I never leave you again, my love

Taryon

Sonrie descarado mientras rellena su copa de vino.

- Te he hecho una pregunta, ¿Donde esta?- reclama impaciente y golpea la mesa, haciendo la botella temblar.

- Esa traidora no esta aqui, me temo.- se queda sorprendido ante la declaracion del rey de los elfos, no lo entiende.

- ¿Donde esta?- dice aun soprendido pero sin apartar su tono enfadado.

- Ahora vive con enanos. No la encontraras aqui. Asi que te invito amablemente a que te vayas y no vuelvas jamas.- ve que dos guardias se acercan y decide irse por voluntad propia y no quedar en evidencia.
Su respiracion es agitada y fuerte, debido al enfado. Resuena por el castillo debido a su silencio sepulcral caracteristico, una de las razones por las que se fue de ese sitio.

Abrio las pesadas puertas de la sala de entrenamiento y encuentra justo a quien estaba buscando.

- ¡Legolas!- exclama llamando su atencion. El susodicho se gira y su expresion cambia drasticamente.

- Taryon, que sorpresa.- dice con tono arrogante, mas propio de su padre que de el mismo.

- Dejate de tonterias, esperaba que tu pudieras decirme donde esta Tauriel. Eras como un hermano para ella.- el principe elfo aparta la vista y la fija en las flechas que estaba guardando, claramente dolido. Cosa que no pasa despercibida para el imponente elfo- por favor, llevo cincuenta años sin verla...- dice mas calmado esta vez y apoyando una mano sobre su hombro.
Legolas sube la vista hasta sus ojos. Hay arrogancia en ellos, pero tambien dolor.

- Erebor.

Dice simplemente y se va a paso raudo por la puerta.
Taryon se queda alli unos segundos, tratando de asimilar la informacion que acaba de recibir.

Se pone en marcha en seguida sin saber que ha pasado para que Tauriel abandonase su amado bosque.

Calcula que a buen paso llegara a Valle a media noche.

[...]

Narra Kili

Los ultimos rayos de sol se cuelan entre las cortinas e impactan violentamente con mi rostro, interrumpiendo mi sueño. Maldigo por lo bajo tratando de no perturbar el sueño de mi acompañante. Su cabeza descansa sobre mi pecho y puedo sentir a traves del lino de mi camisa su calmada respiracion. Sonrio mirando al techo y reflexiono sobre lo diferente que era mi vida un año atras, cuando aun viviamos en Ered Luin. Thorin trabajaba en la herreria y Fili y yo le ayudabamos con los pedidos, haciendo fechorias alguna que otra vez...

- ¿Que piensas?- Tauriel ha despertado y me mira curiosa apoyada sobre su brazo.

- En lo mucho que ha cambiado mi vida- sonrie suavemente- ahora tengo un verdadero hogar, y... te tengo a ti.- acaricio su mejilla de porcelana y ella sonrie enternecida- la verdad es que aún no entiendo por qué te quedaste junto a mí, amabas el bosque...-confieso tímidamente y ella rueda los ojos.

- Estaba sola, y me sentía diferente a los demás. Era como una jaula dorada de la que no podía salir. Kili, amaba el bosque y lo sigo amando, pero también te amo a ti- sonrío y se acerca poco a poco a mi dejando que nuestros labios se rocen. No lo puedo aguantar más y la beso, acaricio su espalda por encima de la camisa y ríe levemente, empiezo a hacerle cosquillas y se revuelve en mis brazos riendo. Consigue soltarse y se tumba de nuevo a mi lado.

- He pensado que podríamos salir de caza algún día, ahora que los terrenos son seguros.- digo mirándola a los ojos tratando de averiguar su opinión.