Contamos con muchas decisiones que tomar mientras aprendemos a ser nosotros mismos. Como elegir un color que nos describa o que actividad hacer en el jardín de niños.
Decisiones que expresan nuestra personalidad y apariencia, entre ellas mi más difícil decisión fue elegir entre ser feliz o hacer feliz a las personas que juraron quererme.-¡Eso es una mentira del diablo!- Su rostro ardía y sin exageración humo parecía estar a punto de salir por sus orejas.
-Mamá cálmate dijiste que no te enojarías.-
-¡No estoy enojada, pero esto no te lo puedo permitir!- Seguía gritándole a la nada como evitando mirarme.
-No hay nada que permitir mamá, simplemente es lo que soy.-Baje la cabeza cuando me miro como si hubiera mentado a la abuela.
-¡Cállate!- Disparo una mirada desesperada y me causo hasta miedo-¡No sabes lo que dices eres una niña, tú eres lo que yo digo que eres! Tú eres una criatura de Dios.-
-No lo voy a hacer mamá.-Dije con calma. -No voy a gritarte, no sé qué clase de personas son. Son todos unos ignorantes en esta familia y ...-
No pude continuar al sentir un ardor en mi mejilla. Mi padre me callo y me miraba furioso. Por Dios me había pegado.
-No.. Addie -Se dio cuenta de lo fuerte que me pego y intento agarrarme pero solo corrí.
Las apariencias son lo más importante para esta estupida familia y yo había tenido suficiente por hoy. Agarre las llaves del Bettle y salí. Sabía que reaccionarían así pero lo que más quería era estar equivocada. Era increíble lo lavado que tenían el cerebro, me dolía que fueran mis padres y me dolía no ser la hija que querían. ¿ Adónde iba? No había nadie más ... solo ella. He tratado de evitar todo lo que estoy sintiendo pero creo que es muy tarde.
Me baje del auto y subí las escaleras hasta llegar a la puerta de su apartamento. Pensé en una excusa que darle para aparecerme en su casa con una mejilla roja y ojos aguados pero no tenía energía. Toqué la puerta, se tardó un minuto y cuando estaba a punto de voltearme abrió la puerta.
-¡Oh Dios! ¡Hola! Es re-tarde. ¿Me has extrañado?- preguntó con una sonrisa enorme que rápidamente se transformó en una cara de preocupación cuando mis lagrimas al fin decidieron ser débiles y correr.
-¡Ay no! Ven ¿Que pasa?- sentí caricias en mi rostro y una ola de alivio me inundó.
-Me odian Nellie , me odian.-Se me corto la voz y ella tomó mis manos y me envolvió en un abrazo.
-Tranquila bonita, ven pasa.-
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Nadeline
Ficción históricaAddie es una chica de 17 años que nació en un hogar religioso. Tristemente para sus padres ella es algo inaceptable para su religión. Aprenderá como sobrevivir las expectativas de no sólo su familia, si no también de la sociedad al descubrir que se...