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Visita al médico.

Tres semanas después...

Iba en el auto con mi madre, el día de hoy ella me llevaría al medico. Ya que hace varias semanas había tenido:

+Sangrado en la nariz.
+Fiebre.
+Y muchos mareos.

Bajamos del auto mi madre me traía al hospital central, y fuimos a recepción en el cual nos dijeron que teníamos que esperar unos minutos mas porque el doctor estaba ocupado, nos sentamos en unas sillas que se encontraban ahí y esperamos.

—Todo saldrá bien —le dije a mi madre mientras la tomaba de la mano en señal de apoyo y ella solo asintió mientras suspiraba.

—Señorita Williams —dijo la recepcionista y mi madre y yo nos levantamos- Acompáñenme —dijo caminando mientras nosotras la seguíamos.

Nos llevo a un consultorio amplio y muy lindo, estaba pintado de blanco completamente habían unos cuadros de unas pinturas de artistas que logre reconocer entre ellos: Leonardo DaVinci, entre otros. Se encontraba un escritorio situado en un rincón del consultorio en el cual se encontraban retratos familiares, y enfrente de este se situaban dos sillas. Además a unos pasos de ese escritorio estaba una camilla y encima de esta una estantería donde se encontraba lo que se podía diferenciar unas medicinas, y al fondo había otra puerta que no sé a donde se dirigía.

Nos sentamos enfrente de el medico en las sillas que estaban ahí, y el medico nos miro a los dos consecutivamente por unos segundos y hablo:

—¿Quién es _____ Williams? —pregunto y yo hable.

—Soy yo —dije con seriedad y el doctor me miro.

—Muy bien ____, ahora dime ¿Que te trae por aquí? —preguntó agarrando una pluma y abriendo mi expediente, para luego verme.

—Bueno pues... —hice una pausa— No me he sentido muy bien, en este tiempo —dije y el me miro.

—Continua.. —dijo comenzando a escribir y yo suspire.

—He tenido muchos sangrados de nariz, fiebres y mareos constantes —dije rápido y el anotó.

—Bueno, creo que te realizaremos unos análisis, para así poder descubrir tu enfermedad —dijo mirándonos a mi y a mi madre.

—¿Es dañina su enfermedad? —preguntó mi madre preocupada y yo puse mi mano en su hombro en señal de mucho apoyo.

—No lo sabemos, por eso realizaremos los exámenes para así descartar cualquier cosa y quiero descartar la hipótesis en la cual estoy pensando muy seriamente —dijo el doctor mirando a mi madre para luego mirarme a mi seriamente.

Bajo la vista y comenzó a escribir en mi expediente, para cuando finalizó lo firmo y luego colocó su sello. Luego agarro un papelito pequeño de una gaveta de su escritorio, escribió en ella e imito la acción anterior, se levanto de su asiento y camino a la estantería y de allí saco un termómetro, me lo colocó en la oreja y me lo saco a los minutos, me miro con una expresión preocupada y me mando hacia laboratorio donde me harían el análisis de sangre.

Caminamos mi madre y yo, con una nota firmada por el medico. El Dr. Roberts nos había mandado hacia allí, las enfermeras nos miraron y extendieron la mano, yo les entregue el papelito y ellas sonrieron.

Me colocaron en una silla y me sacaron sangre, si no fuera porque estoy enferma ya hubiera dicho que me querían dejar sin sangre me sacaron mucha sangre para un simple análisis. Cuando terminaron me dijeron que en una semana fuera por los resultados, agradecimos y nos encaminamos hacia nuestro hogar.

Al llegar subí hacia mi habitación, busque lápiz y un papel me senté en mi escritorio el cual poseía mi habitación desde que tengo memoria y comencé a escribir:

Carta 1

"¡Hola José!

Bueno te preguntaras ¿Porque esta carta? Bueno aquí te daré la respuesta. Puede que yo tenga una seria enfermedad, yo se que me reprocharas por no decirte antes, pero eso ha sucedido desde antes que te fueras como hace dos meses precisamente.

No quería que nadie se enterara, así que cuando me pasaba eso yo solamente salía de la casa o me encerraba en mi habitación, así que nadie sabia ¡No es porque no te tenía confianza José! Se que en este momento estas pensando esto, si es que tengo la enfermedad que supongo tener esta carta la leerás cuando muera, solo entonces la leerás.

Bueno también te quería decir que si muero vayas a mi tumba todos los miércoles, como cuando nos reuníamos en mi casa y comíamos chucherias y pasábamos enfermos de el estomago casi que un mes, quiero que me vayas a dejar flores (obvio) Y que me vayas a dejar chocolates, no se como desde el otro mundo me los comeré, pero ten por seguro que yo soy la que se los va a comer.

Bueno en fin en esta carta solo te quería comentar eso, además de que me sacaron sangre ¡Me sacaron casi un litro! ¡NO TE RÍAS JOSÉ SE QUE TE ESTAS RIÉNDO! Pero así eres tu así que... Creo que te lo perdonaré por ahora pero no olvides una cosa y una sola cosa: Te quiero mucho. Tu amistad para mi vale mas que nada, muchas gracias por encontrarme, porque ya sabes lo que dicen: Antes de encontrarte, debes perderte.

Y yo quiero que tu me encuentres, en otro lugar pero se que me vas a encontrar mi Canelitas. Eso si creo que era todo y bueno.... Creo que me despediré.

Atte: Tu amiga de los chocolates y hermosas sonrisas.

Posdata: Cuando vayas a mi tumba llevas a los chicos ¿Si? Quiero verlos a todos reunidos sin peros. Y me llevan caramelos sino te iré a jalar los pies en la noche."

Una carta a mi mejor amigo |Jos Canela|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora