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Samuel.

¡Oh, vamos! Dije entre gruñidos. Había estado toda la tarde llamando a mi hermano y seguía sin contestarme. Habíamos quedado de vernos hoy, para salir o algo. Nosotros no somos de esos hermanos que pelean y se hacen bromas, de hecho, somos todo lo contrario; somos un par muy unido que realmente podríamos decirnos todo entre secretos y demás y él te escucharía. Por eso quería hablar hoy con él, aunque sea de cualquier cosa.

Es obvio que en invierno haya frío, pero aquí últimamente ha estado más helado de lo normal. Por eso, me coloco mi sudadera y una chaqueta súper calentita y acogedora. Iré a su casa. Lo más inteligente que pude haber hecho fue llamar a mi madre para preguntarle dónde estaba pero, ya que hoy no tengo ningún plan o acontecimiento para hacer, ya estoy a las afueras de mi edificio.

Caminando, sin más, mirando mis pies. Siento un ruido muy fuerte y sé lo que es. Una bocina. De un coche. Caigo en cuenta de que me va a chocar pero, antes de que impacte contra mí, me muevo hacia un lado, de un salto, y lo esquivo. Estoy botado en el suelo y la persona que haya manejado aquel coche, o camioneta, no se detuvo a ver cómo me encontraba. O cuál era mi estado.

Me levanto y me sacudo mis ropas. Suelto un suspiro. Odio que pasen estas cosas, joder. No quiero morir todavía, soy muy joven. Río ante mis pensamientos.
Lo malo de este lugar es que si pasa algo, como hay poca gente viviendo aquí, pocos se enteran de cosas como estas. Imaginen qué hubiese pasado si no hubiese esquivado el coche, quizás estaría en el suelo, todavía, hasta unos días más. Pero, en fin, al menos tengo mi propio departamento aquí.

Cuando llego a la casa de mi madre me abraza. Y me invita a pasar.

-¿Cómo estás, hijo? ¿Qué te trae por acá?-comenta.

-Bien, gracias. Oye, ¿está Mat? No contesta mis llamadas y preferí venir a verlo

-Oh, sí. Se quedará unos días con un amigo, me envió un mensaje.

-Ah, vale. Quería salir con él, pero... En fin, nos vemos más tarde.

-Cuidate, hijo.

Voy, nuevamente, a la cafetería de siempre. Y, tras abrir mi mochila, saco el pc. Abro el gmail y miro mi bandeja de entradas. Tengo un correo de la biblioteca. Sonrío. Pero no iré a trabajar. Mi hermano me ha dicho lo del trabajo y esperaré eso, es mejor. Cuando vuelva a comunicarme con él le diré que me confirmaron pero prefiero lo que él me mostrará. A veces, las mejores cosas vienen al final.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2015 ⏰

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Murder (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora