¿Besarse en la primera cita? (@Marahya)

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Vaya, hace mucho no escribo algo de tal magnitud, “cita”, pues la última vez que tuve una, Tutankamón seguía vivo y con Freud horneábamos pastelitos (la crucifican por no saber en qué año nació). En fin, sí he tenido citas y puedo decirte que la cagas si no lo besas y la cagas si lo besas, perfecto, enlístate al cuartel y déjate de pendejadas. Kisses.

Bien, perdón, me alteré...

Volviendo al tema, existe un porcentaje de la población humana que está de acuerdo con cualquier tipo de contacto “sexual-sensual” en la primera oportunidad de tener una reunión de carácter romántico. Otro porcentaje dirá que es sacrilegio, pecado e ilegal… Yo opino que me vale un p*t*, pues para dar cierto punto de vista, tendrías que ser omnipotente y ver de cerca cada detalle de la situación. A algunos no les parece tan importante el contacto físico, son seres más verbales, incluso hacen muchas preguntas y no dan chance a ir más allá de darse las manos, abrazos y el besirijillo de bienvenida y despedida. Por eso, te explicaré mi análisis en 3 tipos de personas (hay más pero soy floja) y entender por qué besarlas y por qué no.

1.Los lejanos: Seres en esta categoría son claramente escépticos, no se cierran al amor y participan de forma abierta en la cita (buscan aciertos mediante la duda sin negar o afirmar la hipótesis hasta formar la teoría), puedes preguntarle lo que quieras y serán honestos, sin embargo, su postura es distante al contacto debido a que la mayor parte te han analizado sin que hayas sido consciente de eso. Además, expresan sin censuras lo que piensan y no temen herir tus sentimientos (rechazo o aprobación), por eso, ellos deciden si besarte o no, pues creen o no creen en tu potencial, en sí, les da igual cuánto te esfuerces en llegar a ellos, tienen todo a flor de piel y consideran que no eres interesante si te fuerzas demasiado. Son más observadores de lo que puedes llegar a considerar, por eso, antes de pedirte salir, podríamos decir que hicieron un perfil psicológico tuyo. No obstante, no te desanimes, si das el pasito tú, no olvides que puedes huir del país o ser gratamente correspondido.

2.Los intermedios: Son iguales a esos amigos que no son tan amigos pero tampoco puedes llamarlos conocidos porque ya son más… Bueno, son algo constantes en sus respuestas, pero eso se debe a que son muy cautelosos dependiendo de qué piensen de tus interrogaciones y previas contestaciones, saben que quieren llegar a ti y no están seguros de sí es el momento. Esto se da, por ejemplo, cuando tú preguntas si les gusta el color azul, quizá dejaste claro que a ti sí, entonces, ellos contestarán un «No me disgusta, tengo muchas camisas de ese tono, solo no las uso… seguido». ¿Captaste? Son inseguros, por eso, si quieres más que solo entrelazar los dedos, tú decides, puedes jugar con indirectas. Si ellos no dan el intento, hazlo, rara vez rechazan, pues para que hayan salido contigo debe haber el interés de que te vuelvas más que un nombre en la agenda telefónica.

3.Los cercanos: Mis lanzados, mis indiscretos, mis predilectos, actúan de lo más natural posible, sin embargo, de manera inconsciente trabajan de más por ser cautivadores, logran que el ambiente parezca genuino y no sobreexplotado, entonces la charla es disparada, la plática es difícil de recordar porque la química sufre con cada palabra y sin ser muy directos se buscan hasta que ambos se acercan, la timidez se pierde con suma rapidez, y ambos eligen besarse. Con ellos es sencillo identificar las intenciones, buscan tu mano y tú no la apartas, rozan cualquier parte de tu cuerpo y te sientes a gusto, tratan de que no desvíes la mirada en ningún momento y se concentran en tu esfera.

Ahora, ¿puedo parecerme a las 3 clasificaciones? Obviamente que sí, Alfonsina, solo que una sobresale más que el resto y en muchas ocasiones depende de la compañía.

Si estuvieran interesados saber de cuál tipo soy, nadie se sorprendería. Soy de “los lejanos” (Y SI A NADIE LE IMPORTA: 3, repito, me vale v*rg*:3 with love, with love…).

En conclusión, besar o no en la primera cita depende de tu preparación física y psicológica. No se da, no tienes que sentirte menospreciado, y si eres de los suertudos que jamás recogen los “no”, good for you. Nuestro siglo es el más libre de prejuicios pero el que tiene la sociedad más vulnerable y dañina, es tan fácil saber mucho y tan complicado afrontar lo que conlleva dejar la ignorancia. No tengo ánimos de argumentar este párrafo, así que simplemente te invito a vivir tu independencia con una libertad limitada, ya que aunque no queramos y tratemos de obrar correctamente, no podemos que evitar que todos salgan ilesos.

Y, esa fue mi caca mental traducida a una palabrería interesante. Gracias por leer mis ochocientas no sé palabras.

Como sobrevivir a un noviazgo sin morir en el intentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora