La Yandere Real (Artuxcreed y tu)

3. Un corto primer día.

ARTU POV

Eran aproximadamente las 6:00 pm. Recién termine de grabar y me tomaba un descanso antes de editar, en eso suena el teléfono.
- ¿Hola?
- ¿Arturo? -responde un hombre agitado.
- ¿Si?
- Lo llamamos desde Industrias LICT esta usted contratado -dijo muy nervioso, luego pareció como si soltara un gemido de dolor, pero de seguro fue mi imaginación- inicia mañana a las 7:30 am -luego colgó.

¡Al fin! La felicidad me inundó, me levanté con más ganas de la cama y edité el video. Cuarenta minutos después ya había terminado y lo puse en espera para subirse a youtube, mientras esto terminaba fui a comer algo. Cuando volví ya había terminado de subir, así que me puse el pantalón del pijama y me metí bajo las cobijas. Luego de unas cuantas vueltas en la cama por fin pude dormir.

Los trabajadores se notaban opacos, su tristeza era notoria. En la entrada del edificio se veía un aviso funerario, Jessi Rick la chica con quien me encontré el día de ayer y fue tan amable conmigo, murió. Al parecer se suicidó el día de ayer en un parque cercano, dicen que no lo hizo en su casa para no ser encontrada por su familia. Corto sus muñecas verticalmente y su yugular, la halló el guardia de seguridad del parque tenía el cuchillo en una mano y una carta en el otro. No decía mucho solo algo de un amor correspondido, eso fue lo que me contaron. Todos los empleados estaban tan trastornados que el jefe, con una gasa en su cuello, nos dio la semana libre.

Cuando llegue a casa jugué por horas, pero no grabé nada. Me di cuenta del pasar del tiempo en el momento en que empecé a cabecear y finalmente caí sobre el teclado. Me levanté fui por comida y luego de ponerme el pantalón del pijama casi sobre la cama sin siquiera cubrirme con las cobijas.

__________ POV

La pared frente a mi era gris y entre ella y mis ojos cae una gota cada cinco segundos. Me acosté en el suelo mirando hacia el techo mientras las gotas caían ahora en mi cabeza.

Salí de lo que era mi habitación según mi madre pero que para mí, representaba un santuario... El santuario de Arturo... Suena bastante bien. Aseguro la puerta y voy a la sala donde me espera mi madre.

— ¿Donde estabas? —preguntó mientras leía unos papeles.
— ¿A qué te refieres? —pregunté, si algo he aprendido es a no decir nada sin estar segura si estoy hablando de lo mismo con otra persona o hasta asegurarme de no estar malinterpretando una pregunta.
— Llegué desde el martes y no estabas —dijo mirándome por primera vez.
— Bueno, nunca estas en casa y no me gusta estar sola hací que me quede en la casa de Natalie —dije mostrando ahora un enojo inexistente por la desconfianza de mi madre.
— Tienes razón, lo siento —se levantó del sofá y besó mi frente.

Devuelta en mi santuario tomé una de las camisas de Artu y se la puse a un maniquí que tenía frente al armario de su ropa, acerqué mi nariz y aspiré su delicioso aroma. Caminé hasta la ventana, la abrí y salí por esta, dando gracias por "dormir" en la primera plata de la casa.

Habiéndome alejado saco mi celular y marco el segundo número en mi lista.

— Fuiste tú ¿verdad? —me dice el hombre con voz desesperada.
— Calmate —no puedo evitar que mi voz suene fría y amenazante.
— ¡NO! —grita con desesperación— no seré cómplice de un asesinato.
— Bien has lo que quieras, solo quería ayudarte pero por lo visto —guardo silencio por un momento — no amas a tu esposa y a... ¿Como se llamaba? ¿Lacy? Es tu hija ¿cierto? Bueno pues... Es una verdadera lástima —cuelgo inmediatamente y suelto una gran carcajada. Ya no tendré que preocuparme por sus sospechas, ahora sólo tengo que ocuparme de que no le diga nada a Arturo, será un poco más difícil, aunque sólo debo darle un pequeño susto haciéndole creer que dañaré a su pequeña hija.

El IPPG es el Instituto Para Pequeños Genios, o en pocas palabras, otro jardín infantil con nombre de ricos. Era la 1:33 pm y los niños estaban saliendo, me acerque a la puerta.

— Hola soy la nueva asistente del doctor Rick Harris, vengo por su hija Lacy.
— Claro, en un momento —camino hacia el fondo del pasillo que precedía la puerta y gritó— ¡Lacy Harris! — enseguida apareció una tierna niña de cabello castaño y ojos gris claro.
— Hola dulzura — una gran sonrisa natural se reflejo en mi rostro.
— Hola.
— ¡Mira! Ahí esta tu papá —dije señalando atrás de ella.
Y me arrodillé en el suelo para estar un poco a su altura.
— ¡Papi! —grito ella con emoción llamando su atención. El rostro de alegría que puso cuando la vio, palideció y perdió toda expresión.

N/A

Hola.
Lamento la demora, pero es que estaba intentando escribir todo el capítulo desde la perspectiva de Artu, pero, no se como piensa él hací que me fue tan difícil que me rendí. Tal vez más adelante lo haga, pero para eso todavía me faltan unas cuantas horas de acoso. Comenten lo que opinan (y si es que quieren) voten.
Espero que les guste.