El

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En su día te dije que no era una tia de una noche. Así que no lo intentes porque no va a pasar, búscate a otra.

Luego está el con esa sonrisa arrogante, esa mirada seductora y esa pose tan indiferente. Cuando le ves lo primero que piensas es que es un idiota mas que no merece la pena, pero si piensas eso te equivocas. Como todo en esta vida, eso solo es apariencia y a mi, me encanta.

¿Que donde le conocí? Pues veréis, ese día me toco trabajar en el bar de mi familia debido a que una camarera se había puesto enferma. La noche transcurrió tranquila hasta que dieron las doce, cuando los vi entrar; era un grupo de 4 chavales. Saludaron a mi primo como si fuesen amigos de toda la vida y fueron hacia el billar que esta situado al fondo del local. Pero de los cuatro, solo uno logro captar mi atención. Cuando le vi quitarse su chaqueta de cuero y colocarla en una silla no pude evitar fijarme en sus brazos llenos de tatuajes. Parece que tenemos algo en común, a los dos nos gustan los tatuajes. No tuve la suerte de hablar con el, solo pude cruzar palabras con uno de ellos cuando se acerco a la barra a pedir cuatro cervezas.

A las tres de la mañana me encontraba recogiendo algunas mesas y adecentando un poco el bar para poder irme a casa de una vez. Me encontraba cerrando la persiana del local cuando escuche una voz decir:

- Te he estado observando hoy

Me asuste, joder, no esperaba que hubiese alguien aquí a estas horas. Cuando me gire para ver quien era el idiota que me había asustado no pude evitar abrir mis ojos con sorpresa. Era el. Estaba apoyado sobre una moto, con un cigarro en la mano y observándome sin pestañear.

- ¿Acaso nos conocemos? - pregunte

-No, por desgracia no

-¿Querías algo? - había cerrado la persiana y estaba acomodando mis cosas para irme a casa. Aunque tuviese ganas de conocerle y poder hablar con el, estaba cansada y solo quería irme a casa.

Una sonrisa apareció en su rostro, joder no sonrías.

- Me gustaría saber tu nombre

- Lorena

- Nunca te había visto en el bar, ¿ere nueva?

- Es el bar de mi familia, una de las camareras esta enferma y me han llamado a mi para cubrir su puesto. Siento ser grosera, pero si no quieres nada mas me gustaría irme a mi casa eh ...

- David, me llamo David. Si quieres puedo llevarte, no seria molestia. - Me lo dijo mientras apuntaba hacia la moto en la que estaba apoyado

Lo pensé por un momento, no le conocía de nada pero estaba demasiado cansada y subir hasta mi casa andando me parecía agotador en estos momentos.

- Si no es molestia

El sonrió satisfecho, se giro hacia su moto para coger su casco y me lo entrego para que me lo pusiera. Se monto el primero, me miro y comprendí que quería que me subiera detrás suyo. Tras decirle mi dirección, lo ultimo que escuche antes de que arrancase la moto fue:

- Me gustan tus tatuajes






A veces me da por escribirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora