Sombra Siniestra

Capitulo 16:para ya maldito!!

Después de leer la nota tape mi boca con una mano llena de la sangre de dana,estaba fría y mis manos apenas y la podía mover las manos,de repente estallé en lágrimas silenciosas,corrían por mis mejillas heladas hasta caer por mi mentón y acababan sobre el pequeño cuerpo de dana,ya con su cuerpo limpio cerré sus ojos y abracé su cadáver frío y tiezo,sin vida,esa mirada dulce e inocente que tenia ya no la volveríamos a ver jamás, después de estar unos minutos con ella llamé a sus padres diciendo que ella estaba aquí y que pasaran por ella para enterrarla,me contesto su madre en un boztezo:
-bueno,¿quien es?-
Apenas y le respondí con mi voz ronca de tanto llorar:
-soy alex señora,amigo de dana,verá, estoy en toluca y entre a una tienda donde,es que yo..la encontré muerta-
la señora empezó a llorar incontrolablemente mientras me pedía la dirección de donde la encontré,cuando llegaron llamaron a la policía a investigar,pude dormir.
A la mañana siguiente partimos a casa aun estando obscuro, estuvimos sin tráfico en la carretera ya que era muy temprano y pasamos por muchos lugares,yo miraba la ventana llena de niebla pensando en cuando acabaría esto,a que se refería con "apenas empieza", aunque después de todo lo que viví esperaba cualquier mínimo detalle.
Pasamos al lado de largos bosques con pinos verde fango,enormes y anchos,me quedé mirando fijamente a la ventana,vi como si algo siguiera al coche,escondido entre los arboles,era un cadáver o un fantasma,no sabría decirlo bien,era un cuerpo de piel blanca,una muchacha de baja estatura,pelo castaño y ojos café claro,me di cuenta que era dana,no dejaba de mirarme con una fría cara triste mientras señalaba algo detrás del auto,me fijé,no me daba cuenta hasta que vi.....la sombra que proyectaba el coche era la sombra,esa maldita sombra,sonrió de manera maquiavélica y desapareció y cuando puse la mirada en la ventana del auto ahí estaba el fantasma de dana pegado a la ventana mirándome con ojos sin pupila,color de hueso y una mirada inexpresiva mientras escribía con la niebla en la ventana del auto:
"Tu me mataste".