Capitulo 2

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- No debiste hostigarlo con tantas preguntas - una voz masculina se escucho en la distancia. - Recuerda lo que paso con el ultimo.-

- Lo se, lo siento - a pesar de haberse disculpado, en la voz femenina no había ni una sola gota de arrepentimiento. - Pero esta investigación es muy importante y estamos retrasados - esa voz se le hacia familiar " Yuriko ".

- Se que necesitamos saber cuales son los efectos colaterales - el  tono de voz de la primera persona se fue alzando - Pero no lograremos nada si no logra resistir el tratamiento completo. -

- Lo hará y si no conseguiremos otro. - la frialdad con la que hablaba la voz que creia le pertenecia a Yuriko lo impresionó.

- No se que hacer contigo... -

Empezó a sentir que poco a poco las voces se iban alejando para luego volver a caer en un silencio tranquilizante.

...

Sus párpados se abrieron lentamente. La habitación estaba en total silencio. Solo se podía escuchar los pitidos de la maquina que monitoreaba su ritmo cardiaco. De repente unas suaves pisadas lo hicieron caer en cuanta de que no estaba solo. Giro su cabeza a un lado para encontrarse con unos profundo ojos negros que lo observaban fijamente detrás de ese par de lunas de cristal.
Trato de levantarse pero una pequeña y blanca mano lo detuvo por el hombro

- No te levantes - dijo poniendo una de sus palmas en su hombro. Lo cual el peli negro lamento al sentir un fuerte ardor donde se encontraba esa pálida mano. -Lo siento -dijo Yuriko a la vez que retiraba su mano. - sigues en un estado muy delicado no deberías de levantarte -

-Que tan serias son mis heridas? -

Se acomodo los lentes para contestar aquella pregunta.

-Tienes quemaduras de segundo y tercer grado en tres cuartos de tu cuerpo, casi pierdes tu ojo derecho... sufriste de un gran golpe en la cabeza... - esta última frase fue pronunciada en un tono muy bajo.

-Pe... pero no estoy muerto o si?

-Afortunadamente no,  deberías estar agradecido si hubiera sido otra persona la que se encargara de ti ya estarías muerto- su voz realizaba aires de grandeza aunque su rostro seguía inexpresivo como siempre.

Sus ojos se abrieron tanto por las palabras que salian de la boca de la chica enfrente suyo.
Es decir el pudo haber muerto si no fuera por ella, pero quien era ella exactamente ¿su doctora? no podría ser se la veía demasiado joven pero la forma en la que hablaba lo hacia pensar que sí.

- Gracias... supongo- fueron la ubicas palabras que salieron de su boca.

- si bueno por ahora debes descansar mañana se te realizarán exámenes - su seriedad era sorprendente, se dirigió lentamente hacia la puerta sin dar oportunidad a que se le realizará pregunta alguna. - Toma una de las pastillas rojas de tu mesita antes de que te duermas, aliviada el dolor- al terminar la oración salió del cuarto dando un portazo que ocasionó que la cabeza del chico diera vueltas.

- Ahgr no otra vez - se levantó como pudo de la cama dirigiéndose a la otra puerta que se encontraba en el cuarto esperando que fuera un baño.

Abrió la llave y se mojo la cabeza para aliviar el dolor, posteriormente su mirada termino perdida frente al espejo.

"Tadashi"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora