Anna: Una vez más un te quiero de sus labios deleita mis oídos. Yo sonrío delicadamente y llevo mis manos a su cuello, acariciandole la nuca y el comienzo de su cabello. Poco a poco comenzamos, Dani profundiza dentro de mi, hasta estar por completo unidos. Así poco a poco nos movemos lentamente, parece que a Dani le cuesta un poco, esta haciendo fuerza, por consecuencia me agarro fuertemente a él.
-Relájate cariño...- le susurro al oído. Mientras me aferro a su espalda.Dani: Anna me sonríe una vez más. Sus manos van a mi cuello y me acaricia con dulzura. Una vez dentro mi sexo, intento relajarme, pero me está contando, no quiero que nadie sufra, pero poco a poco voy aumentando. Anna se aferra a mi espalda, veo que está relajada, eso a mi me tranquiliza. Seguimos poco a poco nos sentimos cada vez más. Mientras le beso el cuello. Poco a poco empieza a gemir pero no muy alto. Eso me gusta, significa que está a gusto. Mis manos recorren todo su cuerpo y las suyas mis espalda por completo.
Anna: Dani se comienza a relajar, al parecer le ha tensado la idea de hacer daño al bebé. Todos los padres primerizos tienen ese tipo de miedos, al igual que las madres. Sus labios están en mi cuello, haciéndome disfrutar de esto, siento que Dani recorre todo mi cuerpo con sus manos. Yo suspiro y simplemente me dejo llevar, nuestro ritmo está acompasado, como si siguieramos el compás de una melodía lenta. Creo que esta vez es la única en la que me siento totalmente parte de otra persona, de Dani. Es casi magia lo que mis sentidos están experimentando, algo tan único... Pero siento que a Dani le está costando un gran esfuerzo, hace fuerza para penetrarme, eso quiere decir que algo ocurre. Paro enseguida, mis manos dejan de acariciar su espalda.
-Que te ocurre?Dani: poco a poco me voy relajando y voy a ello. Mis labios se introducen en su cuello y mis manos recorren su cuerpo poco a poco. Me está costando un poco, lo noto, y sus manos dejan de acariciar mi espalda...
-es que...si voy rápido...me da miedo de hacerle daño al bebéAnna: Noto como sus labios húmedos se ponen en contacto con mi cuello, instintivamente sonrío, y me dejo hacer. Sus manos recorren delicadamente mi cuerpo, que ahora es extraño. El hecho de pensar que voy a tener un hijo es una locura... Una dulce locura. Los labios de Dani se apartan de mi cuello y se acercan para susurrarme al oído que tiene miedo de lastimar al bebé. Mi mano derecha como un rayo va directamente a encontrarse con las suyas. No tardan mucho tiempo en juntarse y fundirse en tiernas caricias.
-No le haras ningun daño... Yo confío en ti cariño...Dani: las palabras de Anna me tranquilizan. Definitivamente voy a ello, introduzco mi sexo en el suyo y hago como si nada. Todo va bien. El hecho de tener un bebé con Anna es un regalo, nunca pensé que iba a ser padre. Si yo no hubiese encontrado a ella, no lo hubiese tenido. Me transmite mucha seguridad, y obviamente siempre la he querido.
Anna: Poco a poco el ambiente va calmandose y va creándose una atmósfera más cálida. Nuestras manos se acompañan en un baile de seducción en nuestros cuerpos mientras que nuestros labios se hacen dueños los unos de los otros. Suspiros, gemidos, jadeos... Un concierto de emociones y sentimientos piel con piel. Se que de no ser por el, las cosas serían muy diferentes en estos momentos. He sufrido mucho en el pasado y en este trabajo sentía que todo iba a cambiar... Entonces llegó Dani, y sí, algo cambió. Mi corazón se dio cuenta de que no quería apartar ese sentimiento que me aferraba a él, el que me hacía soñar que tal vez, un día... Ocurriese esto.
Dani: nos vamos calmando el uno al otro y nos vamos sintiendo. Voy turnando con movimientos lentos y rápidos. Sin duda, si no estuviese con Anna ahora mismo no sé quién ocuparía mi corazón, o tal vez nadie, pero lo que sí sé es que ahora mismo estoy con ella y eso es lo que quiero. Anna ha sufrido mucho y yo también he sido uno de los causante, y cada vez que lo pienso me arrepiento montón, pero eso no ocurrirá jamás, y menos con el bebé que viene ahora que es unas de las cosas más bonitas que me ha pasado.
Anna: La cosa llega poco a poco a su fin. Yo ya siento como llego a mi clímax y a Dani le supongo que no tardará mucho más en llegar. Ambos nos hemos ido frenando conforme consumábamos el acto, empezamos desesperados por devorarnos de nuevo para acabar dejándonos llevar suavemente por el amor que nos damos el uno al otro. Una, dos, tres embestidas mas y me libero por completo en un suspiro que se lleva el rencor, el odio y el sufrimiento que estos meses fui acumulando. Pero decidí que ya era hora de perdonarle porque no podía permitir que mi bebé creciese sin un padre...