Capitulo IX

68 2 0
                                    

-Qué se te ocurre Liliana? Pregunté
-Es que mira tontita, ponte a pensar, ahora que el tipo esta tan enamorado de ti, esta es tu oportunidad para hacerlo pagar. Le vas a seguir el juego. Vas a fingir que sigues enamorada de él cuando en realidad estas conmigo.. Dijo con cara de maldad.
-Pero...
-Pero nada Amelía, así lo harás, a la hora de que todos te vean con él nadie sospechará que estas conmigo, ese es tu mayor miedo no? Dijo ella..
-Si. Pero yo no soy capaz de hacerle eso a él ni a nadie. El único que tiene derecho a juzgar es Dios, yo no soy quien para castigar a nadie. Dije un poco insatisfecha.
-Pero a ver niña ni que fueras a matar a alguien, es simplemente jugar un poco, acá la única beneficiada serás tú. De día tendrás su pene, de noche tendrás mi vagina, que mejor de ahí. Dijo mientras se miraba al espejo.

En este momento es imposible no reír con sus locuras. Es tan perfecta.. Agarré su cintura suavemente, la miré y le dije: haré todo lo que tu digas..

..............................................................................................................................

Desde que le dije a Liliana que acepto no ha dejado de reír como loca.
-Estas fumada? Le pregunté
-No. Es que no hay otra droga que me aloque más que tú, pero ya que hablas de fumar voy a encender unos cigarros, quieres? Me dijo.
-Cuantas veces te voy a decir que no fumo. Como si no me conocieras. Y por favor sal al jardín que el humo me da rinitis. Le dije.

Liliana ha salido, dijo que se iría a su casa. Estoy asustada por lo que estará planeando Liliana. A pesar de todo Miguel fue el único hombre que he querido y no quisiera que sufra por mi culpa. Ni a él, ni a nadie. Yo no soy así.

..............................................................................................................................

Ya casi es Navidad, estoy sacando ropa para donarla a los mas necesitados. Me da vergüenza ver mi ropa, parece de una niña de 11 años. Y todo porque a mi madre le molesta que me vista como una joven de mi edad, según ella, todo es indecente. La mayoría de mi ropa la escondo en casa de Liliana para evitar problemas con ella. Esa es la desventaja de ser hija única, y como casi morí cuando pequeña ahora me tratan como una retardada mental.

Ya que Liliana no contesta su celular para darle las buenas noches, me iré a dormir, ya son las 3 am. Ella seguro andará con una nota como todos los sábados. A las 11 de la mañana del domingo me llegará un mensaje diciendo "duerme bien princesa" cuando ya tengo casi el día hecho. Así es ella, asi es mi Liliana.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 13, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Liliana y yo.. Amor de dos chicas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora