-Vamos, Acacia. Baila un poco- decía Jesy tirando de mi brazo.
Me encontraba sentada, viendo como todos los invitados reían, bailaban y conversaban. Todos parecían felices, excepto yo. Mi padre había preparado mi futuro, ¿acaso eso debía tenerme feliz?
Después de que ambos dijéramos "Acepto", sin mucha convicción, todos fuimos a la fiesta, la cual se celebraba en uno de los hoteles familiares. El salón estaba decorado con abundantes rosas blancas, mesas redondas y cuadradas entre colores dorados y blancos. Y estaba repleto de chicos con cámara y reporteros. Aparte de todo, ¡la prensa estaba en mi boda! ¿Por qué todo tenía que ser público?
-No, Jesy. No tengo ánimos- dije soltando mi brazo.
Jesy se sentó a mi lado. Ella, al igual que Jade y Leigh, sabían lo mucho que me frustraba el hecho de haberme casado sin quererlo. ¿Por qué yo? Tenia un hermano y Shawn tenía hermanas... Y justo yo venía a parar con el apellido Mendes. No es que Shawn no se me hiciera guapo... Pero, ¿cómo demonios compartiría casa con este hombre?
-Se que la idea de estar casada no te agrada...- comenzó Jesy.
-¡Por supuesto que no me agrada!- solté- ni siquiera me dieron oportunidad de elegir. Cuando me entere la mitad de la boda ya estaba en preparativos. Lo único que faltaba eran los novios- gruñi.
¿Acaso nadie entendía lo difícil que era casarse con alguien que ni siquiera afectó le tienes? Hasta el hecho de abrazar personas que sonreír falsamente y me felicitaban por mi reciente "logro" era difícil.
Shawn, que se encontraba hablando con unos amigos, me dirigió una mirada y una sonrisa de apoyo. Para el también es difícil, me recordé. ¿Cómo hacía para que pareciera muy fácil?
-Quedaras en la historia como la novia más amargada del universo- dijo Leigh-Anne sentándose de mi lado derecho.
-Al demonio con eso- dije irritada. Jade, el corset me estaba matando-. ¿me ayudan?
-Gruñona aparte de todo- dijo Jesy riendo-. ¿A qué te ayudamos, amargada?- pregunto riendo, la mire mal y se encogió de hombros- Vamos, Acacia, no es para que te enojes.
-Necesito quitarme este puto corset- dije levantandome con un poco de esfuerzo-. Tengo otro vestido en la habitación. Pero no puedo quitarme esto yo sola.
-Vamos- dijeron ambas.
Caminamos, tenía a cada una en uno de mis costados. La gente me detenía para decirme lo bonito que estaba mi vestido, o para felicitarme, o para simplemente darme un abrazo. ¿Qué las personas no se cansaban? ¿Por qué fingían una felicidad que ni siquiera yo disfrutaba? Sonreí a todos falsamente y me disculpe diciendo que tenia que ir a ver lo de la torta, para lo cual faltaba poco menos de media hora. Jade se nos unió en el camino y subimos las cuatro al ascensor.
Las cuatro guardamos silencio, y era por el bien de ellas pues yo desprendía tensión y en cualquier momento estallaría. Me mire en el espejo del ascensor y lamente que tan bonito vestido, tan buen maquillaje y peinado se desperdiciaran en mi y en este día que no quería. Estaba más pálida que de costumbre, ni siquiera el rubor me resaltaba. El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron. Salimos y Jesy saco la tarjeta de la habitación.
-¿Dónde esta el vestido?- dijo Jesy.
Busque en el armario y me di cuenta que no estaba en esta habitación, lo habían dejado en la habitación de bodas cuando dije que lo dejaran en mí habitación. Solté una risa histérica que más bien parecía grito.
-El vestido no esta aquí. Lo han de haber metido en la habitación de bodas- dije-. La llave la tiene... Shawn.
Me senté en el suelo, como siempre hacía cuando me frustraba, pero de inmediato me di cuenta de que era mala idea puesto que el corset se me encajaba en las costillas. Me levanté gracias a la ayuda de Jade.
-Voy por la llave- dijo Jesy-. ¿Podrian ir quitándole el vestido?- pregunto a Leigh y Jade. Ambas asistieron. Paso a mi lado y me dio un apretón en la mano y salió.
Jade y Leigh se pusieron detrás de mi. Recargue mis manos en la pared para no caer.
-¿Cómo mierda se quita esta cosa?- grito Leigh después de dos minutos. Entonces reí. No se si fue de frustración o de que, pero reí. Las chicas me miraron y después riendon conmigo.
-Ya, quitenme esta maldita cosa que me esta matando- dije después de tranquilizarme.
Me quitaron el corset y el faldón. Me encontraba en ropa interior frente al espejo. En absoluto me daba pena estar en ropa interior frente a mis amigas, les tenia confianza. Me mire fijamente en el espejo me veía un poco mas delgada y, ¿cómo no iba a perder peso? Si el último mes había estado tan frustrada que hasta las ganas de comer se me habían ido tanto peso había perdido que una semana antes tuvieron que ajustar el corset porque prácticamente nadaba en él. Pase mis manos por mi vientre, y por una fracción de segundo se me paso por la mente que mi vientre ya no estaba plano... Sino que estaba un poco más relleno y eso era porque esperaba un hijo... Un hijo de Shawn. Sacudi la cabeza esperando que la idea me abandonara. Mire el reflejo de las chicas, estaban jugando en la cama.
-Oye Acacia... Jesy me pidió que te...- dijo una voz masculina desde la puerta. Voltee bruscamente y me encontré con Shawn, mirándome fijamente mientras sostenía el vestido en la mano derecha.
El poco color que aún tenía mi rostro me abandono. Me quede inmóvil. ¿Qué mierda hacia el acá? Mas bien. ¿por qué Jesy lo había mandado?
-Yo no...- comenzó. Sus mejillas se tornaron rojas.
-Deja el vestido en la cama- dije, seca. Lo hizo y me miro en forma de dusculpa-. Gracias.
-Lo siento.
-Sólo... Vete- dije casi en un susurro.
Salio y mire a las chicas, ¿qué les pasaba? ¿por qué no corrieron a Shawn?
-Ahora es tu marido, cass- dijo Jade como si me hubiese leído la mente-. Y no sería nada raro que te viese así.
¿Ahora el matrimonio implicaba que mi marido me viera en ropa interior? ¿O desnuda? Me acerque y me puse el otro vestido. Era un vestido, igualmente blanco. Me llegaba dos dedos arriaba de la rodilla. Era un poco más pegado y tenía decorados en dorado. ¿Por qué me siento tan desdichada?, me pregunte por décima vez, ¿no me estaba cansado con Shawn Mendes, el chico más sexy según las revistas más reconocidas & futuro dueño de la cadena hotelera más grande del mundo? Claro, eda cadena había crecido con nuestro matrimonio, ¡porque todo era un contrato! Sí, eso era lo que me hacía desdichada, que solo era un contrato, no había amor de por medio, solo eramos dinero para los bolsillos de nuestros padres. Una lágrima corrió por mi mejilla, las chicas me miraron y me abrazaron.
-¿Por qué yo?- dije mientras escondía mi rostro entre mis brazos.
Vaya forma de pasar el supuesto mejor día de mi vida, ¿No es así?
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Voten & Comenten que les pareció y la sigo.All the love xx.
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Enamorandome de mi Esposo.
FanfictionUn casamiento a la fuerza. Una novia desdichada y un novio resignado. El esta dispuesto a conquistarla, pues no le gustara que ella se sintiera mal. Ella no espera enamorarse. Pero ambos caen en las redes del amor, sin saber que en el fondo siem...