Capítulo II: "Saphiran, un imperio de ensueño"

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Año 584, Zuctra 31, Seunim.

No podía creerlo, de verdad había llegado a Saphiran, todas esas historias respecto a la majestuosidad de este imperio eran ciertas, y ahora que lo veo con mis propios ojos, creo que se quedan cortas. Me quedé contemplando el paisaje, una extraña tierra de color verde rodeaba los enormes muros que protegían al imperio, y de fondo, un intenso color azul que llegaba hasta más allá del horizonte, creo que eso es a lo que llaman, el océano.

No esperé un segundo más y me apresuré en bajar la colina para apreciar más de cerca tan colosal urbe. La sed, el hambre y el desquicio provocado por el viaje desaparecieron, o por lo menos no fueron impedimento para bajar la colina. Cuando toque aquella extraña "tierra" verde, me di cuenta de que ni siquiera era tierra, o algo que se le pareciera, era más como las ramas que ocupaba para hacer la fogata en las noches, pero mucho más suave, más agradable y más blando, no sabía bien cómo explicar la sensación, pero era como si la tierra tuviera un pelaje verde.

Por alguna extraña razón, me relajé, el contacto de mis pies con el pelaje hizo que todo mi cuerpo se relajara, bajándome de repente el sueño que venía acumulando hace ya unos días, y como si fuera un bulto cualquiera me dejé caer sobre aquel cómodo y acogedor pelaje verde, quedándome dormido de inmediato.

Solo el delicioso olor a comida hizo que me despertara, me senté y mientras terminaba aún de despertar por completo, escucho una voz que me dice:

- Supuse que tendrías hambre, ¡wof!

- Hmmm...- fue lo único que pude gesticular antes de que mis tripas sonaran.

- Jajaja, ya veo, enseguida te sirvo un plato, ¡wof! - respondió aquel misterioso personaje.

No podía divisar con claridad aquella extraña silueta, entre el sol que pegaba de frente y el sueño que tenía no reaccioné en un buen rato.

- Aquí tienes, esto te hará recuperar todas las energías perdidas, ¡wof! – dijo mientras me entregaba una especie de sopa.

- Gracias. - respondí sin más, aunque la verdad es que estaba ansioso de comer algo después de días.

- De nada, come, ¡wof!

Luego de tomarme aquella deliciosa sopa, sentí como las fuerzas volvían a mí, los sentidos volvían a funcionar con normalidad, y el hambre y sed que tenía desaparecieron casi al instante.

- ¿Te sientes mejor?, ¡wof!

- Sí, es increíble, pero ya me siento mucho mejor. – dije mientras levantaba lentamente la cabeza, asombrado por el efecto de aquella sopa mágica.

- Me alegro, ¡wof! - respondió con una evidente sensación de satisfacción en su tono de voz.

- De verdad, gracias, llevaba días sin comer y....- frené bruscamente lo que estaba diciendo, y me quedé impactado ante lo que lograron ver mis ojos.

- ¿wof? – gesticuló inclinando la cabeza hacia la izquierda.

- Espera, ¿eres una bestia parlante? – dije con cara confusa.

- Jajaja, ¿qué clase de ofensa es esa?, ¿acaso nunca has visto a un Liptus?, ¡wof!

- ¿¡Eh!?¿Un Liptus?, ¿de verdad eres de la raza Liptuniana? – pregunté exaltado, pero emocionado al mismo tiempo.

- Jajaja, claro que sí, que no ves que mi pelaje es mucho más dócil y suave que las bestias con las que me comparas, ¡wof! – respondió con una clara ironía en sus palabras, pero que no me desagradaron.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2019 ⏰

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