Nadie te creería.

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Hyeri POV

El instituto era demasiado lindo, y cabe destacar que también elegante, a veces llegaba a olvidar que se trataba de un orfanato y que quizá sea la única estudiante que conozca a sus padres y claro, estén vivos.

Habitación 31. ¿Será buena persona? ¿Y si es mala persona? ¿Será gruñona? Yo suelo tomar mucho tiempo en la ducha, seguro no le agradaré. No puedo dejar de pensar en eso, ansío ver quién será mi compañera de habitación..
ㅡ Es mi habitación ahora así que no debo porque tocarte ¿Cierto? Eres mía ahora también.  ㅡEsa era la conversación entre la puerta y yo, su nueva dueña.
Sin pensar más estupideces, me adentré a la habitación; era realmente grande, este lugar no podía gustarme más, mi cama era matrimonial y muy linda, toda la habitación tenía alfombra e incluso un sofá, una televisión, dos escritorios, una mini cocina junto con su refrigerador y un comedor en donde se encontraba un pequeño cartón con un decorado muy femenino y una frase de bienvenida, parecía una casa pero sin cuartos extras, además del baño. Podía imaginar mi vida entera viviendo aquí inclus...
El ruido de la puerta al cerrarse había interrumpido mis sueños del futuro en el orfanato. Mi compañera había llegado, parecía mucho más mayor que yo, seguro era de ultimo año, cabello ondulado y bien cuidado, piel ligeramente atezada, ojos grandes, era muy bonita.

ㅡ Tú debes ser la nueva chica, mi nombre es Park Sojin. Mmh.. ¿17..18? Pareces de una edad pequeña, no te preocupes, cuidaré de ti. Hace tiempo que no tenía compañera, esa cama la utilizaba sólo para dejar cosas, me alegra que por fin tenga un buen uso, adelante, aduéñate de ella. Me avisaron de tu llegada así que el regalo elegido para tu bienvenida fue una bananamilk. ㅡMencionó aquello mientras desembolsaba y dejaba en la mesa dos bebidas, una de plátano y la otra de fresa. Tenía una personalidad muy maternal, realmente agradable, sus primeros versos y ya me sentía como en casa. Tuve suerte.

ㅡ Casi. Tengo 16 años y mi nombre es Lee Hyeri, un placer conocerte, Sojin, espero nos llevemos de maravilla, para ser sincera ya me agradas bastante. ㅡMencioné con una simpática sonrisa llena de sinceridad y encía, mucha encía. Me dirigí frente a ella para apreciarla mejor y ya que estaba ahí tomar mi nueva y bien recibida bebida; le di un par de sorbos, sin esconder mi sonrisa y sin esperarlo sentí una sacudida por todo mi cuerpo.

ㅡ Tan adorable, ven aquí, tú pequeña. ㅡLa muchacha extremadamente maternal decidió abrazarme y sacudirme con sumo cariño. Si, definitivamente ya me había ganado.

No tuve problema alguno, al parecer sus clases empiezan después que las mías así que al despertar y a la hora de ducharme el baño fue totalmente mío y pude tardar lo que se me antojaba. Me vestí y me dirigí a mi próxima clase, no sin antes desayunar y platicar con Sojin de lo que me parecía la escuela y adular la forma de cocinar de ésta, yo tenía una madre en alguna parte del mundo pero en esos momentos no me importaría cambiarla por mi nueva compañera, esos pancakes fueron la gloria viviente. También acordamos vernos en el lonche, ya no huiría del comedor para no quedarme sola.


Fue una clase buena, la educación sí que era diferente aquí, a cada persona del salón nos preguntaron lo que realmente entendíamos para resolver nuestras dudas y nadie se quedaba callado, encogía los hombros o lloraba, y no iba a ser la primera, así que me acoplé sin una gota de dificultad.

La hora del lonche había llegado y mis ojos recorrían cada rostro en el comedor buscando a Sojin, no sabía si comprar algo o si ella traería comida, el refrigerador de la habitación estaba lleno y quizá ella traería preparado el almuerzo, no me molestaría acostumbrarme a eso pero igual tampoco lo haría comprarle algún bocadillo. En mi búsqueda encontré un rostro conocido, vaya que era atractiva, era de esperarse todas las miradas que reunía así que otra más seguro no le importaría, hablo de la chica que me recibió misteriosamente; sus ojos dieron con los míos y logró sorprenderme sólo un poco, sólo un poco... No parecía mirar a nadie más, que extraño.

Antes de dirigirme hacia ella y preguntar cosas sin sentido, sólo crear una conversación, sentí como unas manos me rodeaban la cintura y una barbilla clavarse en mis clavículas, Sojin. Inmediatamente la mirada de la pálida desapareció, poniéndole más atención a una pelirroja con un rostro curiosamente también conocido.
ㅡ My baby, me tome la libertad de poner dos porciones de comida para ambas, espero te guste mi elección. ㅡMencionó eso mientras tomaba asiento en la mesa más cercana y sacaba una charola debajo de la que estaba llena para separar las porciones.
Mis ojos no podían apartarse de la señorita de figura esbelta; estaba totalmente distraída.
ㅡ Hyeri. ¿Conoces a Yura o sólo te parece bonita? Es mi compañera de clase, podría contarte sobre ella, si quieres pero sólo en el dormitorio no quiero parecer una chismosa por aquí. ㅡEmitió soltando una que otra risilla.  Yura.. Ahyoung..No tenía nada de raro que me interesara ¿Cierto? Es decir, ella me dejó entrar en medio de la madrugada e impidió que me congelará. Que quiera saber más sobre ella no tiene nada de raro..
ㅡGracias, linda. No.. o bueno, si. Algo así, no lo sé, no sabía que su nombre era Yura. Pues, no es fea. ㅡTerminé por responder con un ligero tono nervioso, pareciendo un tanto estúpida. Sojin parecía disfrutarlo, sus ojos estaban muy curiosos, no tenía escapatoria, si quería saber más sobre Yura tendría que contarle mi primer día, bueno, madrugada.

El almuerzo terminó en carcajadas, Sojin era asombrosa, me contó acerca de cómo había sido su primer día aquí y que lo pasó en un salón equivocado, preguntándose a cada hora porque era que no aparecía en la lista de asistencia. ㅋㅋㅋ
Al acabar, cada quien regresó a su siguiente clase. Ahora me tocaba nada más y nada menos que la asignatura de matemáticas; habían pasado sólo 20 minutos y no pude evitar crear un hueco con mis brazos y meterme dentro de él para descansar con los ojos cerrados. El tiempo se pasó volando y sonó la campana, antes de abrir mis ojos sentí como alguien trataba de despertarme.
ㅡ Hey, niña. La clase ha terminado, el profesor aún no se ha dado cuenta así que sal antes de que lo haga, es sólo una sugerencia. ㅡYa, así que de aquí la conocía, era la chica que estaba junto a Yura en la hora del almuerzo, que buen gesto de su parte despertarme.
ㅡEh..ah, sí. Gracias por.. ㅡAntes de terminar la frase noté como el profesor volteaba a vernos, ya que sólo quedábamos nosotras dos; asentí y junto con mis cosas y la chica pelirroja salí del salón, a salvo de terminar mi oración.
ㅡGracias por despertarme, mi nombre es Hyeri, espero hablar más seguido. ㅡMe presenté con la esperanza de crear otra amiga.
ㅡYo soy Minah, espero lo mismo, ya es tarde así que debo irme, hasta mañana Hyeri. ㅡMe respondió sonriente, tenía una sonrisa muy bonita.

Llegué a mi habitación y Sojin aún no llegaba, me duché y al salir preparé agua caliente para chocolate y me puse a ver la televisión; al paso del tiempo escuché la voz de Sojin, vaya que a esta chica no se le olvidaba nada, aunque para ser sincera yo también estaba ansiosa.
ㅡ ¡Hyeri! Por fin terminó el día, ahora puedes contarme de cómo conoces a Yura, sabrás ella es muy popular en este orfanato.
Hasta esa vez no había escuchado a alguien dirigirse a la escuela como orfanato. Tomé un sorbo de mi chocolate y comencé a contarle todo.

ㅡ Que raro.. Sabes, Yura es una chica que ha ganado fama no sólo por su belleza e inteligencia, si no también por su indiferencia, es admiraba por muchas por lo que mencioné anteriormente pero también es temida por las mismas personas, muy pocas personas hablan con ella, tiene más de 10 años viviendo aquí, así que no es tan raro que haya rumores. El más raro que he escuchado es que ella de pequeña asesinó a sus padres.. Si alguien escucha que te dejó dormir en su cama, seguro se burlarían de ti, Hyeri, nadie te creería.

바보 Babo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora