Schizophrenia [Español]

CAPÍTULO XVII

Aunque se veía preocupada, solo se agachó y salió de la habitación. Yo me paré de la cama, fui al baño. Me lavé las heridas, aún seguían abiertas, así que ardió mucho, Demasiado, diría yo.

Me bañé, me vestí y medio me peine. Bajé, todos estaban sentados en la mesa desayunando.

-Ryan, ¿A dónde vas? - Preguntó mi madre.
-Lo siento, no puedo acompañarlos hoy, debo hacer algo. - Respondí.
-Ryan... - Intentó llamarme mi madre, pero ya había salido. No tenía tiempo para coger un taxi, así que tomé las llaves del carro de mi madre y salí del lugar.

Estaba totalmente enojado, quería llegar allá y golpear a Thalia, y reclamarle a Ammy. Prácticamente me rebajó por internet. ¡Ah!

Mientras conducía, por una calle en la que me había metido, frené. Quería reflexionar mejor lo que haría. Recordé de la nada, que no me había tomado las pastas, lo que era aún peor.

Hace tiempo, desde que estaba en el jodido, manicomio, quería probar un cigarrillo. Me decidí a fumar una, me da igual que pase conmigo, soy un joven y estoy loco, Hahaha.

Bajé del carro y me acerqué a una tienda que había cerca, pedí una caja de cigarrillos y volví al carro. Prendí uno y lo fumé.

Sentí como el humo entraba por mi garganta, fue inevitable que me diera tos, es mi primera vez, pero ya después controlé el humo, para que no me hiciera toser.

Raramente me sentí mas tranquilo, me relajé mucho, ahora si puedo hablar con Ammy.
Llegué hasta el vecindario, estacioné el auto y la llamé por celular.

-Ammy, sal afuera, tengo que hablar contigo. - Dije.
-¿Qué quieres? Mejor vete, no saldré. - Respondió.
-Ammy, no estoy de humor para aguantarte, eres mi maldita novia, así que baja. - Insistí.
-¡Ah! Ya voy. - Respondió. Salí del carro, guardé la caja de cigarrillos y me senté en la banca que hay frente a su casa.

Salió Ammy, llevaba un vestido verde, corto. Con unas sandalias de meter el dedo blancas. Su cabello estaba cogido con un gancho, puedo decir que se veía muy bien.

-¿Qué quieres? Que sea rápido, no tengo nada que decirte. - Dijo Ammy.
-¿Quieres qué suba la foto de mi prima conmigo, qué además esta bien buena? - Pregunté. Ella se acercó a mi y me iba a empujar.
-Detente. Ya te tomaron una. - Respondió.
-¿Enserio? ¿Quién se supone que te la mostró? - Pregunté.
-Thalia, ella te vio. Me dijo que te amenazó y hasta la trataste mal. ¿Qué hacías? ¿Le compraste un celular? - Preguntó irónicamente, Ammy.
-No, la verdad me compré uno para mi, para poder hablarte, solo para eso. Y me conecto y la belleza de mujer tiene fotos con otro hombre. ¿No piensas? ¿Sabes quién es Thalia? Reflexiona antes de hacer las cosas. - La regañe.
-Ah, pues... Tienes razón. -Dijo Ammy.
-Lo se. Ahora Respóndeme, ¿Quién es el? - Pregunté.
-Es un amigo de Thalia, que vino ayer. - Respondió. Me paré de la banca y caminé hasta el carro.
-Esta bien, entonces me voy. - Comenté. Ammy se acercó a mi y me abrazó.
-Perdoname por lo que hice. Me puse celosa, por eso lo hice. - Dijo Ammy. Yo le respondí el abrazo y le di un beso en la frente.
-No te preocupes. - Respondí. Me metí al carro y cerré la puerta.
-Adiós. - Se despidió. Prendí el carro y me fui del lugar.

Mientras manejaba, el celular sonó. Frené el carro y contesté.
-¿Si? -
-Ryan, ¿Dónde demonios té metiste? - Preguntó mi madre.
-Ay, ya voy a casa. - Respondí.
-¿No sabes que día es hoy? - Preguntó.
-Ehm, nada... Creo. - Respondí.
-Cariño, es tu cumpleaños, pensé que estarías aquí. - Dijo mi madre. Ah, cierto. Ya 17 años.
-Iré a casa, enseguida. - Dije, colgué el teléfono y salí del carro. Me encontraba cerca a un valle. El sol apenas se asomaba después de una noche fría. Sentí unas pequeñas ganas de fumar. El paisaje se veía muy genial.

Volví al carro, saqué la caja de cigarrillos y la prendí. De nuevo ese puto humo se fue por otro lado y empecé a toser mas. Después de desahogarme ya pude fumar bien.

Cómo estaba muy cerca de la carretera, deje él carro estacionado y empecé a caminar por él valle. Todo era muy fresco, él aire era puro, pero como soy un rebelde, pues daño él aire con mi cigarro.

Después de darle la vuelta a todo ese campo, volví al carro, lo encendí y me fui del lugar. No pienso decirle nada a nadie, debo de ser cauteloso.

Llegué a casa, no había nadie, como siempre. Subí a mi cuarto, me bañé y me cambie de ropa, debo de oler a licotina y no quiero que me molesten ni molestar a mi madre. Salí de mi habitación y bajé a la cocina, no había desayunado ni nada.

Saqué leche y me la tome con un pan, estaba duro pero no importa.

Subí de nuevo las gradas y antes de mi cuarto, mi madre salió de su cuarto. Pensé que no estaba.

-Hola, ya estoy en casa. - Anuncié. Mi madre bajo la mirada y se acercó a mi, desarregló mi cabello y caminó hasta las gradas. Me sorprendí un poco, ya que ella nunca me saluda así, pero normal. Solo ignoré y salí al balcón.

Pensé: Debió de haber peleado con Christian o algo así.
Me acosté en él piso, me coloqué los audífonos. Pienso que él cumpleaños es un solo día normal, o bueno, para mi. A la mayoría le celebran fiestas, pasteles, regalos y visita familiar. Para mi no es así, siempre he sido felicitado y ya, desde pequeño, yo mismo me frustré la niñez.

Papá noel, era solo mi madre. Halloween no existe y cuando se me caían los dientes sabía que era mi madre. Tan solo tenia 5 años y me acuerdo, toda mi "infancia" se fue al infierno.

En fin, volvamos a la historia.

-¿Ryan, qué haces aquí? - Preguntó mi madre, saliendo al balcón.
-Nada, solo estoy escuchando música. - Respondí.
-Cariño! Es tu cumpleaños. ¿Qué quieres hacer? - Preguntó mi madre. Me paré del piso y me acerqué a mi madre.
-Sabes que nunca lo he celebrado, me imagino que hoy no sera la excepción. - Respondí. Los ojos de ella se llenaron de lágrimas.
-Sabes, él dinero era escaso en esa época... Además. Es hora de que sepas algunas cosas. La historia de como era tu padre contigo.