Una carta a mi mejor amigo |Jos Canela|

Epilogo

20 años después.

—¡Papi, papi! —decía mi pequeño Miguel mientras llegaba a mi lado.

—¿Que sucede Mig? —le pregunte y el miro.

—____ y Daniela descubrieron algo en el sótano —dijo con toda la ternura de el mundo.

—Así ¿Que es? —pregunte y _____ llego con Daniela detrás.

____ portaba una caja muy sucia y vieja. Yo la agarre y puse a Daniela en mis piernas, abrí la caja y me encontré las cartas, las cartas que en una vez me había echo el amor de mi vida, esas cartas que desborraban sus sentimientos a flor de piel, la amaba tanto o más que a mi vida.

—¿Quién es ____ Williams y porque lleva el nombre de mi hermanita papi? —preguntó Daniela con dificultad y yo sonreí.

—Fue un gran y hermoso amor que tuve antes de encontrar a su madre, _____ Williams nunca llego a ser mi novia pero estábamos muy enamorados.

—¿Y porque no fueron novios papi? —preguntó Mig y yo lo mire.

—Ella murió, pero nunca he dejado de quererla.

—Por eso me llamaron así —preguntó _____, y yo sonreí mientras asentía.

—Su madre estuvo de acuerdo y me hizo muy feliz llamarte así. Desde donde quiera que estés ____, quiero que sepas que te amo y que nunca dejare de amarte —en ese instante una foto se callo de la cajita.

Estábamos ella y yo en el parque mientras sonreíamos, recuerdo que Alan la tomo, esa foto era perfecta.

—¿Era ella papi? —preguntó Daniela y yo asentí.

—Era muy linda —dijo Mig y yo concorde.

—Si, ella fue y será el amor de mi vida.

Fin.