Podría decirles todo lo que me hicieron desde cada insulto hasta cada golpe pero nunca terminaria.
Las burlas continuaron, los golpes igual, y mi autoestima bajaba cada ves mas, mi mirada triste y mi semblante decaído me delataban, pero en ese momento no podía hacer nada más.
Todos los días después de ese día era un nuevo reporte o regaño de parte de dirección debido a todas la quejas que resivian de que yo acosaba a chicos de preparatoria y hasta de secundaria, lo negaba obviamente pero no me creían, nadie me creía ni mis supuestas amigas, ni los maestros, nadie, no podía decirle a mis padre por dos cosas: uno, iban a ir a hablar y las cosas se pondrían peor. Y dos, porque les dirían todo y sentía que ellos se desepcionarian de mi, no quedaba otra opción mas que cayar.
Hasta la fecha puedo decir que estar dos años en esa escuela fueron los peores de mi vida, llenos de sufrimiento, odio y rencor, no solo por mi parte sino también por parte de ellos.
El sufrimiento mas grande es el que a pesar de que sufres y te duele lo cayas. Fueron días de golpes, insultos, lágrimas, gritos y sufrimiento, y todos esos días caye, creí que hacia lo mejor para mi y para todos al cayar, pero no solo me hacia sufrir mas a mi mismo.
Y a pesar de todo lo que me hicieron sufrir siempre había nuevas cosas para seguir usando me de su bufon, desde vídeos bufandose de mi, hasta imágenes editadas con mi cara donde en las fotos eran tipos teniendo sexo, todo era malo.
Solo hubo algunos gestos gentiles de un par de personas y esos muy escasos
Un día creyendo yo que no había nadie fuera de su salón decidi bajar a la biblioteca para terminar un proyecto, iba bajando la escalera y faltando unos 4 o 5 escalones sentí cuando alguien me empujo, mis cuadernos lápices cayeron antes que yo, mis manos y piernas tenían golpes de esa caída una de mis pierna sangró un poco y mientras todos se burlaban, un chico al que solo había visto una o dos veces se acerco y me ayudo a ponerme de pie mientras me decía: -¿estas bien? ¿te hiciste daño?-
-estoy bien no te preocupes-
-dejame ayudarte con tus cosas-
-gracias(acto seguido sonrrei un poco y el también me sonrrio cortésmente)-.
Todos sus amigos le gritaban que para que me ayudaba, que no lo meresia, que se le iba a pegar lo gay, solo baje la mirada y con lágrimas en los ojos agarre mis cosas en mis brazos y corrí a la biblioteca, fue la única ves que cruse palabras con ese chico, después de eso ya no lo volví a ver. Y fue unos de los poco gestos hamables que resibi hay .