Campaña N°1

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-Por favor, no te olvides de llamarme cuando tengas tiempo, si tienes que huir lo haces, no importa, solo ponte a salvo, si?-

-tranquila vieja, si yo no voy como milico, voy como médico de campaña-

-estoy tranquila... aun así te me cuidas- me abrazó y pude sentir toda su preocupación, ninguna madre quiere que su hijo vaya a la guerra, y por más mínima que sea, la posibilidad de morir en aquella situación... ahhh, es bastante alta. Por la recresta! No debería pensar en cosas como esa justo antes de partir. Me despedí de mi madre y hermana, abrazándolas con fuerza, mientras que mi padre permanecía en silencio.

-no vas a decirme nada?-Le pregunte acercándome a él, apretó sus puños y se abalanzo hacia a mí para abrazarme con fuerza.

-te estaremos esperando- sentí como sus lágrimas caían desde su rostro.

-no te preocupi', voy a volver- me solté del agarre, tome mi bolso y camine en dirección al bus que nos llevaría a la base, mire una última vez a mi familia, en sus rostros podía verse la pena que sentían en ese momento, ¿Por qué mierda tengo que ir a esa caga de guerra? Odio el hecho de tener que dejar a mi familia atrás por conflictos de otros, conflictos de los que se hacen llamar nuestros líderes, tener que sacrificar mi vida, mis estudios, mi familia y amigos. ¿Por qué tengo que ir? Cierto, lo había olvidado, por esa wea de decreto, a veces me arrepiento de haber entrado a estudiar medicina, pero en aquel tiempo no tenía ni idea de que todo esto sucedería.

Tome mi lugar junto a la ventana y comenzó mi travesía. Trate de relajarme, cerré mis ojos y deje que el movimiento del vehículos me calmara, pero todo eso fue interrumpido al ser golpeado con una mochila

-Chucha! Perdona weon- alce la vista y me di cuenta que la persona que me golpeo era un viejo amigo que no veía desde la media

-y vo' no saludai' maldito conchetumareh?- él me miro con el entrecejo fruncido, al reconocerme cambio la expresión de inmediato.

-wena po' negro culiao'- levanto una de sus manos, hice lo mismo y las chocamos en forma de saludo- que haces aca? Vo' no estabai estudiando?- dijo sentándose a mi lado

-sipo, pero aquí estoy, obligado-

-la wea penita, yo casi me salvo, pero pa' mi mala cuea me llamaron po- se echó para atrás apoyando en su totalidad la espalda en el asiento

-pero Edgar... tú estabas estudiando o no?-

-tuve que congelar el semestre pasado por falta de plata, entonces cague- después de eso nos quedamos en silencio, ya que frente a nosotros apareció un milico, ni idea si el weon era muy importante pero nos hizo callar a todos los que estábamos en el bus. Ahora que lo pienso, que suerte haber quedado en el mismo pelotón que el Edgar, el resto de mis amigos los mandaron a la chucha. Con este weon la pasábamos muy bien cuando estábamos en el liceo, puedo decir que es mi mejor amigo, pero nos distanciamos un poco porque se fue de Santiago para poder estudiar... y aquí estamos, camino a la guerra, el peor reencuentro de la vida.

Al llegar a destino, nos bajamos del bus –el viaje fue más largo que la chucha— y llegamos a una especie de campo o fundo, la wea que sea, pero había mucha gente weon, todos iban en todas direcciones. Nos llevaron a una tienda donde estaba un sargento o algo como eso y nos ordenó a los que veníamos para trabajar como médicos y enfermeros de guerra debíamos permanecer en esa carpa, el resto debía seguir a otro weon a no sé dónde, fue ahí donde me separe del compañero Edgar, y me quede con un montón de gente a la cual no conocía. En eso llego un tipo con una banda blanca con una cruz roja en el brazo, nos llevó a otra tienda con muchas cosas que nos serian útiles.

Phantom Limb //Jainico//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora