotas. ¡Sabía que ese tipo con el que te juntas ahora era una mala influencia!
—¿Qué? ¿Qué dices? ¿Y cómo sabes quién es Rayajo?
—Conque así se llama, ¿no...?
—¡Por favor no malentiendas nada! —a todo esto, yo seguía en el suelo.
—Bueno, de todos modos... Esto... Yo... Te... Quería decir una cosa.
—Sí, me dijiste que me tenías que decir una cosa.
—¿Ah, sí? Al final te dije que te tenía que decir una cosa y ahora me lo estás diciendo porque yo no me acordaba de si te lo había dicho, entonces...
—¡Ve al grano, tronco!
—Eehh... Vale, ¡sí! Yo... Probablemente lleve todo el mes, a cada día y a cada minuto sabiendo que mi orientación sexual está al borde de la muerte, así que... Quiero que sepas...
—¿De qué se supone que estás hablando?
—¡Déjame terminar! Mira... ¿Re-recuerdas esa chica en pri-primaria que supuestamente te mandaba cartas de amor?
—Sí... Y ahora que pienso en sus cartas, parecía un poco puta.
—Bueno pues... ¡Era yo! ¡Yo te mandaba las cartas!
—O sea que tú eras mi puta.
—¡Sí! Bueno, ¡no! ¿¡Qué acabas de decir!?
—¿¡Pero por qué lo hacías, pedazo de enfermo!?
—¡Te lo he dicho antes!
—¡¡No me has dicho nada!!
—¡Piensa en lo que me has dicho tú!
—¡Qué eres mi puta!
—¡Exacto!
—Me acabas de estampar la puerta de tu armario en la cara.
—¡Venga ya! ¡Tú también eres gay!
—¡No soy gay!
Un cartel fluorescente con al palabra gay apareció encima de Rayita.
—No, no lo eres.
—¡Qué de verdad que no lo soy! —imágenes de Rayajo en situaciones poco comunes y nada amigables aparecieron en su mente.
—¡¡AAAAH!! —grito de desesperación de un macho pecho peludo por parte de Raya—. ¡Lo siento! ¡Hablamos otro día! Cuando tenga listo mi guión y subrayadas las partes importantes —se alejó corriendo de la escena lo antes que pudo.
"Mi puta, ¿eh?" Pensó Rayita, quién todavía seguía tirado en el suelo. Un barrendero pasó por su lado quitando cúmulos gigantescos de flores de cerezo.
—Menudo trabajo, ¿verdad, joven?
—Tiene usted razón, barrendero-san.
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HARD YAOI LEMON BOKU NO PICO LEVEL
HumorHarta del yaoi y del mundo de fujoshis y fundashis, Agnès Howards publica una nueva e inédita novela para aprender a como pasear entre unos árboles de cerezo, y ser violado en el intento. (En realidad esto es una parodia a todas las historias yaoi q...