¿Escuchas tu voz cuando las bombas caen?
¿Escuchas el llanto de aquellas madres?
¿Las ambulancias que no dejan de llegar?
¿La población que se empieza a sofocar?
Silencio.
¿Un minuto de silencio?
¿O noventa y dos?
¿Y si la Tierra callara para siempre?
Tal vez entonces empezaríamos a escuchar.
Que si somos humanos, ¿cómo llegamos a esto?
Y si somos hermanos, ¿por qué demostramos lo opuesto?
Porque en un sentir de superioridad,
Dejamos de usar el corazón,
Para empezar a usar la razón.
Dejamos de actuar con bondad
Y la codicia nos carcomió con ansiedad.
Dejemos de pensar con la cabeza,
Y actuemos con el corazón.
Lloremos las vidas perdidas
Y detengamos esta abominación.
Escucha los lamentos de los que vienen atrás
y aprende de sus errores.
Escucha los vítores de los que aún no llegan,
y espera que sean mejores.
Escucha hoy, ¿Y que escuchas?
Silencio.