Recluta sorpresa.

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Habían pasado un par de días desde el incidente con Adrián, al final decidieron que tenerlo ahi no tenía algún sentido, no podrian saber nada porque no tenian los fragmentos cerca de el, y seria un asesinato darselos para experimentar,sin embargo, el asunto no fue olvidado, lo habían dejado volver a casa pero llevaba consigo media docena de guardianes.
Como era de esperar mi padre había dejado muy claro a los guardianes que no me dejaran pasar, pero lo  necesitaba,  decirle que me iba con Altair a Roma a por el fragmento de la piedra, para decirle que buscaria la solución a ese encarcelamiento, para decirle que lo amaba.

Siempre consigo lo que quiero y necesito.
 

Màs tarde el día de su emcarcelamiento domiciliario, decidì verlo.

Me aseguré de que no hubiera guardias en la parte de atrás, la casa de Adrián era enorme,  de un solo piso pero tenía una terraza y esta era gigantesva, estaba segura de que me verían pasar con solo agitarse mi sombra,  saque de mi mochila un polvo cobrizo, era plomo, lo sostuve en una bola hecha de papel de arroz y aluminio, y un pequeño cordel salia desde adentro de la emboltura, era una bala gigante, le di fuego al cordel con ayuda de un encendedor, me impulse con mis dos brazos hacia arriba de la barda y la lanze hacia la parte de atrás, de la casa, explotó.
No una exploción enorme para volar la casa, pero lo suficientemente grande para atraer la atención.
Generar minoportunidad.
Los guardias se acomularòn como rayo y fueron hacia el sonido y el humo,aproveché ese momento para saltar y correr hacia el pasillo que llevaba a la puerta trasera de la  cocina de casa de Adrián.
Nadie me detuvo.
Nadie me vio.
-¡Bendita sea la química!- grité mientras me escabullía a través de los pasillos de la gran casa hasta llegar a la habitación de Adrián.
Apenas vi su puerta me lance contra ella, sedio rapidamente, el estaba ahi, de pie frente a su estante de libros, al oir la puerta giro y quedo frente a mi.
Sus ojos brillaron con tantos sentimientos en ellos.
Como si viera la ultima gota de agua en el desierto.
Rapidamente se acerco, me tomo del brazo y me metió a su cuarto, cerrando la puerta.

-Sabía que vendrías pequeña- me abrazo pegándome a su calido pecho, levante el rostro hacia el contemplando de nuevo sus oscuros ojos y lo bese, lo bese como si no lo hubiera visto en años.

Cuando rompimos el beso,sonrió tristemente,desliso du mano por mi rostro, bajando por mi hombro, me tomo de la mano y nos sentamos en su cama.
su rostro me dijo que no sabia que decir, y si sabia no sabia por donde comenzar.

-Alex, no se porque tuve esa reacción a la piedra, no entiendo que es diferente en mi es como si hubiera recordado quien soy solo que lo he vuelto a olvidar, no logro entender...- su voz se hago en un suspiro.

Lo entendi, yo igual no encontraba respuesta a lo que sucedia y definitivamente queria  una, pero necesitaba decirle el plan, necesitaba que estuviese tranquilo.
Trate de infundirle toda la tranquilidad que queria para el en el tono de mi voz

-Tu Sabes que en toda la historia de la alquimia nadie a logrado saber que es lo que causa repulsión a la piedra , en algunas personas , es un misterio, tal vez tu cuerpo tiene algo... No se pero no creo que lo descubran, nadie lo ha hecho antes, cuando se den cuenta de que no pueden lograr nada te dejaran en paz- en realidad no estaba nada segura de lo que decía pero pensé que sonaría tranquilizador.

Me Miro tristemente viendo mis intenciones pero sonrió.

- por cierto. ¿Cómo lograste entrar sin que esos cara dura te vieran?

Reí un poco.-Bueno se supone que íbamos a la escuela ¿No? A diferencia tuya yo si e aprendido algo- lo mire entrecerrando Los ojos juguetonamemte.

- La del cuadro de honor te dicen-Me dio un ligero golpe en el brazo y reímos.
Cuando sentí que la tenciòn habia disminuido mucho, decidí exponer la razón por la que fui.
- oye, no vine solo de visita amor, vine a decirte que me voy a Roma con Altair, iremos por el fragmento, tiene un buen plan y bueno ya sabes es mejor pedir perdón que pedir permiso- . Hable demasiado rapido, con demasiado nervio.
Cuando Note que iba a empezar a alterarse le conté todo el plan y todo lo que habia decidido con Altair el día anterior.

-Creí que estabas molesta con el, además Alex no digas estupideces, es verdad que el plan es más viable pero donde piensa conseguir el equipo, es claro que no puede simplemente pedirlo en la UPM cómo en otras misiones.-

-Estoy molesta con el, pero creo que ya somos lo suficientemente adultos para separar la amistad de el trabajo, además tu lo has dicho es un buen plan, al menos mejor que mandar a asesinar a un ejército entero, y sobre el equipo no te preocupes, alguien de el departamento de Inteligencia esta con nosotros y el cubrirá el sistema por la noche para que podamos sacar lo que necesitamos sin que lo noten.

Suspiró.
-Dios, quisiera seguirte contradiciendo pero en realidad si es un buen plan, tomando en cuenta que hay poca probabilidad de fallar yo diría que ya hay que quitar a los viejos del consejo, sus planes ya no funcionan.-

Reímos y lo abrasé.
Era momento de despedirse, antes que los "cara dura" como el los llamaba cayeran en cuenta de que alguien , se habia metido a casa de un confinado.
-Entonces me voy mi amor, prometo que tendré cuidado, soy Mercurio, azufre y sal, puedo lograrlo...- cite parte del credo de los alquimistas el completo el parrafo por mi.
-Mercurio, azufre y sal somos todos , cuerpo alma y espíritu, Alex lo lograremos-
-¿EH?- mi boca callo hasta el suelo.
Casi sonrei tontamente hasta que razone que había hablado en plural.
- iremos los dos, Alex no dejaré que arriesgues tu vida mientras veo tele o duermo, no Alex haremos esto juntos, si pudiste entrar podemos salir, después de todo somos alquimistas, podemos manejar incluso la naturaleza, lograremos esto.-

Entonces comprendí lo que Altair dijo, que podía reclutar a alguien, que el le diría a los demás, en esa momento pensé que se estaba burlando de mi, que lo decía para que no me sintiera excluida, pensé que era un idiota, a quien demonios podría llevar, si las personas en las que confiaba iban en contra de esto.

El sabía que Adrián no me dejaría ir sola. Sospeche que lo sabía porque el tampoco iría a solo, ella no lo dejaría, la maldita podía escurrirse hasta en el plan más estrecho.

Decidí pasarlo por alto, lo importante es que teníamos que lograr esto, lo haria con mi brazo derecho, el hombre en quien màs confiaba.
Necesitábamos hacerlo.

Ya no había Falla en al plan.

LA BÚSQUEDA DE LA PIEDRA FILOSOFALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora