Contigo siempre

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A la mañana siguiente Elizabeth había tomado un baño, su cintura dolía así como un poco su entrepierna, logró soportar el inmenso tamaño de su compañero de cama la noche anterior, pero ahora todo aquello le pasaba factura. Al fin había logrado comunicarse con sus amigos, por suerte no se encontraban lejos, pronto llegaron por ella, parecía ser que lo que había pasado anoche se trataba de una despedida, una imposible de olvidar.

—Mis amigos llegarán hoy en la noche por mi —Dijo en tono triste, quería reencontrarse con sus amigos, pero eso significaba despedirse de aquel hombre.

—Y, ¿No quieres irte? —Le preguntó orgulloso.

—Em... la verdad, la pase bien contigo, no quisiera dejar de sentirme como anoche —Comentó para luego tapar su boca con su mano derecha, aquello se suponía que quedará en sus pensamientos pero sin más lo soltó casi como una confesión.

El tomo su mano dejando un beso sobre el dorso de esta, parecía tampoco querer despedirse de ella; el resto del día la pasaron yendo de arriba abajo por el lugar, sentía que habia descubierto un lado diferente de aquel intimidante hombre, no sabía si alguien mas le conocía de aquella manera, pero se sentía feliz de saberlo.

—Nunca creí que usted fuera así —Confesó mientras caminaban tomados de las manos.

—Es solo con mi familia —Aquella respuesta le hizo sentir un ligero cosquilleo en el pecho.

—Pero yo no soy su familia —Respondió algo desanimada.

—Lo eres, recuerdas que eres mía —El tono serio en el que lo dijo le hizo detenerse, aquel recordatorio lejos de hacerle sentir que era su propiedad le hacía sentir bienvenida en aquel lugar, le hacía sentir como si pudiera recibir un tipo de amor que nunca esperó ni busco tener.

—Si, lo soy, entonces me quedaré, ¿Le parece bien? —Preguntó mientras se acercaba a él un poco más sin soltar aquella mano que sostenía la suya.

—Sería un placer para mi tenerte a mi lado —Definitivamente sentía que había descubierto un lado nuevo e inesperado de aquel feroz hombre, había llegado a escuchar cosas sobre él, cosas que en el momento no le importaban, pues ella también tenía una lista de crímenes que le persiguen.

Esperaron en el puerto la llegada de sus compañeros, debía informales su decisión, ella era la capitana de aquella tripulación, pero no podía obligar a quedarse en una isla con ella sabiendo que ellos habían salido al mar para recorrerlo. Para su sorpresa ellos tomaron la decisión de acompañar a su capitana, aquello sería como una alianza entre ambas tripulaciones y ellos podían llegar a salir junto a los miembros de él en cualquier momento si se requería.

Ambos seguidos de los nuevos compañeros caminaron rumbo al palacio, cosas nuevas estaban por venir y ella estaba feliz y ansiosa por recorrer ese nuevo camino de la mano de aquel hombre que decidió seguir.




Espero que les haya gustado... Es corto pero aun así espero les guste, estoy tratando de mejorar la redacción y coherencia de mis historias, por ello agradezco que a pesar de mis faltas les guste y disfruten de esto. 

Eres míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora