Luciérnaga

47 3 0
                                        

POV Jack.

No sabía cuando se me había ocurrido la genial idea de montarle una habitación a mi hermana, pero ahora mismo me arrepentía de ello.

Nick se encontraba tirado por el suelo, intentando buscar un tornillo que se había perdido hacía una hora, Keith había ido a la cocina para buscar algo que comer y Daniel se encontraba estirado en la cama, mirando las instrucciones del armario que habíamos comprado ayer en IKEA. Él había sido el único que había montado bien la cama y el escritorio, así que después de suplicarle un rato accedió en ayudarnos con el armario.

-¿Has encontrado ya el tornillo? -lo malo es que Daniel nos exigía demasiado.

-¡¿Cómo quieres que lo haya encontrado?! ¡Llevo una maldita hora buscando! -gritó exasperado Nick, el cual ya no sabía qué hacer.

-Esta debajo de tu barriga.

Nick se levantó, y sí, efectivamente el tornillo estaba debajo de su barriga. A veces me daba miedo cómo llegaba a controlar cada cosa, siempre tenía la razón.

-¿Se puede saber por qué no me lo has dicho antes -gritó Nick.

-Me gustaba verte por el suelo. Es divertido -la sonrisa que le mostraba Daniel sólo hizo que Nick maldijera por si mismo.

Al fin, media hora de trabajo y ya teníamos su habitación lista.

-Ha quedado bien -comentó Keith.

-Todo gracias a tu ayuda -respondió Nick.

-Lo sé, si es que no sé lo que haríais sin mi -Nick lo miró mal.

-Venga chicos, sólo queda la última parte. Un toque más Turner -sonreí al pensar en lo bien que quedaría y lo mucho que le gustaría.


PoV Tara

Llegué al aeropuerto a las ocho de la mañana, pero por sorpresa mía nadie vino a buscarme, el día empezaba fatal. Supuse que mi hermana se habría dormido, así que no le di mucha importancia y esperé una media hora, pero cuando cuando ya eran casi las diez las llamadas a su móvil sobrepasaban las treinta llamadas.

Me había dejado tirada. Y no sabía dónde vivía. Estuve a punto de ir a la policía, porque quizás podrían ayudarme, realmente necesitaba encontrar algún sitio donde vivir, ya que por lo que parecía Jack se había olvidado de su hermana.

Justo cuando estaba a punto de irme escuche una voz gritar mi nombre a todo pulmón. Y entonces lo vi. Un chico alto, de pelo castaño y con los ojos de color avellana, que me buscaba preocupado.

Me acerqué a él con la intención de preguntarle qué quería, pero en cuanto me vio se acercó rápidamente a mi para darme un abrazo. No entendía nada.

-¿Tu eres Tara Turner? Por favor, dime que si, porque quedaré como un imbécil como haya abrazado a una completa desconocida.- El chico hablaba demasiado rápido.- Pensaba que te había perdido, y Jack nunca me perdonaría, no quería que me pegara, pero suerte que has esperado. Me he dormido. Si, lo siento pero es que ayer yo quería..

-Vale, tranquilo. No pasa nada.- Le sonreí

-¿Enserio? Ay por dios, qué alegría. Jack casi me mata cuando ha visto la hora que era.- me reí.- Pero que tonto soy, debes estar cansada, venga, vamos a casa, aun nos quedan veinte minutos. Por cierto, soy Nick.

Fuimos en coche efectivamente, durante veinte minutos aproximadamente. A medida que llegábamos él y yo hablábamos más, era simpático.

-Y bien, explícame, ¿qué haces por un sitio como éste? -preguntó.

Turner twinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora