Capitulo 13: "¿Libre?"

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Capitulo 13.



-¿Solo por eso te pegue? –pregunto levantando sus cejas.

- Me pegaste, te enojaste y hasta lloraste, también me dijiste que me odiabas porque... ese día te dije que te quería y no me creíste –confesé.

- ¿Enserio? –pregunte con vergüenza.

- Si –asentí- Te dije que te quería y te iba a extrañar, ese fue el último día que te vi.

- Yo...

- ¿Sabes porque me pegaste y te enojaste? Porque no querías que me fuera, me acuerdo que me lo dijiste, me dijiste que era un mentiroso, me dijiste que me iba sin importarme que fuéramos amigos, y ahí te dije que te quería, pero solo recibí una cachetada de tu parte –dije riendo.

- Uh, era malísima entonces –dijo riendo llevando una mano a su frente.

- ¿Eras? –pregunte enarcando una ceja, reacciono enseguida y golpeo mi brazo.

- Estúpido –dijo sin dejar de reír.


Basta de fotos, basta de recuerdos. Aproveche que estaba desprevenida y la abrace, me gritaba y movía sus brazos intentando soltarse pero fue imposible, no se lo permití. Quería abrazarla aunque ella hiciera todo el jueguito de manos.


- Decime que me queres y te suelto –dije bromeando, pero continuo riéndose, me miro desafiante y seguimos en ese juego de cosquillas y golpes que ella me daba.

- No te quiero –bufo queriendo disimular enojo.

- ¿No? –pregunte enarcando una ceja disimulando estar ofendido.

- No –afirmo con una sonrisa enorme en el rostro.


Comencé a hacer presión en su panza, sabía que eso le molestaba aun mas y comenzaba a quedarse sin aire de tantas carcajadas que largábamos, tiro su brazo pegándome en el brazo (debo admitir que pega fuerte) pero obviamente no se lo hice saber, por un error mío rodábamos en la cama terminando en el piso. Ella cayó primero golpeándose muy fuerte la cabeza con el piso, suspiro apenas, dejo de reír y llevo una mano a su cabeza.


- Perdón ¿estás bien? –pregunte asustado, no me respondía pero podía ver que al menos le dolía- Veni, acóstate –dije levantándola de apoco mientras le colocaba una almohada detrás de ella.


Se había dado un buen golpe y por supuesto seguramente estaba mareada.


- ¿Por qué siempre intentas matarme? –bromeo riendo un poco.

- ¿Qué? –pregunte sin entender claramente a que se refería.

- Lo digo por el día que pasaste por al lado mío en la moto –dijo haciendo un movimiento raro con la cabeza y luego quejándose por eso mismo.

- Eso fue sin querer –dije sonriéndole, sus ojos verdes estaban más brillosos que de costumbre, la comisura de sus labios parecía rogar a gritos que la besará.

- ¿Qué tanto miras? –pregunto rebelde y grosera.

- ¿No te puedo mirar? –pregunte acercándome lentamente a ella, por encima de su cuerpo.

- No tientes a la suerte –bufo con una sonrisa ¿y eso qué?


No me di cuenta de lo que estaba planeando, dio vuelta la situación quedándose ella encima de mí, vaya fuerza pareció tener que creí que no existía.

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