2. Kat la humana

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Lo primero que hice al levantarme fue mirarme en el espejo. Necesitaba asegurarme de que todo el color se había ido, y efectivamente mi piel no contenía ningún tono verdoso.

Ayer por la tarde, después de descubrir que Nick se dedica ha hacer pruebas de colores en casa gracias a que mi cara obtuvo el color de un melón, fui directa a la ducha, porque él me había asegurado que se iría.

Sí, seguro.

Llamamos a la tienda donde había comprado todos los productos y me dijeron que debía remojar mi cara en agua fría durante una hora. ¿Pero qué clase de pruebas hacía Nick en casa? No lo sé, pero por su culpa ahora no paraba de estornudar.

Bajé a la cocina después de cambiarme.

-Buenos días luciérnaga -adivinad quién era. Daniel.

-No me llames así. No me gusta -dije ofendida-. Buenos días de todas formas -miré a mi alrededor, no había nadie.- ¿Dónde están todos?

-Ellos los Lunes entran a las ocho. Pero nuestro recorrido entra más tarde.

-¿Nuestro recorrido?

-Jack me contó que te habías apuntado a las optativas de economia, literatura, audiovisual y psicología.

-Sí -no entendía qué tenía que ver eso con nuestros horarios.

-Este año psicología no se podía hacer a primera hora del lunes, así que los viernes hacemos una hora más -respondió.

-Vaya. ¿Entonces iremos juntos al instituto?

-Eso parece -su sonrisa apareció de nuevo en su estúpida cara. ¿Por qué se le marcaba tanto ese hoyuelo?-. Venga, date prisa. No tenemos mucho tiempo.

Miré sorprendida la mesa. Allí se encontraba un plato con una crep de chocolate y un vaso con zumo de naranja. Vaya. Se había tomado muchas molestias.

-Gracias -le agradecí-. Por esto.

-Ya bueno, cada año hago creps el primer día de instituto, así que tu también te merecías un buen comienzo -dijo mientras tecleaba algo en su móvil. Levantó la mirada hacia mis ojos-. Come.

Me senté en la mesa y empecé a comer. Pero su miraba me incomodaba. ¿A caso no podía comer en paz?

-¿Me pasa algo en la cara?-le pregunté-. Creía que ya me había limpiado el desastre de ayer -dije sarcásticamente.

Él se rió.

-Comes con mucha ansia mujer, relájate.

-Pero si me has dicho que me diera prisa.

-Ya. Pero puedes comer tranquila -yo fruncí el ceño ante su respuesta. ¿Cómo iba a comer tranquila si tenía que comer rápido? Este chico no era normal.

-Como sea -rodé los ojos y seguí comiendo.

Al terminar los dos fuimos camino al instituto. Era demasiado temprano para mi gusto, las 8:30. Pero él dijo que si nos retrasábamos más llegaríamos tarde. Me paré al lado del coche cuando él pasó por mi lado siguiendo el camino de la acera.

-¿Vienes o no?

-¿No vamos en coche? -pregunté. Sus músculos se contrajeron y su mandíbula se tensó

-No.

-Pero tu tienes carnet, ¿verdad?

-Sí, pero tu no. ¿Cierto? -asentí al oír la dureza de sus palabras-. Pues andando.

-Jack me dijo que el instituto está a media hora caminando.

-Escucha Tara, no pienso coger el coche para ir al instituto, o vienes conmigo o te buscas la vida -él empezó a caminar, así que lo tuve que seguir, porque no sabía dónde estaba el instituto.

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⏰ Última actualización: Nov 03, 2015 ⏰

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