Querida;
Sé que las palabras duelen y ellos no miden las consecuencias, pero, tus brazos no tienen la culpa.
3.-
Querida;
Sé que las palabras duelen y ellos no miden las consecuencias, pero, tus brazos no tienen la culpa.
Querida;
Sé que las palabras duelen y ellos no miden las consecuencias, pero, tus brazos no tienen la culpa.