Camine con ella hasta el centro de su apartamento donde se encontraba su sofá.Se sentó y halo mi mano invitándome a recostarme con ella.
Me sostuvo en sus brazos y me sentí calentita y llena de cariño.
-Vas a estar bien.- Su voz me calmaba y sonreí mientras mis lagrimas seguían corriendo, a pesar de todo tenía a alguien a quien podía correr en momentos de tribulación y eso es más de los otras personas alguna vez llegan a tener.
-Aún no entiendo porque lloras.-Susurro y dejó un beso delicado en mi sien. -Sea lo que sea que te esté martirizando no es tu culpa chiquita nadie te odia.- Sentí las esquinas de mis labios curvar, me encanta mi irónico apodo. Subí mi mirada y ella sonrió mientras con sus pulgares secaba mis cachetes. Me moví en sus pequeños brazos y solté un gemido de ternura porque a pesar de que yo fuera mucho más alta ella siempre terminaba consolándome como a una niña . Y la bese, fue tierno y corto. Un beso lleno de todos los sentimientos ansiosos que ella me produce día a día y me olvide de todos los desastres del mundo por ese instante.
Nos separamos y volví a colocar mi cabeza en la pequeña almohada de sus pechos.
-Eres muy fuerte, te admiro. ¿Lo sabes?- Jugaba con mi pelo -¿Que te hicieron? Por favor Addie dímelo. Nadie llora así por nada.-
-No quiero hablar. Solo hazme reír.- le pedí limpiando los restos de lagrimas.
Ella siempre sabe como hacer algún gesto tonto para hacerme feliz. La verdad ojalá pudiera pasarme todo el día a su lado. Talvez suene algo loco ya que nos conocemos hace solo tres semanas pero ella me a echo comprender tantas cosas en ese corto tiempo, respondió tantas preguntas y me paso todo el día imaginado como será cuando la vuelva a ver.
-Me pica el culo.- dijo y solté una carcajada sabiendo que ella hace esto por mí. Pero es tan inesperada.
-Que puerca lávatelo.- Sonrío y me miro para después reír sin control y aplaudir como una foca. Era tan hermosa nunca tendría tiempo para observarla lo suficiente.
-Tu cara está llena de mocos y no puedo estás encima de mi.- afirmó obvia aún recuperándose de sus risitas.
-Mientes no tengo mocos y estoy muy cómoda aquí lávatelo después.- le dije y plante un beso el inicio de sus pechos que se escapaba de su piyama.
Mostró todos sus dientes y luego soltó un suspiro gigantesco.
-Dame un besito.- Pidió y yo ya desesperada y a punto de caer del acantilado si volvía a pedirme algo así agarre su mano y se la bese despacio.
-Te quiero Princesa.- Confesé al fin con los nervios que se encontraban sonando las sirenas de bomberos y patrullas pero ella solo suspiro nuevamente y escondió su carita en mi pelo.
-No te tienes que ir. ¿Lo sabes verdad?-
Por un lado me sentí preocupada de que no sintiera lo mismo y por el otro me alegré de que contesto de esa forma. Así que decidí dejarla procesarlo y responder su pregunta.
-Lo sé pero me mandarían a buscar con la policía oh algo y no quiero que estés tú en el medio de todo este lío.-hizo un puchero y abrazo más fuerte.- Addie soy parte de todo este lío. - dejó escapar el séptimo suspiro de la noche. -Pero quédate a ver una peli hasta que me duerma al menos. ¿Si?- susurró esto último en mi oído con voz infantil para luego dejar un beso en mi cuello y no pude evitar un gesto de aflicción porque éramos las clásicas rosa y daga. Ella suave llena de un color brillante y hermosa y yo la daga creada para el desastre humano. Eso y que esto era una clara invitación a cualquier cosa menos la película.
-Claro nenita y después te cargo a la cama- dije burlándome de su actitud de 5 años cuando andaba cachonda. Causando que formará una '0' con sus labios insultada de que no le allá seguido la corriente.
- Cállate enana. Permíteme recordarte soy mayor que tú y yo mando aquí - hizo señales con sus dedos entre las dos y se levanto a agarrar el control de la tele para después deambular por todo Netflix hasta que escogimos una película.
-Enana dice.- Hable burlona en el intento de seguir jugando con ella.- Pero soy en doble de su estatura.-
-Calla avestruz mal encubado y pásame ese jugo - apuntó hacia la mesita del centro logrando despistarme para después atracarme con cosquillas y más tarde acomodarse sobre mi pecho mientras dejaba besitos en mi mandíbula.
*
-Mira bebe. ¿Te gusta está?-mi mami me enseñaba una muñeca rubia.
-Me gusta este.-dije corriendo
hacia un monito de peluche al otro lado de la tienda.Me gustaba este lado de la tienda. Era azul. No me gustaba el rosado. A las otras niñas les gusta pero a mí me gusta el azul.
-Pero está bien linda Adeline, todas las niñas de tu clase en la iglesia tienen una.-me miraba mamá, feliz.-
Pero el monito está suave me gusta mucho mamita cómpramelo porfis.- le pedí abrazando su pierna. Ella asintió y miro a su amiga que nos acompañaba con una cara triste pero aun así yo chillé de alegría.
-Te llamarás Fletcher amiguito y vamos a jugar en el parque con mi balón.-
*
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Nadeline
Historical FictionAddie es una chica de 17 años que nació en un hogar religioso. Tristemente para sus padres ella es algo inaceptable para su religión. Aprenderá como sobrevivir las expectativas de no sólo su familia, si no también de la sociedad al descubrir que se...