A la mañana siguiente había sido algo acogedor si a Alabster no se le hubiera pegado Naomi en el camino, ahora debería afrontar las consecuencias de los malos entendidos por siempre. Hasta algún punto poco le importaba que su hermana supiera sobre ese tipo de cosas pero nunca estaba de menos.
Pero claro que ahora al pobre de Alabster le asaltarían las preguntas de: «¿cómo supiste que eres gay, hermano?» o alguna cosa asi. Incómodo, pero si queria hacer las cosas evidentes debería arriesgar su cuello; tampoco era como si Luke le fuera un gran temor, le parecía un imbécil. Igual Nico. Bueno, Nico era decente. Entre muchas comillas y brillitos para hacer notar su sarcasmo.
Se había dirigido al lugar de ayer, y miró a Ethan a la distancia. Sintió una extraña sensación en el estómago, quizás eran sus sentidos diciéndole que era otra idea horrible. Pero poco le importó. Se acercó a Ethan y le saludo con una mano, Naomi le siguió segura de si misma asintiendo su cabeza como un saludo-¿qué tal la noche? ¿Te encontraste con Luke o algo asi? ¿o Nico embrujó tu sueños?
-Ninguna, soñé contigo en un prado de unicornios llorando porque ninguno dejaba que le montaras-contestó ácido el asiático. Se notaba que esa semana había estado mal, tenia ojeras y la cara mas palida de lo usual.
Pobre tipo, pensó Alabaster.
Naomi los observó con curiosidad pero no mencionó nada, observaba a ambos con cara de duda puesto que nunca había observado a su hermano congeniar tan bien con alguien antes o alguien que le siguiera el juego tan naturalmente. Estaba llegando a conclusiones demasiado rápido en su cabeza y era un peligro. Decidió por seguir siendo una espectadora.
-¿Entonces cuál es tu plan, Torrington?
-Sonrieme mucho cuando estemos a la vista de Luke. Así de simple. Verás que no te estoy jodiendo. Se pondrá celoso en un pis pas.
-Y si no sucede...
-Te ganas el premio de consolación-respondió Alabaster. Naomi sonrió por lo bajo.
-Un beso de mi hermano-menciono la pequeña chica.Ambos chicos se le quedaron viendo y Alabaster termino dando una leve carcajada. A la noche debería aclarar las cosas, el príncipe azul del asiático no era él ni nada parecido. Además eso es tonto. Ethan por su lado se había puesto nervioso. No le gustaba que esas fueran una de las primeras palabras que había escuchado de la chica menuda.
-Si tu quieres digo yo.
Ethan le dijo con una mirada que si seguía con la broma lo golpearía en el estómago. Él ya había tenido suficiente atención por la semana. Primero Nico, luego Luke..., por quién se estaba rompiendo la cabeza hace un rato. No sabía si de verdad algo había aflorado desde el otro día. No sabía si sentía atracción. No sabía de nada y le aterraba porque no se entendía a si mismo. Lo único de lo que estaba informado era que a la noche de ayer se había quedado hasta tarde pensando en lo mal que quería otro beso o abrazo de Luke.
... y lo peor es que siquiera había visto a Nico desde esa tarde. Quería decirle la verdad, no quería mantenerse en una relación que siquiera era real. Habían compartido bonitos momentos en la iglesia como pareja pero eso era exactamente lo mismo que hacía con el rubio.
-Lo que sea, andando-Mencionó Ethan pasando su mirada por el parque.
Alabster tomó a Naomi y a Ethan del brazo como si fueran un escuadrón, comenzando a marchar.
Al ya llegar a la escuela Naomi se adelantó, yendose con sus amigas, dejando a ambos chicos solos hablando sobre estupideces mientras tiraban mierda al alcalde del estado.
Entrando a la escuela Alabaster se puso a contar chistes horribles que incluían juegos de palabras. Y Ethan se veía evidentemente como alguien que se estaba conteniendo la risa, tratando de aún poner su cara de estar muerto por dentro, pero al final soltó una estúpida risotada inundando el ambiente de conversaciones mañaneras entre estudiantes con la suya. Sólo una persona se dio cuenta de esto y fue Silena Bouregard, encontrándolo inusual. Sus ojos siguieron al asiático, observó a Alabaster con mezquindad, terminando por sonreír como siempre que encontraba posibilidades por ahí. Tenía un nuevo rumor entre manos.
Se acercaron al jardín trasero aún de ella manera, Ethan cubría su boca-¿Como camina un pato con una pata?-preguntó Alabaster-. Cojeando.
Luke hablaba con los hermanos Stoll, diciendo algo raro del club de debate y drama juntos. Que seria la mejor broma del año o algo así, hasta que Travis apuntó a Ethan y Alabaster con una sonrisa en su cara. La careta que mostró Luke no fue agradable en lo mas mínimo, los Stoll le sonrieron encantadoramente en busca de enojarlo aún mas en busca del conflicto.-Oh, y mira ¡se esta riendo como un imbécil! Seguro Alabaster es mejor de lo que pensamos, Torrington no puede ser tan gilipollas, Luke.
-Cállate, Connor.-Le cortó el rubio.
-Wow, McCelos. Calmate un poco. Si tanto te enoja ve por él.En ese momento algo extraño paso, Nico apareció desde la nada misma y observó a Ethan con rencor. Alabaster lo miró como si fuera un moco raro y Ethan se removió de su lado. El chico de piel oliva lo tomó de la muñeca y lo arrastró, el asiático sabía que venía.
Luke de por si, sonrió por lo bajo. Sabía lo que sucedia. Su plan iba funcionando por ahora, Ethan pronto iría por él, claramente furioso. Luke lo calmaria, trataria de hacerle ver que era sólo culpa de Nico, que lo amenazó y presionó.
Y Ethan terminaría odiando al Italiano por forzar las cosas a suceder.
Sonaba como un plan perfecto.
Pero la sonrisa se le borró del rostro al notar que Alabster se le acercaba, su cara se torcía en un gesto se furia-¿Qué hiciste esta vez, Rubiecito?
-Pronto lo descubriras, ¿no eres su amigo? Ah, se me olvidaba que no confia en ti.Las miradas que se daban no eran sanas en lo absoluto. Alabster finalmente se apartó y se cargó sobre una pared. Se preguntaba qué queria el bicho raro ese. En qué se había metido Ethan con él.
Bueno, mejor dicho: En que bola de mierda se había metido Ethan, quizás con eso se refería a que apostaría su cuello.