Solange no podía creer lo que oía. Su propio padre le ha dicho, al hombre que más odia que le vigilara, y sin ninguna consideración de su parte, hasta le había prometido su puesto de gerente, si llega a fallar .
Cuantas veces le dio a Alan, su hermano, las oportunidades para enmendar sus errores. Cuantas veces le quito importancia a las malas ideas e inversiones que hizo su hermano en el tiempo que tuvo a cargo el resort. Solange no podía recordar ni siquiera una vez en el que su padre no perdonara a su estupidez.
Pero ahora, que era ella era la capitana del barco, tenía un supervisor. Y uno que estaba seguro que se regocijaría en cada uno de sus errores, alardeando de que con cada uno de ellos, más cerca estaría de ocupar un puesto que le correspondía a ella.
-¿Mi padre te contrato? ¿Acaso le contaste lo que pasó la última vez? ¿Le contaste lo que me hiciste? - preguntó, un poco humillada por su reproche. Habían pasado por lo menos 4 años desde ese incidente y aún así no podía olvidarlo. Además sabía muy bien que aquella vez fueron sus errores los que la llevaron a perder, y no la intervención de él.
-Vamos Sole, los negocios son negocios. Tu padre no le importa si tuvimos roces en el pasado. Sólo le importa mi trabajado y la experiencia que tengo en el manejo de cadenas hoteleras. Tengo un prestigio, ¿sabes? No fue fácil que tu padre me convenciera, pero heme aquí. Así que no perdamos más el tiempo y danos esa charla tan motivadora que estaba dando antes a los empleados.
>>Estoy muy emocionado de escucharte prometer cosas en vano de nuevo. Solo recuerda que esta vez cada error, me tendrá más cerca de donde tú estas ahora.- le dijo con voz segura y desdeñosa. Aunque Nando sabía muy bien que no le había contado ni un solo detalle de lo sucedido con Sole hace años a su padre.
Si bien el viejo era un mal agradecido con su hija, no dudaría ni un segundo en sacarle los ojos si se enteraba de los problemas que tuvo con ella en el pasado.
-Créeme Nando, que estas promesas no son en vano. Te juro por mi madre, que haré que cada una de estas promesas se cumplan aun cuando tenga que vender mis acciones de la empresa para cumplirlas. - dicho eso se dio la vuelta hacia los numerosos empleados que se agolpaban para ver como discutían el jefe de recursos humanos con la nueva gerente del resort. -Esta reunión se suspende hasta mañana, vuelvan a sus tareas.- dejando a todos con la boca abierta se fue azotando la puerta al salir.
-Aun no cambias ese carácter tuyo, Sole. Tendré que castigarte por ser una chica tan mala durante el tiempo que no nos vimos. - se dijo Nando a si mismo.- Como han oído, la gerente suspendió la reunión hasta mañana. Nos reuniremos a las 7 de la mañana, antes que comience el servicio del desayuno para aclarar algunos puntos de la nueva dirección. Pueden retirarse. - Dijo con un tono mucho más diplomático que el que uso Sole, ese tono que se gano con lo años de experiencia que tuvo al dirigir otra cadena hotelera. Dicho eso Nando salió junto con el personal que se encontraba en la sala.
Mientras caminaba hacia su oficina, no pudo evitar recordar la felicidad que irradiaba Solange esta tarde, antes de encontrarse con él y enfrentarse con el mulato. La rubia había cambiado mucho durante el tiempo que estuvieron separados. Había dejado la cara de niña y claramente su cuerpo ya no era el mismo que tenia durante la universidad. Sus curvas se habían acentuado y su porte ya no era el de una adolescente sin experiencia, sino la de una mujer que estaba dispuesta a comerse el mundo.
Mientras iba pensando en los cambios que había visto y que le causaban gran interés, llego a su oficina, donde se leía claramente el título que iba a tener durante su estadía ahí. Y al otro lado del pasillo se veía la puerta donde Sole trabajaría, con su nombre y su cargo.
-Casi como en los viejos tiempos. Ella trabajando muy cerca de mí, pero ahora sabe muy bien que una espada cuelga sobre su cabeza.- se dijo, con cierto pesar mientras entraba a la oficina, que estaba pulcramente ordenada y vacía.

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Resort of Love
ChickLitSolange por fin ha heredado el negocio familiar, a pesar de la retinencia de su padre y hermano. Sabe que se merece estar a la cabeza del Resort Mares del Caribe. Ha trabajado duro y se ha esforzado por ser la mejor. Pero no todo es lo que parece...