Capítulo 2 "The rose & The dagger"

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Camine con ella hasta el centro de su apartamento donde se encontraba su sofá.Se sentó y halo mi mano invitándome a recostarme con ella.

Me sostuvo en sus brazos y me sentí calentita y llena de cariño.

-Vas a estar bien.- Su voz me calmaba y sonreí mientras mis lagrimas seguían corriendo, a pesar de todo tenía a alguien a quien podía correr en momentos de tribulación y eso es más de los otras personas alguna vez llegan a tener.

-Aún no entiendo porque lloras.-Susurro y dejó un beso delicado en mi sien. -Sea lo que sea que te esté martirizando no es tu culpa chiquita nadie te odia.- Sentí las esquinas de mis labios curvar, me encanta mi irónico apodo. Subí mi mirada y ella sonrió mientras con sus pulgares secaba mis cachetes. Me moví en sus pequeños brazos y solté un gemido de ternura porque a pesar de que yo fuera mucho más alta ella siempre terminaba consolándome como a una niña . Y la bese, fue tierno y corto. Un beso lleno de todos los sentimientos ansiosos que ella me produce día a día y me olvide de todos los desastres del mundo por ese instante.

Nos separamos y volví a colocar mi cabeza en la pequeña almohada de sus pechos.

-Eres muy fuerte, te admiro. ¿Lo sabes?- Jugaba con mi pelo -¿Que te hicieron? Por favor Addie dímelo. Nadie llora así por nada.-

-No quiero hablar. Solo hazme reír.- le pedí limpiando los restos de lagrimas.

Ella siempre sabe como hacer algún gesto tonto para hacerme feliz. La verdad ojalá pudiera pasarme todo el día a su lado. Talvez suene algo loco ya que nos conocemos hace solo tres semanas pero ella me a echo comprender tantas cosas en ese corto tiempo, respondió tantas preguntas y me paso todo el día imaginado como será cuando la vuelva a ver.

-Me pica el culo.- dijo y solté una carcajada sabiendo que ella hace esto por mí. Pero es tan inesperada.

-Que puerca lávatelo.- Sonrío y me miro para después reír sin control y aplaudir como una foca. Era tan hermosa nunca tendría tiempo para observarla lo suficiente.

-Tu cara está llena de mocos y no puedo estás encima de mi.- afirmó obvia aún recuperándose de sus risitas.

-Mientes no tengo mocos y estoy muy cómoda aquí lávatelo después.- le dije y plante un beso el inicio de sus pechos que se escapaba de su piyama. 

Mostró todos sus dientes y luego soltó un suspiro gigantesco.

-Dame un besito.- Pidió y yo ya desesperada y a punto de caer del acantilado si volvía a pedirme algo así agarre su mano y se la bese despacio.

-Te quiero Princesa.- Confesé al fin con los nervios que se encontraban sonando las sirenas de bomberos y patrullas pero ella solo suspiro nuevamente y escondió su carita en mi pelo.

-No te tienes que ir. ¿Lo sabes verdad?-

Por un lado me sentí preocupada de que no sintiera  lo mismo y por el otro me alegré de que contesto de esa forma. Así que decidí dejarla procesarlo y responder su pregunta.

-Lo sé pero me mandarían a buscar con la policía oh algo y no quiero que estés tú en el medio de todo este lío.-hizo un puchero y abrazo más fuerte.

- Addie soy parte de todo este lío. - dejó escapar el séptimo suspiro de la noche. -Pero quédate a ver una peli hasta que me duerma al menos. ¿Si?- susurró esto último en mi oído con voz infantil para luego dejar un beso en mi cuello y no pude evitar un gesto de aflicción porque éramos las clásicas rosa y daga. Ella suave llena de un color brillante y hermosa y yo la daga creada para el desastre humano. Eso y que esto era una clara invitación a cualquier cosa menos la película.

-Claro nenita y después te cargo a la cama- dije burlándome de su actitud de 5 años cuando andaba cachonda. Causando que formará una '0' con sus labios insultada de que no le allá seguido la corriente.

- Cállate enana. Permíteme recordarte soy mayor que tú y yo mando aquí - hizo señales con sus dedos entre las dos y se levanto a agarrar el control de la tele para después deambular por todo Netflix hasta que escogimos una película.

-Enana dice.- Hable burlona en el intento de seguir jugando con ella.- Pero soy en doble de su estatura.-

-Calla avestruz mal encubado y pásame ese jugo - apuntó hacia la mesita del centro logrando despistarme para después atracarme con cosquillas y más tarde acomodarse sobre mi pecho mientras dejaba besitos en mi mandíbula.

*

-Mira bebe. ¿Te gusta está?-mi mami me enseñaba una muñeca rubia.

-Me gusta este.-dije corriendo
hacia un monito de peluche al otro lado de la tienda.

Me gustaba este lado de la tienda. Era azul. No me gustaba el rosado. A las otras niñas les gusta pero a mí me gusta el azul.

-Pero está bien linda Adeline, todas las niñas de tu clase en la iglesia tienen una.-me miraba mamá, feliz.-

Pero el monito está suave me gusta mucho mamita cómpramelo porfis.- le pedí abrazando su pierna. Ella asintió y miro a su amiga que nos acompañaba con una cara triste pero aun así yo chillé de alegría.

-Te llamarás Fletcher amiguito y vamos a jugar en el parque con mi balón.-
*

NadelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora