The Monster.

Capitulo 23.

- ¿ Estás cómoda ? - Preguntó riendo.

- La verdad es que si. Eres bastante cómodo. - Contestó divertida.

- Gracias por el cumplido. - Agradeció con un guiño pícaro.

- Elliot se había percatado de que Sara había colocado su cabeza en su espalda.

- Ya hemos llegado , y estás sana y salva. - Comentó orgulloso.

- ¿ Contento ? - Dijo mientras se quitaba el casco y bajaba de la moto.

Elliot le envió una sonrisa escondida. Sara estaba delante de él y a su espalda , el camino de piedra rodeado del jardín que conducía hacia el porche de su casa.

Elliot en cambio estaba apoyado en la moto , con su casco en la mano , un pie en el freno y otro apoyado en el suelo.

- Para ser tu primera vez en moto , no te has quejado mucho ....

- Eso es porque ni siquiera lo he notado ...

Ambos volvieron a reír , después de unos segundos de silencio , la puerta de la casa se abrió y una mujer rubia con un camisón blanco se paró en el marco.

- ¡ Sara la cena está lista !

La rubia se giró e hizo un gesto hacia su madre , la cual volvió hacia dentro.

- Tengo que ...

- Buenas noches Sara , ten cuidado por los bosques ¿eh? - Bromeó el joven lanzando otro guiño.

Sara dio una carcajada y le sonrió de vuelta.

- Buenas noches Scott.

Sara se acercó a él de nuevo para devolverle el casco , y sin darse cuenta , quedó a unos escasos centímetros de su boca. Elliot se lanzó antes de perder la oportunidad. Un beso fugaz , delicado y necesitado , fue aceptado de vuelta por Sara , la cual cerró lentamente los ojos y dejó que él le siguiera besando.

Volvió a abrirse la puerta de la casa pero a Sara no le importó. Siguió con el beso hasta que ambos se separaron al darse cuenta de lo que estaban haciendo.

Ella se había vuelto a ruborizar y él se había dado cuenta de ello.

- Bueno Elliot , debo irme. Nos vemos mañana. - Dijo rápidamente , antes de que él pudiera decir algo dio media vuelta y caminó hacia su casa.

Antes de cerrar la puerta , ambos se observaron por unos segundos hasta que Elliot le guiñó un ojo y Sara sonrió avergonzada mientras la cerraba.