One-Shots Lucaya.

2. Why did you do that?

El crepitar del fuego delante de ellos, y el zumbido de los insectos en los árboles; estos eran los dos únicos sonidos que rompian el silencio de la noche.

No era un silencio incómodo, sin embargo. Fue el tipo de silencio el cual quisieron sostener, uno tranquilo y acogedor. El tipo de silencio que guardarían para un día de lluvia.

El grupo se encontraba sentado en unos troncos después de su primer día en Texas, y se miraban sólo el uno al otro.

Zay a Riley,

Riley a Farkle

Farkle a Maya

Y a continuación Maya a Lucas.

Él fue el que rompió la cadena de miradas. Maya dirige sus ojos hacia los ojos azules de él, aún los podía ver, brillando en la oscuridad, y estaba asombrada de la forma en que refleja la luz de la fogata y parecía brillar un rayo de luz sobre él.

No podía apartar la mirada.

Se mantuvieron sentados por un rato. Hasta que Zay se aburrio.

-¿Ustedes han besado a alguien? Pero, ¿Realmente besado? Nada de esa basura de jardín de infantes.

Todos ellos se reían un poco a medida que se adaptaron en los troncos donde estaban sentados, finalmente libres de hacer ruido.

Maya y Riley se frotan las manos al unísono.

-Yo. - Farkle coloco una sonrisa en su cara cuando tiró de su chaqueta más apretada alrededor de su cuerpo.

El grupo quedó sin aliento. Nunca mencionó esto antes, y no eran la clase de amigos para guardar secretos.

-¡Farkle! ¿Por qué no nos lo dijiste?. -Pregunto Riley.

-Sueltalo. -Dijo Maya, con voz decidida.

Farkle levantó sus cejas, desconcertado por la impaciencia de sus amigos.

-No hay mucho que contar. Con Smackle. Nada especial. -Se encogió de hombros, mirando las llamas naranja brillantes.

Evidentemente hay más historia, pero también era evidente que él no quería que ellos curiosearan.

Zay dio la vuelta hacia Riley.

-¿Qué hay acerca de ti, Sugar?.

Las mejillas de Riley se volvieron de un color rosa brillante, imposible de ser enmascarada por la oscuridad de la noche.

-Sólo una vez. Y no es el que crees. -Sus ojos vacilaron en la dirección de Lucas, quien inmediatamente encontró una mancha en el suelo para estudiar.

-Bien, ¿qué estás esperando?. - La boca del Maya se torció en una sonrisa diabólica ya que recordó la historia de Riley.

Riley suspiró, moviendo sus dedos.

-Fue Charlie. La semana pasada, la verdad. Él me llevó al cine. Fue... -buscó el adjetivo correcto para describir el remolino en su cerebro. - Tierno.

Era lo único que podía reunir.

-Fue realmente inesperado, no estamos siquiera saliendo ni nada. -Aseguro al grupo con su voz chillona.

Zay asintió, sonriendo con aprobación. Hubo un silencio, y esta vez era difícil de manejar.

-Bien um, besé a unas cuantas chicas aquí antes de que me mudara a Nueva York. Nada interesante. -Zay trató desesperadamente de mantener la conversación.

Maya sintió la tensión y frotó sus manos contra sus jeans, enjugando las pruebas de nerviosismo en sus palmas antes de hablar.

-Yo nunca eh besado a nadie