Tres

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Querida Ronnie:


Se suponía que hoy iba a tratar de acercarme a ti. Pero no pude hacerlo.

Te has retirado a media clase, informando que te sentías muy mal.

Tú nunca habías hecho eso.

Siendo un poco más detallista, puedo notar que algo en ti ha cambiado desde el último año. Es como si las paredes que te protegían y mantenían fuerte hubiesen comenzado a ceder, y ya no te estás resistiendo a caer.

Veo bolsas debajo de tus ojos verdes. Te veo más pálida de lo normal.

Ya ni siquiera sonríes. Ni siquiera cuando te sientas en el comedor apartada, leyendo uno de los tomos de Harry Potter como tanto te gusta hacerlo.

¿Es mi culpa, Ronnie?

Sorry → j.b [historia corta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora