POV. Odín · · ·
Después de algunas horas, volví al bosque, todo era negro y gris, al igual que el cielo. Realmente la muerte de Laufey fue un gran dolor en mi corazón, pero así debía ser.
Seguí caminando por los escombros, pronto, me encontré con el hijo de Laufey, quien estaba rodeado por naturaleza viva, animales como conejos y ardillas jugaban a su alrededor, los árboles verdes y con frutos daban vida a la pequeña zona en donde estaba el niño, el césped a diferencia de las cenizas que yo pisaba en ese momento, era de un verde hermoso.
-¿Por qué...?- cuestionó el pequeño con dolor y rencor en su voz.
-Debía hacerlo.
-Mataste a mi padre- entonces la naturaleza a su alrededor, se esfumó.
-¿Cuál es tu nombre?
-Loki Laufeyson.- dijo con dolor.
Abrí los ojos. Loki.
Acaso él era... ¿mi hijo?
Entonces lo miré detenidamente, él no tenía parecido alguno conmigo, Loki era la viva imagen de Laufey.
-Éste es mi castigo.
Me llevé a Loki de aquel lugar y con la ayuda de un poderoso hechizero, la imagen de Loki cambió a la de un niño normal, por lo menos por fuera.
Pero no pude tenerlo conmigo por siempre, pues él se escapó al bosque, en donde se quedaría el resto de su juventud. Después de eso conocí a Frigga, mi segundo gran amor y con ella tendría a Thor.
Pero jamás creí que él y Loki se encontrarían.
· · ·
Los golpes que Thor daba contra su contrincante y amigo, Fandral, eran fuertes, tanto que su propia espada se rompió.
Habían pasado años, el joven Odínson era todo un hombre, su físico había cambiado, al igual que su voz. Definitivamente ya no era el niño que hace tiempo había llegado a aquel reino vecino del suyo.
-¡Eso estuvo genial!- exclamó fascinado Fandral.
-Se nota que he mejorado- dijo con una ceja alzada y una sonrisa en sus labios el hijo de Odín, mientras miraba la espada rota.
-Vamos chicos, hay que celebrar, hoy Thor se irá de regreso a su reino- habló Sif.
-Es cierto, ¿a qué hora partirás?
-En la noche, para llegar temprano.
-Genial, entonces les invito unas cervezas por el resto de la tarde.
Los tres amigos se fueron a beber, pero claro que Sif se controló un poco, mientras que Fandral coqueteaba con algunas mujeres y Thor simplemente pensaba.
-¿En qué piensas tanto?- preguntó Sif, rompiendo con la calma del ojiazul.
-En qué hacer cuando llegue a casa.
-Eso es muy fácil, solo debes ir a ver a quien más has extrañado.
Thor miró a su amiga y luego volvió su vista a la cerveza.
-Eso aré.
Después de unas horas, Thor con la compañía de un escolta, se fue a su hogar.
El corto viaje fue un poco agotador, al igual que la primera vez.
Cuando el sol salió, Thor vio a lo lejos el reino de Odín.-Puedes dejarme aquí- le dijo al escolta quien solo asintió y se marchó por el mismo camino por el cual llegó.
El rubio se saltó la visita a sus padres y fue de inmediato al bosque. Necesitaba verlo, abrazarlo, sentir su aroma a flores; pues a pesar del tiempo, Thor jamás olvidó a Loki y al contrario, solo sintió más deseos de verlo.
Al llegar al bosque, lo admiró con una sonrisa.
-Lo has cuidado bien.- pensó el rubio para volver a caminar.
Buscó por todos lados al ojiverde, pero no lo encontraba por ningún lugar, aquello le extrañaba, pero luego recordaba que habían pasado varios años y que posiblemente Loki tenía nuevos lugares favoritos.
Al llegar al centro del bosque, la luz del sol cegó por unos segundos a Odínson. Al mirar al frente con la vista recuperada, vio al pelinegro que tanto había buscado.
Loki se encontraba acostado sobre el césped, con una posición fetal y rodeado de flores, esa sin duda era una vista hermosa.
-Loki- llamó Thor, meciendo suavemente al hombre dormido.
Como aún no pensaba despertar, Thor miró con detenimiento a Loki. No había cambiado mucho, la verdad no había cambiado nada y eso alegaba al menor.
-Loki- volvió a llamar de la misma forma y los ojos esmeralda de Laufeyson se mostraron al rubio.
-¿Quién eres?- cuestionó aún adormilado.
-Loki, soy yo, Thor.
Loki abrió sus ojos, mirando con detenimiento al ojiazul.
-¿Thor?
-No has cambiado en nada- dijo Thor, abrazando al, ahora más bajo.
-Has crecido mucho- Loki correspondió el abrazo con torpeza.
Después de unos segundos de estar abrazados, Loki se alejó un poco.
-Te extrañé- murmuró con las mejillas ruborizadas.
-Y yo a ti.
Azul y verde se conectaron, ninguno de los dos podía apartar su vista del otro, y lentamente se fueron acercando sin ser conscientes de lo que ocurría a su alrededor. Finalmente, sus labios se unieron en un beso.
Sus labios encajaban a la perfección, prontamente el beso subía de nivel y la lengua de Thor comenzó a explorar cada parte de la boca del pelinegro.
Pero Loki se separó.-Lo siento, no me controlé- se disculpó Odínson con una sonrisa traviesa.
-Tranquilo, estamos igual.
Ambos hombres se pusieron de pié y Thor río.
-¿Qué?
-Estás más bajito.
-No molestes.
Otra risa por parte del rubio se hizo presente.
-Lo siento, pero es la verdad.
-Mh- Loki sonrió de lado -y tú, a pesar de haber crecido, de seguro sigues siendo el mismo cabeza hueca de siempre.
-Hey- Thor frunció el ceño.
Ésta vez, Loki fue quien rió.
-¿Y, qué aprendiste en tu famoso entrenamiento?
-¿Te gustaría ver?
-Claro.
Thor sacó su espada y Loki hizo lo mismo con su daga.
-No veas el tamaño- dijo el ojiverde sonriente, refiriéndose a su daga.
Entonces una batalla comenzó, era solo un juego, pero ambos tenían gran competitividad en su personalidad que les era imposible no dar lo mejor de sí mismos.
