Candados

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Gélido invierno que habita en mi,
Afiladas dagas que custodian mi alma,
Corazón de acero acorazado,
Dejen entrar aquel rayo de esperanza.

Ruego a ustedes mis fieros guardianes
Dejen entrar el sol que disipe tinieblas,
Dejen que el agua limpie mis acciones,
Dejen que de mi boca otra vez fluyan dulces palabras.

Suplico a ustedes escudos de mi ser,
Dejen entrar aquellas perlas negras,
Dejen entrar aquellas palabras que me hagan ver,
Dejen entrar miradas que me den fé.

PensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora