Schizophrenia [Español]

CAPÍTULO XV

-Ryan... Dime, ¿Qué te paso? - Exigió Ammy.
-Ryan, mientele, sera lo mejor. - Susurró mi madre. Le haré caso.
-Ehm, ven... Te llevaré a mi casa, ¿Vamos? - Pregunté.
-Ehm, Ehm... Esta bien, vamos. Después llamaré a mamá. - Respondió, Ammy.

Subimos al carro, en un largo camino hacia mi casa, ella me fue consolando. Por fin llegamos a casa, no entré directamente. Dimos vueltas por los alrededores de la casa.

Llegamos a un pequeño parque que había, un poco lejos de la piscina. La luces de la casa, iluminaban todo, dándole una sensación de tranquilidad.

-Dime ¿Qué te paso...? - Preguntó, Ammy.
-Ehm, esta bien... En la mañana sufrí un pequeño accidente. Iba caminando a la casa de Dylan y al pasar una calle, me cogió un carro, pero no paso nada, menos mal. - Respondí, mintiéndole.
-Aw, cariño... ¿Por qué no me llamaste? Hubiera ido. - Se lamentó.
-Tranquila. No pasa nada, estoy mejor. - Respondí.

-Vaya, vaya, vaya... Con que tu eres la novia de Ryan. - Interrumpió Samantha.
-Largaté, nadie te llamo. - Comenté.
-¿Quién es, Ryan? - Preguntó, Ammy.
-Mi hermanastra. - Respondí.
-Oh, con que a una hermanastra la coges por la noche. - Añadió, Samantha. Ammy me miró sorprendida, pero después sonrió.
-Como se nota que no haz podido conquistarlo, Hahaha. ¿Tan necesitadas estas? - Preguntó, Ammy.
-Callate, tu no sabes nada. - Respondió.
-¿Ahora las zorras ladran? Vete. - Dijo Ammy.
-¡Malditos! Me vengaré. - Dijo Samantha.

Samantha se fue del lugar, nos dejo solo, Ammy me sentó de nuevo, su cabello cubrió sus hombros, dando a descubrir su cuello. Quería darle un beso, ahí. Me senté a su lado y me acerqué. Cuando respiré, Ammy levantó la cabeza, golpeándose con la mía.

-Auch.
-Auch.
-Lo siento, Ammy... No fue mi intención. - Me excusé.
-Descuida, es que me causaste sensibilidad, siempre me pasa cuando me respiran o me tocan el cuello. - Comentó, Ammy.
-Oh, no sabía. - Respondí.
-Hahaha, Bueno... Creo que debo irme. - Dijo Ammy, parándose de la pequeña banca.
Yo también me paré.

Quedamos frente a frente. Sus ojos claros me miraban. Su cabello radiaba con la luz, se veía tan linda en ese momento... Quería, quería besarla, ya que nunca lo he hecho y menos con ella. Soy un jodido novato, me da pena.

Ammy notó la situación. Se iba acercando a mi, haciéndome el trabajo fácil... Me acerqué también, hasta que choqué con sus labios, fue un beso corto... Porque reaccioné y me separé de ella.

Bajé mi cabeza, y la abracé.

-Hahaha, eres tan tierno. - Comentó, Ammy. Desarreglado mi cabello.
-Ay, no me hagas sentir novato. - Respondí.
-Tranquilo, también es mi primera vez. - Dijo, sonrojándose. Aw, se veía tan linda.
-¿Entonces será nuestro secreto? - Pregunté.
-Esta bien. - Dijo. Me guiñó el ojo. Sacó su celular.
-Oh, por Dios, debo irme... ¿Me acompañas a coger un taxi? - Preguntó, Ammy.
-Oye niña, no te dejaré irte en un taxi, sola. - Respondí.
-¿Entonces? - Insistió.
-Ven. - Fuimos a la el cuarto de mi madre y le pedí prestado el carro.

El chofer llevaría a Ammy hasta su casa.

-Cuidate - Advertí.
-Esta bien. ¡Te quiero! - Se despidió.
-Igual. - El carro se alejó.

Entré de nuevo a la casa. No se veía nadie, seguro se fueron a sus cuartos. Entré a la cocina, saqué un poco de agua. Me senté de nuevo en la silla del mesón. Saqué otro poquito de agua. Subí a mi cuarto, saqué las pastillas y me las tomé, no quiero sufrir de nuevo otra crisis, ya estoy muy lastimado.

Salí al jardín de la entrada, me senté cerca a la gran fuente que había en la entrada. Me paré y caminé en los alrededores de la casa. Volví de nuevo a la cocina.

-¿Qué me está pasando? - Dije, pegándome en la cara.
-¿Tan enamorado estoy qué hasta estúpido me estoy volviendo? - Seguí. Decidí acostarme a dormir.

En realidad me preocupa lo que sus padres le digan, llega tarde a casa. Bueno, me cambié de ropa, me coloqué una mas cómoda, tomé otra pastilla para poder dormir.

Caí profundamente.

Cuando desperté, la ventana estaba abierta, entrando toda la luz del sol. Mi cabeza estaba por estallar, me levanté un poco mal.

-¡Mamá! Ven. - Llamé a mi madre.
Al ver que no obtenía respuesta, seguí insistiendo.
-¡Madre! - Seguí llamando.
Por fin entro por la puerta de mi habitación.
-Cariño, ¿Qué te sucede? ¿Por qué te levantas a esta hora? ¿Éstas enfermo? - Preguntó mi madre desesperada.
-Descuida, solo me siento un poco mal. - Respondí.
Mi madre se acercó a mi y me tocó la frente.
-No tengo fiebre, solo quiero descansar un poco. - Comenté.
-¿Más? Si ya son las dos y media de la tarde. - Respondió.
-¿¡Qué!? ¿Pero... Qué? - Reproché
-Pero no importa, descansa. - Respondió mi madre.
-No, no... Debo ir a comprar un celular. - Comenté.
-¿Con qué dinero? - Preguntó mi madre.
-Ehm mami, tu sabes que te amo, ¿No? - Persuadí para que me regalará dinero.
-Ay, Ryan... Nunca cambias. Esta bien te daré dinero. - Respondió.
-¿Té he dicho qué eres la mejor mamá de éste mundo? - Pregunté metafóricamente, estaba feliz.

Me bañe y me cambié de ropa, me perfumé y salí de la casa. Tomé un taxi y fui a un centro comercial. Cuando entre, caminé por los pasillos y todas las chicas se quedaban mirándome, en especial, sentí que alguien me seguía... Pero no presté atención.

Cuando llegué al lugar donde vendían los celulares, ví tantos celulares que no sabía cual escoger. Llamé a una chica de servicio al cliente, no llevaba uniforme, parecía ir de salida, pero me ayudó. Se acercó mucho a mi, pero bueno, no pasa nada.

Escogí uno y lo pagué, se siente tan bien tener celular, solo disfrutaré de él y lo cuidaré.

-Oh, Ryan, ¿Qué haces aquí? - La voz de Thalia.
-Joder. Thalia. - Respondí.
-¿Buscando citas? - Preguntó, Thalia.
-¿Qué te importa? No me molestes. - Respondí.
-Espera, te conviene llevarte bien conmigo. - Comentó.
-¿Por qué? - Pregunté.
-Tengo pruebas comprometedoras que le puedo mostrar a Ammy. - Respondió, Thalia.