《Agosto, 03| Querido diario: ¡Cómo me tiene! No he hecho otra cosa que pensarlo. En la escuela, casa y a cualquier lugar que yo iba. Está bien, lo acepto, antes también lo pensaba todo el tiempo. Pero ahora no quiero nada más que regresar a su boca. Una y mil veces.》
Imagina ¿quién no querría volver a tu boca también? Nadie. Porque yo si quería, fumar no calmaba mis ansias ya. Una manera de buscarte no tenia, de llamarte tampoco. Tan solo estabas en mi cabeza, tan solo allí te veía. Tan solo tendría que esperar hasta esta semana entrante. A este martes que viene.
《Agosto, 06| Querido diario: Desde que me he levantado he transportado mis nervios a todas partes. Fui al instituto inquieta y con cosquillas en la panza, luego se convirtieron en dolor y luego llegó la hora. Salí al reencuentro con mis amigos para irnos caminando unas cuantas cuadras. Lo cierto es que me atinaba callada, ninguno de ellos sabía lo ocurrido. Y yo sufría de los nervios con solo el hecho de volver a verlo. Quería hasta lloriquear de todas las emociones juntas.》
Lo recuerdo, llegaste... yo ya estaba con el grupo de mis amigos. Te vi, me miraste. Te sonrojaste. Yo estaba terminando el cigarrillo que había prendido hace unos cinco minutos. Mi paciencia también era poca. Llegamos al aula al fin y al cabo, te acomodaste en el banco de siempre con tus amigos y les dijiste "Ay vengo" dejando tus cosas. Comprendí, saliendo y siguiéndote. Nos encontramos en el pasillo de arriba, esta vez había gente así que solo simulamos.
—Hola —me acerqué y dejé un pequeño beso cerca de tus labios. Quedaste sonriente y te noté nerviosa. —¿Cómo estas?
—Bien, ¿y vos?
—¡Feliz! —me miraste boquiabierta apenas y sonreí para ti. Re ojee y nadie pasaba, así que plantee un beso en tus labios. —Toma —te di mi celular —escribe tu número ahí.
《Agosto, 07| Querido diario: Las palabras mágicas de hoy son dos. "Buen día"... ¡Recibí un mensaje suyo! Estoy tan feliz. Esto no puede ser posible, aun es un sueño lo sé. Me queda por ir al colegio... mi alarma va a sonar pronto.》
Comenzaron los mensajes, luego nos veríamos en la escuela pero nos seguíamos hablando por mensajes. En esa semana pasamos a las llamadas, fue tan hermoso oír tu voz cuando yo quería. Volví a ser un nene, llamándote, celándote, riéndome, molestándote, amándote...Marlene...
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Querido diario intangible.
Romance"Habíamos jurado al sol que jamás nos importaría lo que la gente comente."