Después de haber llegado a mi piso, el camión vino unos 5 minutos después. Estuvimos mi tía y yo varias horas hasta la madrugada abriendo cajas y desempacando cosas, aún así, faltaban algunas cajas que las traería a mano de casa de mi tía. Me despedí de ella tras una larga noche y se fue a su hogar.
Estaba oscuro y me acosté en lo que ahora era mi nueva cama, sencilla, no mucho que decir de ella.-Jo...todo está tan oscuro y tengo fri...- En aquel momento escuché unas sirenas, suponía que serían de la ambulancia y eso me hizo poner más nerviosa-.¡S-sol solecito calientame un poquito...![...]
No sabía porqué, pero siempre que tenía miedo cantaba aquella canción que hacía que me relajará, aunque sea algo infantil...
Las sirenas seguían pero el ruido sonaba algo lejos de aquí continuamente, suponía que a alguien le habría pasado algo o alguna cosa por el estilo...
-Una ovejita...dos...ovejitas...tres...- Mis párpados iban cerrándose inconscientemente hasta que quedé dormida.
Por la mañana me desperté con el graznido de las gaviotas. Mucha gente dice que las odia pero yo sinceramente creo que son hermosas. Sin fijarme mucho dormí con la ropa que llevaba ayer. Decidí ducharme y vestirme. Aquel día me puse ropa decente según yo, un vestido largo veraniego con unas sandalias blancas, dejé mi pelo ondulado suelto, algo despeinado.
-Bueno, supongo que iré a por las últimas cajas que tengo en casa de mi tía...- Cogí un bolso con mis llaves y teléfono móvil. Salí de casa y bajé corriendo las escaleras, cosa que... bueno...hizo que me tropezara casi matandome con unas simples escaleras. Al salir del portal, después de aquel pequeño incidente, vi a las ancianas de la otra vez algo preocupadas.
-Hola, buenos días. ¿Por qué esas caras tan largas...?- Sonreí hacia ellas pero me miraron con unas caras algo deprimidas.
-¿No te has enterado, chiquilla? El hijo de los Krishneez...ha muerto...- Dijo bajando la cabeza.
-¡No! ¡No digas eso Josefa! Sólo...sólo está inconsciente..."coma" creo que se decía...
Aquel chico de ayer que me miró por el rabillo del ojo...¿Ha muerto? No puede ser, ayer lo vi perfectamente. Esto... pero...¿Coma?
-¿S-se puede saber por qué está en ese estado de coma?- Pregunté algo curiosa.
-Bueno, me dijeron que anoche su padre y él se dirigían a un festival musical donde tocaba su hermana el violín pero un coche chocó contra el de ellos, y él salió disparado por la ventana delantera y...
-Y-ya es suficiente señora, ¿Josefa? Gracias por la...información.- Mmm...Quedó en coma tras salir disparado por la ventana delantera del coche...Pff, ves una persona hoy y mañana la ves en el otro lado, bueno...estaba en coma, así que aún habían esperanzas...
-Bueno...muchos de aquí de este barrio han ido a dar el pésame a la familia, ya que es muy difícil que despierte del coma...
-Supongo que iré también a dar el pésame aunque sea nueva por aquí, más que nada por educación.- Y eso hice, me dirigí hacia la mansión y esta vez no tarde tanto como ayer ya que sabía en dónde se situaba.
Al llegar, había mucha gente. Era como si un famoso estuviera rondando por allí y todos los admiradores fueran atosigarlo.
En el centro de todo había una mujer muy bella llorando, dando la mano a un hombre con rasguños por todo el cuerpo. Supuse que eran los Krishneez. La chica que vi ayer también estaba allí llorando junto a ellos.-Pobre gente...perder a su hijo. Tal vez...¡¿Eh!?- Mis ojos se abrieron de par en par. Vi algo que me dejó de piedra, ¡Él! ¡Estaba allí...! ¡P-pero estaba chillando, llorando, de rodillas!
-¡Padre, madre, Amber! ¡Oírme por favor! ¡Estoy aquí! Estoy aquí...- Empezó a llorar desconsoladamente sin saber que hacer.
Sólo me limitaba a mirarlo perpleja mientras seguía chillando. La gente lo ignoraba. No pude evitar sentir un escalofrío recorrer todo mi cuerpo mientras observaba aquella escena. Por un momento sentí como me miraba, así que desvíe mi mirada.
- (Me siento demasiado incómoda para seguir aquí, mejor me voy...)- No tarde mucho en irme sin mirar hacia atrás por miedo de que esa persona me siguiera observando.
A paso rápido me dirigía a mi hogar para no seguir escuchando llantos por parte de la familia como el que creí que era su hijo. Llegué a mi piso y me estire en la cama. Aquello que presencie me dejó algo trastornada. Cogí mi teléfono móvil para avisar a mi tía que iría a buscar el resto de cajas el día siguiente. Parecería una tontería pero aquello me dejó bastante tocada.
-Eh...Hola tía...Hoy no podré ir a por los paquetes así que mañana me pasaré, ¿De acuerdo?
-¿Qué ha pasado cariño? Bueno ya vendrás mañana, no te preguntaré más. Supongo que adiós, ¿cuidate, eh?
-Adiós tita...- Colgué el móvil y di un gran suspiro mirando hacia el techo. En ese momento escuché un ruido que hizo que saltará de la cama-. ¿Q-quién anda ahí? ...
Me dirigí a la cocina y cogí una sarten. Vi en la TV que era una buena táctica contra los ladrones. Caminé poco a poco hacia el salón cuando noté que una mano tocaba mi hombro.
-¡A-Ah! ¡Aparta!- Por instinto traté de dar un sartenazo pero no di a nada-. ¿H-hmm?
-¡...!
-¿H-huh...?- Miré a mis espaldas y vi el rostro de aquel chico. Delante de mis narices. Ahí pasmado como si nada-.¿¡Quién eres tú!?
-...¿Puedes verme?
-¡Obvio que puedo verte! ¡¿Qué haces en mi casa!?
Muy asustada volví a preparar mi sarten para dar otro sartenazo y esta vez no iba fallar.
-¿Estoy muerto?
-...Qué... Es decir...¿Qué dices?
-He visto mi cadáver, ¿¡Acaso estoy muerto?!
-¡Y tú qué m-me cuentas! ¡Supongo que si te veo es que estas vivo!
-Sí pero...todos me ignoraban...¡Soy Frédéric Krishneez, todos aquí me conocen! No entiendo cómo alguien como yo se atreven ignorar.
Frédéric Krishneez...Aquel nombre que nombró la chica la otra vez. Ahora sin duda, él es uno de los gemelos.
-Ves con tu familia...si puedo verte es por algo...
-¿Eres una bruja? Si quieres, te pagaré bien si me ayudas a comunicarme con mis padres.
-¡No soy una bruja retrasado!
-¡No me alces la voz ni me llames eso! ¡Podría llevarte a la cárcel si quisiera!
-¿Huh? ¡Oooh, el niño de papá con todo su dinero me llevará a la cárcel! Qué miedo.- Le miraba con cara burlona. ¿Qué se creía? Entró en mi casa y me iba llamando bruja el...Calma Linfan.
-Te he seguido porque eras la única que me miraba atentamente...los demás era como...si fuera invisible...
-Vale...¿Y se puede saber cómo has entrado a mi casa?
-Eh...yo...- En ese momento vi como su cara se tornaba pálida-. A-atravese la puerta...creo.
-...¿Atravesar la puerta? Pff...¿Eres un fantasma o qué?
-Tengo mis dudas.
Cuando dijo eso me puse a reír...aunque...si atravesó una puerta no debía tratarse de magia. Entonces deje de reír al momento. No podía ser...¿Un fantasma?
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¡Hola! ;3 Capítulo 3 acabado, ¡Yay! Nos vemos hasta el capítulo 4, chau ;3.
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Mi compañero de piso, ¡¿Un fantasma?!
Fantasy¡Hola! Me llamo Linfan, tengo diecinueve años y trato de llevar una vida universitaria "normal". ¿Te quedarías flipando si una mañana al despertar un desconocido te dijera que eres la única en verlo, que necesita ir a la "luz" y que será a partir de...