4

99 11 7
                                    

Miré el móvil y el mensaje de whatsapp decía así:
-Dani! Soy África, Amanda me dió tu número, agregame, besitos.
Le contesté que la agregaría y que nos veríamos mañana.

No sé que me pasaba con esa chica que cada día me iba gustando más. Pasó el día de lo más normal hasta que llegó la hora de acostarme miré el móvil para poner el despertador y tenía un whatssap de África dándome las buenas noches, que tierna! pensé. Le contesté dándole las buenas noches a ella también y me acosté.

Sonó el despertador y como nunca me había pasado antes me alegré de que sonara. Me puse unos tejanos una camiseta con una estrella con lentejuelas de color rojo y unas bambas negras. Bajé al piso de abajo y me preparé un café y me fui pitando hacia la universidad porque tenía el tiempo justo.

Cuando llegué me estaban esperando África y Amanda en la entrada.
-Hola chicas gracias por esperarme.
-África: Si sigues llegando así de justo nos plantearemos si esperarte más je je.
-Oh lo siento intentaré venirme más temprano.
-África: Es broma tonta!
-Amanda: Vamos chicas no tanta cháchara que sino si que llegaremos tarde a clase.

Pasó la mañana muy tranquila, nos mandaron hacer un trabajo y lo podíamos hacer en grupos de tres así que nos vino perfecto. Cuando salíamos acordamos quedar esa misma tarde para empezar el trabajo, iríamos a casa de Amanda. Me fui a casa a comer y luego leí un rato un libro romántico, habíamos quedado a las cinco así que me preparé y cogí el coche.
Cuando llegué a casa de Amanda, África ya estaba allí así que nos pusimos al ordenador y a empezar a buscar información, Amanda tenía un libro sobre el tema del trabajo y dijo tendríamos que hacer algunas fotocopias, África dijo que yo y ella iríamos a hacer fotocopias y mientras Amanda buscaría más información.
Nos dirigimos las dos juntas a hacer las fotocopias y cuando volvíamos pasamos por delante de una heladería y África me dijo: Te apetece un helado? Yo dije que si, me escogí uno de chocolate y África uno de fresa, también cogimos uno para Amanda.
Mientras comía el helado África se me quedó mirando risueña y me dijo: Ehm, tienes chocolate en el borde del labio. Se acercó y me miró y luego me quitó el chocolate. Mi corazón se aceleró y sentí unas mariposas en el estómago. Luego llegamos a casa de Amanda y le dimos el helado, se puso contenta. Se hizo tarde y decidimos que quedaríamos otro día para terminar el trabajo. Me fui hacia mi casa ese había sido un buen día.

Eres tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora