Después de todo el rollo de saludar a los vecinos del barrio, me dirigía a casa de mi tía, donde actualmente vivía yo. Ella fue la que me dio la idea de independizarme de una vez por todas, además, ella "donaba" gran parte del dinero para poder alquilar el piso.
-¡Linfan! ¡Linfaaan!- Escuché como alguien me llamaba a la distancia. Me disponía a girar mi cabeza cuando un árbol me tapaba las vistas.
-Ah, mira qué bien...- Me moví un poco hacia la izquierda y pude ver la persona que me llamaba. Era mi tía.
-¡Ah cariño, te estaba buscando! ¿Has acabado con todos los papeles del piso y mudanza?
-Sí, un poco amargada la agenciadora pero en general todo bien.
-¿Y esas pintas cielo? ¡Pareces una de esas muñecas que hay que vestir!- Empezó a reír a carcajadas mientras me ruborizaba de vergüenza del escándalo que hacía su alborozo.
-Tita Dalia...para por favor...estas haciendo mucho escándalo...La gente nos mira, ¿Sabes?...- Mi tía era muy alegre para su edad, vivía con ella ya que mi madre se largo y me dejó en manos de papá, hace unos años que él murió pero aún no acepto su muerte. Su último deseo era que su hermana, es decir mi tía, cuidará de mi hasta que fuera bastante mayorcita.
-¡Cariño, ya sabes cómo es tu tía!- Ríe.
-Claro, bueno...¿Dónde está Donna?- Donna era mi querida gatita persa.
-En aquella bolsa rara que comprastes para ella. Está lista para la mudanza. Sólo falta el camión que venga y podremos comenzar con todo. Aunque hay un problema...
-¿Problema? ¿Cuál?- La miré con el ceño fruncido ya que no esperaba ningún "problema".
-Bueno...el camión de la mudanza no vendrá hasta la noche y es aún de buena mañana, así que he pensado que podríamos ir a...algún sitio.
En aquel momento no se me ocurría ningún sitio en particular que pudiésemos ir. Pero...sí...aquel "museo" que me comentó el anciano...Dijo que había cosas muy bonicas...
-Pues mira... sé un sitio...hay una mansión a unos minutos de aquí, dentro, hay como una especie de museo. ¿Por qué no vamos?
-¡Hey, why not! (Por qué no)- Mi tía tiene una manía de hablar en inglés...y yo que soy penosa en inglés...siempre he odiado aquella materia.
Asentí con la cabeza en forma de que fuéramos ya rumbo al "museo". Estuvimos todo el camino preguntando a personas en dónde quedaba aquella mansión. Al final, aquellos minutos que dijo el señor se transformaron en una hora.
-B-buf...Q-qué colina tan empinada, por Dios...-Mi tía estaba para el arrastre. No podía mantenerse en pie así que por toda la cuesta iba apoyándose en los árboles que había en la cera.
-No sabía que aquella mansión estuviera en lo alto de esta colina...¡Ah, mira! Ya llegamos, tranquila.- Se podía ver un castillo dorado...Bueno, exagero mucho, una mansión que parecía dorada. Se veía muy lujosa y eso hizo que mis ojos brillarán de emoción.
-You can do it Dalia...(Puedes hacerlo Dalia) S-sólo un poquito más...más...Hala.- Llegó a la puerta de la mansión y se quedó ahí quieta.
-Tía, se puede abrir la puerta...No hace falta esperar, ni picar ni nada...
De golpe y porrazo de la gran puerta salió una chica que parecía de mi edad, llevaba unos ropajes algo extraños...parecía una sirvienta...o eso creí.
-Buen día señorita. ¿Viene a visitar el museo de los señores Krishneez?
-Ah, hola cielo. Sí, venimos a visitar aquel museo que me ha dicho mi sobrina. ¿Se puede?
-Oh, por supuesto que sí. Entren por favor.- La chica nos guió por un largo pasillo donde todo estaba decorado con esculturas que parecían de gran coste. Se nota que son ricos, millonarios o lo que sea...
-¿Has visto chiquilla? Estudia mucho para llegar estar así de forrada como los "Krishiz".
-Tía, es "Krishneez" y...no creo que llegue a tener tanta pasta como esta familia...- Parecíamos las típicas marujas del pueblo cuchicheando a las espaldas de la sirvienta...
Llegamos a una especie de sala enorme donde todo estaba adornado con pinturas, esculturas y suvenirs bastante extraños. Parecían ser de países africanos, indios, etc...
-Si me disculpan, he de ir a atender a mis señores. Con permiso.- La sirvienta se fue de la sala algo apurada, así que me límite a mirar a mi tía algo extrañada.
-Bueno al menos...hay más gente aquí. Vamos Linfan.
Mi tía y yo nos limitabamos a admirar las pinturas que habían colgadas en las paredes, ¡eran tan raras y graciosas de algún modo! Mientras me dedicaba a mirar un tigre disecado (cosa que me dio mucha pena) mi tía empezó a moverse de una manera muy extraña.
-¡M-mi cartera Linfan! ¡N-no la encuentro!
-¿Cómo que no la encuentras? ¿La tenias en algún bolsillo?
-¡S-sí! ¡He puesto mi mano en el bolsillo izquierdo trasero del pantalón y ya no está!
-Tranquila, empezaré a buscarla, ¿De acuerdo?- Sonreí cálidamente a mi tía para que no se preocupará más. Estuve un buen rato buscando aquella dichosa cartera, pero nada. Ni rastro de ella.
-¡Ay por las pantacas del abuelo! ¡Muchas gracias!
-¿Hmm...?- Giré mi cara para ver que ocurría, había una chica y un chico delante de mi tía. Son muy parecidos...tal vez sean...¿Los gemelos que hablaba aquel anciano? Si lo son, ¡deben de ser los hijos de los propietarios de esta mansión!
-Vi que a alguien se le había extraviado esta cartera, así que fui preguntando a todo aquel que estuviera en esta mansión hasta encontrar el propietario.
-Tenga más cuidado con sus cosas, ¿Eh?
Los dos eran definitivamente gemelos. Pero nunca imaginé que fueran de sexo opuesto. Normalmente suelen ser del mismo sexo. Eran realmente atractivos, tanto como el chico y la chica. Tienen un color ceniza de cabello bastante brillante y unos ojos verdes...que me recuerdan a la hierba sinceramente...Lo sé, muy poético, ¿No?
-Vámonos Frédéric.
-Sí, Amber.- Con paso decidido, salen de la sala como si no hubiera pasado nada. Pero aquel chico...antes de salir me miró por el rabillo del ojo...Serán por mis pintas, seguro.
-Ay mi querida cartera...- Se pasó la cartera por su cara haciendo parecer que la echaba de menos, eso me hizo reír.
-Vámonos tita, con el tema de "En busca de la cartera" Ya se ha echo tarde sin darnos cuenta...
Asiente. Salimos de aquella gran sala y a continuación de la mansión. Fue un día agotador y sin más demora nos dirigimos al edificio donde viviría a partir de hoy.
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¡Hola! ;3 El capítulo de hoy ha sido un poco más largo y eso...Nye :V, dentro de nada subiré el capítulo 3, chau ;3.
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Mi compañero de piso, ¡¿Un fantasma?!
Fantasy¡Hola! Me llamo Linfan, tengo diecinueve años y trato de llevar una vida universitaria "normal". ¿Te quedarías flipando si una mañana al despertar un desconocido te dijera que eres la única en verlo, que necesita ir a la "luz" y que será a partir de...