Prólogo: En la penumbra

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<<La habitación estaba muy oscura, la única iluminación provenía del vitral del ala sur de la estancia, este conformaba por si solo una de las cuatro paredes de la habitación.
La luz que se filtraba proyectaba sombras en toda la sala y en medio de ésta se hallaba un hombre de aspecto robusto, arrodillado y sollozando, tenía la cabeza gacha no dejando ver su rostro y su cabello Negro brillaba gracias al efecto de la luz lunar.
Los brazos del hombre se encontraban colgando inertes a sus costados, y el piso cercano a éste se hallaba teñido de un líquido espeso y negruzco casi formando una laguna a los pies del pobre señor, mientras lenn sentía lástima por el estado del hombre un increíble sonido lo sobresalto, era el sonido de una puerta al cerrarse violentamente...

Al principio el chico no distinguió más que una simple forma moviéndose entre las sombras, la forma se movía con una elegancia increíble, como una pantera asechando a su futura presa, sus movimientos no despertaban el más mínimo ruido pero su presencia parecía haber absorbido todo calor que pudo haber poseído la estancia.

Cuando la forma que había visto salió de entre las sombras se dirigió directamente al vitral del ala Sur de la habitación con una increíble velocidad.

Junto al increíble vitral ahora se hallaba un hombre delgado y muy alto con las manos detrás de la espalda, la luz lunar que iluminaba la estancia le propinó a la piel de aquel hombre un tono grisáceo muy peculiar, el hombre mantenía su vista fija en la amplia ciudad de Londres que se extendía fuera del vitral, su rostro no mostraba expresión alguna.
Cuando dio vuelta y posó sus ojos en él, Lenn sintió que el aliento se le escapaba y empezó a temblar, la gélida mirada del hombre lo había paralizado a tal punto que no podía apartar su vista de esos ojos, ojos grises con destellos metálicos carentes de toda vida y sentimiento.
Entonces el hombre se irguio y empezó a andar en dirección a Lenn, mientras que esté por su parte sentía que cada paso solo lograba robarle más aire de los pulmones y la gélida presencia del hombre hacia que poco a poco el cuerpo del muchacho fuera perdiendo todo calor contenido en él hasta hace poco, entonces hubo un grito
- aléjate de él, maldito demonio, él no tiene nada que ver en este asunto- gruño el hombre que se hallaba en el piso arrodillado, en ese momento el inquilino veloz paro, viró y su vista se concentró en aquel hombre, haciendo que Lenn recuperará el calor de su cuerpo- tú sabes que vienes por mi y mi sangre no por la de ese estúpido muchacho bueno para nada.
En ese momento Lenn reparo en el hecho de que estaba atado de pies y manos a una silla de madera, y que sus muñecas estaban sangrando debido a su intento de escapar de la mirada del horrible monstruo que se encontraba en la habitación, también sintió que por sus mejillas bajaban a raudales una gran cantidad de lágrimas.
-Por favor Dawson, no seas tan severo con el pobre muchacho- su tono de voz contenía una mezcla de odio y aspereza- no es más que un debilucho como tú.
En un segundo se había trasladado desde la mitad del salón hasta donde se encontraba el hombre. Y cuando el monstruo habló pudo sentir todo su desprecio cargado en su voz

-¿Por qué no debería de tocarlo? Cuando tú has acabado con miles de mis críos con tus malditas manos- el monstruo tomó por el cuello al hombre en el suelo - que mejor manera te hacerte sufrir que matar a tu hijo ante tus ojos... O podría dejarlo vivir si tú me súplicas por su vida- en ese momento la criatura alejo sus manos del cuello del hombre.

Justo en ese momento el hombre que yacía en el suelo dirigió sus oscuros ojos hacia Lenn, esos ojos oscuros que Lenn conocía tan bien, eran los ojos de su padre, ojos por los que resbalaban lágrimas.

- te lo imploro no le hagas daño- su voz dejaba entrever un tono de derrota- es solo un niño, solo matame a mi y dejalo en paz.

En ese momento Lenn había logrado recuperar su voz, pero chirrido de esta lo asustó incluso a él, estaba gritando como nunca lo había hecho.

-Por favor papá, ayúdame, por favor no le hagas daño- su voz se había empezado a quebrar y por sus mejillas se extendía un río de lágrimas, el temor dentro del corazón del muchacho había crecido increíblemente- papá por favor no me dejes, papá, papá- el sonido de su voz casi se había vuelto un susurro.

En ese momento el monstruo puso su mano en la barbilla del hombre haciendo que su vista se centrará en su cara, y entonces el monstruo dio media vuelta y fijo su mirada vacía de vida en Lenn haciendo que a este se le helara la sangre, y puso su dedo en su boca, era un dedo esquelético, su uña parecía la garra de un halcón, el gesto del demonio parecía pedirle guardar silencio para disfrutar el espectáculo que presenciaria en unos momentos. Y entonces la criatura sonrió de oreja a oreja, enseñando sus largos colmillos relucientes como marfil recién pulido, la sonrisa que le dedicó fue una sonrisa demoníaca y macabra. En un segundo el demonio se había dado la vuelta e insertaba sus colmillos en el cuello del hombre que yacía en el suelo impotente.

Talvez fue un milisegundo pero Lenn pudo ver la última sonrisa de su padre, una sonrisa tan triste dedicada a él para despedirse. Y entonces empezó la peor pesadilla, oír el grito el grito desesperado y desgarrador de su padre, empezó con todas sus fuerzas pero poco a poco fue perdiendo intensidad, como si el alma fuera dejando poco a poco el cuerpo del pobre hombre, y es entonces cuando el sonido de un hueso al quebrarse sobresalto al muchacho.

En ese entonces el monstruo soltó el cuello del hombre, dejando el cuerpo de éste caer sobre el río de sangre que se había formado a su alrededor, el demonio vaciló un momento admirando su trabajo y luego se dio la vuelta mirando a lenn otra vez a los ojos, y el chico pudo ver que la camisa formal que este llevaba estaba empapada de sangre al igual que sus labios los cuales habían adoptado un color carmesí muy intenso en contraste con la piel grisácea del hombre.

En un segundo el monstruo se encontraba cara a cara a Lenn y alzando la mano tocó la mejilla del chico y su voz hizo que los nervios del muchacho saltarán

-no llores por favor- dijo el dominio quitándole una lágrima de la mejilla- esto acabará rápido y te reunirás con él en unos momentos.

Su boca empezó a abrirse y los colmillos de la criatura empezaron a crecer, acercándose poco a poco al cuello de Lenn. Y entonces sólo logró captar el sonido de la puerta de la sala al abrirse y el de un disparo antes de que la criatura le hiciera un increíble tajo por el ojo y saliera huyendo en dirección al vitral.

La criatura salto por el vitral y lo rompió en mil pedazos antes de desaparecer en la oscuridad de la noche y todo terminó>>

Lenn se levantó sudando helado, con el cabello pegado a las sienes y pulso acelerado, había vuelto a pasar, había vuelto a soñar la pesadilla que lo había mantenido preso todas las noches después de la muerte de su padre hace ya seis años.

El cazador de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora