Capítulo 3

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Llegue a donde estaban y me quede quieta detrás de Rubius.
–Rubiuh.–Mangel nos señaló y Rubius se giró.
Salté a abrazar a Rubius y Mangel soltó una risa. Claudia fue civilizadamente a abrazar a Mangel.
–Eres mi ídolo. Porfa, hazte una foto conmigo.–Me sonrió y aceptó.
Después de hacernos la foto estuvimos un rato charlando sobre mis vídeos favoritos, desde cuando soy criaturita...
–Muchas gracias por hacerte la foto y hacerme pasar una tarde tan buena.–Abrazé a mi ídolo por última vez y Claudia hizo lo mismo. Nos fuimos a casa ya que era casi de noche.

Llegué a casa y saludé a mi hermana.
–¿_____ Dónde estabas?–Parecía un poco enfadada.–Podrías haber avisado al menos de que estarías toda la tarde fuera, ¿Qué hay de tus tareas? ¡Parece que quieras suspender!
–Callate.–Laura me ha mirado muy mal.
–¿Perdona?
–Que te calles, ¿estás sorda?–Se acerca a mi y me levanta la mano. Me mete una bofetada. Siento que las lágrimas están apunto de caer. Comienzo a bajar la cabeza y lloro silenciosamente.
–Yo... Lo siento... _____... Enserio que lo siento...
–¡DEJAME EN PAZ! NO ME VUELVAS A DIRIGIR LA PALABRA.–Corrí a mi habitación y cogí bastante ropa de abrigo, lo primero que pillé. Si... Me iba de casa. Me puse una camiseta ajustada de manga larga y una sudadera con Mickey, unos jeans negros ajustados y calentitos y mis deportivas favoritas. Llamé a Claudia.
–Ponte guapa. Nos vamos a la discoteca.–Claudia parecía seria.
–¿Ocurre algo?
–Te espero en la Puerta del Sol.
–_____ per...–Colgué antes de que ella terminara la frase.

Llegué a el lugar dónde habíamos quedado. Pocos minutos después llegó Claudia, iba preciosa con su vestido escotado y sus plataformas. Caminamos hasta una nueva discoteca y llegamos. Cuando entramos encontramos a un montón de adolescentes bailando y besandose. Claudia y yo bailamos.
–Tengo algo de calor... Voy fuera.–Salí nada más avisar a Claudia.
–Hey... ¿Cómo tan sola?
Esa voz...

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