Había estado buscando a Guillermo desde que había llegado a la escuela, pero este chico se escondía muy bien, y eso me constaba. No tuve más que preguntarle al idiota de su novio, me acerqué a él y estaba coqueteando descaradamente con una tía que se ve más paseada que mi almuerzo. -Garnes. - le llamé, me dio una mirada socarrona
-Samuelito, ¿cómo va todo, querido?-
- ¿Dónde está Guillermo?- Le pregunté frío
-No hablemos de él, hablemos de nosotros. - Puso una mano sobre mi pecho
- ¡Dime dónde rayos está Guillermo!- le grité mientras aventaba su mano lejos de mi
-Tranquilo. - me sonrió. - Así me gustan, rudos. - su comentario estaba completamente fuera de lugar, y mi furia no hacía más que aumentar
-No voy a repetirlo Garnes. -
-Pues no lo sé. Solo follamos y se fue corriendo. -
- ¡¿QUÉ?!- Me alteré completamente
-La muy puta se me ofreció y bueno, soy hombre. - Traté de controlarme, pero la sonrisa de ganador que puso me hizo enfurecer, le di un golpe en la cara para que se le borrara la sonrisita de idiota que había puesto, quedó en el suelo y comenzó a salirle sangre por la nariz y el labio, su amiguita se acercó a "ayudarlo"
- ¡Aléjate de Guillermo si no quieres más como esos!-Me alejé por el pasillo pensando dónde rayos puede estar Guillermo. Hasta que un recuerdo atacó mi cerebro
>>> Gracias por ser mi amigo, Samuel. Creo que los músicos ya no aguantarían mis llantos en sus ensayos<<<
- ¡Claro! Pero seré tonto. -Caminé por los pasillos de la escuela hasta encontrarme frente al aula de música, entré sin hacer mucho barullo ya que no quería interrumpir el ensayo y que el profesor me echara. Entré al cuarto donde guardan los demás instrumentos, paseé mi vista por toda la habitación y Guille no estaba ahí, me quedé en cero, con mucho coraje e impotencia invadiéndome nuevamente. Bueno, fue así hasta que el ensayo paró por unos segundos y pude escuchar un sollozo muy cerca de mí, caminé por la habitación y detrás de unas cajas, que supongo guardan instrumentos, estaba un chico echo una bolita, literalmente, y bañado en lágrimas, "Mi Guille". Me acerqué a él y me senté a su lado. -Guille...-Es lo único que dije, los sollozos pararon al instante y yo solo puse mis brazos a su alrededor, Guillermo siempre intentaba parar el llanto para que yo no lo notara, pero como no hacerlo. -Guille, tranquilo, sé que lo quieres, pero espero que con esto al fin me hagas caso, es un idiota. -
-No. - Se escuchó con voz temblorosa
- ¡¿Por qué eres tan terco?! ¡Te hizo daño!- ¡Algunas veces creo que es idiota!
-No... No lo quiero. -
- ¿Cómo?-
-Yo... Ya no lo quiero. -
- ¿Entonces cómo... -
-Se lo he dicho ésta mañana... Y él...- Rompió en llanto nuevamente, ese que había tratado de ocultar de mí
- ¡¿QUÉ?! - Ese chico se había atrevido a tocar a Guillermo sin su permiso, esto no se quedaría así. Me puse de pie con toda la furia recorriendo mi cuerpo, definitivamente no se quedaría así, fui directo a la puerta y Guillermo me tomó del brazo
- ¿A dónde vas Samu? -
- ¡Voy a ir a matar a ese hijo de puta! -
-No, por favor, no te metas en problemas. -